Antonio Mira de Amescua
Lo que no es casarse a gusto



Personas que hablan en ella:
  • ENRIQUE
  • El REY, don Froilo
  • El príncipe de BIMARANO
  • RAMIRO, viejo
  • NUÑO
  • GONZALO
  • ELVIRA
  • Doña MAYOR, hermana de Alvar Ramírez
  • CONSTANZA

ACTO PRIMERO


Salen MUSICOS cantando, ENRIQUE, ELVIRA y acompañamiento

MUSICA: "Mil años se gocen
los recién casados,
Enrique y Elvira.
Gócense mil años.
Tengan mucha harina 5
y muchos ganados.
Mil años se gocen
los recién casados."
ENRIQUE: Goce grandezas profanas
en alcázares dorados. 10
Aumente el alma cuidados
siguiendo esperanzas vanas.
Logre pompas soberanas
debidas a su valor
quien sin temer el rigor 15
de la más sangrienta fiera,
de la envidia el golpe espera
en la cumbre del favor.
Que yo contento y seguro
sin los daños que publico, 20
con más ciertas glorias rico
descanso al alma procuro
siendo incontrastable muro
de mi suerte venturosa
la que con extremo hermosa 25
acredita mi esperanza
lejos de tener mudanza:
yo tu esclavo y tú mi esposa.
ELVIRA: La felicidad, la suerte
y dicha del merecer 30
ser vuestro, vengo a deber
--es cierto--a la misma muerte;
pues su rigor, si se advierte
es quien me la pudo dar.
Por la puerta del pesar 35
entro al placer y contento.
La muerte fue el instrumento
del bien que llego a gozar.
Si Alvar Ramírez mi esposo
había de ser, y el rigor 40
de vuestra mano, señor,
le dio la muerte, es forzoso
que del estado dichoso
que gozo, a la muerte dé
las gracias, pues ella fue 45
primer causa. El repetir
las penas solo es sentir
las glorias que ya gocé.
ENRIQUE: No divirtáis la memoria
con la gloria que pasó; 50
que soy vuestro esposo yo,
y sois vos toda mi gloria.
Y alguna pasada historia
referir también pudiera
si ofenderos no temiera; 55
que en agravio semejante
tuviera poco de amante,
mucho de necio tuviera.
ELVIRA: Si Alvar murió, vos vivís
dueño ya de mis cuidados. 60
Desvelos son excusados.
ENRIQUE: Muy bien, señora, decís;
mas si de amor advertís
que aun los instantes condena
el tiempo que se enajena 65
de lo que ama la memoria,
donde está cierta la gloria
no ha de nombrarse la pena.

Suena dentro rumor de gente y sale el PRINCIPE de Bimarano, solo

BIMARANO: Quedaos todos allá fuera.
Guárdeos Dios. Escucha, Enrique. 70
ENRIQUE: ¿: Señor, vuestra alteza ?
BIMARANO:      Advierte
que aunque los ecos publiquen
el bien y gloria que logras,
sólo yo, aunque lo previne,
imitarlos no he podido; 75
pues en tus bodas felices,
antes que la norabuena
te vengo a dar nuevas tristes.
ENRIQUE: ¿: Qué decís, señor ?
BIMARANO:      Que el rey,
mi hermano, en quien sólo es firme 80
no la clemencia, el rigor,
pues siempre en su pecho vive,
te manda prender. Hoy tuve
secreto aviso, y no quise
fiar menos que de mí 85
esta diligencia. Firme
es mi amistad, y tus daños,
antes que ellos se anticipen,
previniéndolos te avisa.
No sé qué ofensas le obliguen 90
a mi hermano a esta prisión;
mas nueva fortuna sigue.
Huye, Enrique, de su enojo
hasta que el tiempo te avise
de medio más importante; 95
que en mí no hay fuerzas posibles
para que amparo te ofrezca,
pues su condición terrible
sabes que aun de mí se ofende
con ser yo su hermano.
ENRIQUE:      Humilde 100
a vuestros pies, gran señor,
como es razón, quien recibe
tan gran merced, la agradece,
aunque le sea sensible.
La causa de mi prisión, 105
pues vuestra alteza me dice
que la ignora, el conocerla
es en mí menos posible;
porque como no la he dado
yo, ni al rey mi señor hice 110
ofensa, que en algún tiempo
me apartase de servirle,
más que vos puedo dudar
si bien mi suerte infelice 115
de mayor daño me avisa
porque si de Alvar Ramírez
la muerte me ha perdonado,
y para que se confirme
mi dicha en todo me ha hecho 120
esposo de Elvira, timbre
y blasón de mis servicios,
a tan grandes honras siguen
males opuestos, y es bien
que tema acechanzas viles, 125
que hablando al rey contra mí
mi gran fortuna derriben.
BIMARANO: Nuño viene allí. No aguardes;
pues no podrás resistirle;
que él trae la orden de prenderte. 130
Este campo paso libre
te ofrece. Vete. ¿: Qué esperas ?
ELVIRA: Estos principios, ¿: qué fines
pueden prometer ? ¿: Para esto
el rey me casó ?
ENRIQUE:      No eclipsen 135
tus luces nubes de llanto,
porque sus efectos tristes,
señora, podrán matarme
sin poder yo resistirles.
Príncipe, cuando la culpa 140
dentro del pecho no escribe
delitos que le acobardan,
¿: qué temores no resiste ?
Culpable yerro sería
ausentarme o encubrirme. 145
Vuelva la lealtad por mí
y ella mi defensa firme.

Salen NUñO y soldados

NUñO:      Discúlpeme el ser mandado,
Enrique, vuestra prisión.
ENRIQUE: Nuño, la satisfacción
es la que aquí os ha culpado; 150
que si orden del rey traéis
y en prenderme le servís,
en la disculpa advertís
que alguna culpa tenéis;
pues habiendo vos venido 155
cuando a prenderme llegáis
por lo menos me mostráis
que con gusto vuestro ha sido.
NUñO:      Señor, ¿: vos aquí ?

Aparte a él

BIMARANO:      Si Amor
me ha traído, ¿: qué te admira
sabiendo que adoro a Elvira ?
NUñO:      Dadme licencia, señor. 160
Yo, Enrique...
ENRIQUE:      Nuño, razones
de nada sirven aquí.
Ir preso me toca a mí
y a vos ponerme prisiones.
NUñO:      Vamos, pues.
ENRIQUE:      Si mi lealtad
vuestra alteza ha conocido, 165
sólo que informe al rey pido
y que ampare la verdad.

Llevan a ENRIQUE preso

ELVIRA: ¡ Esta ofensa está sufriendo !
¡ Este agravio en su presencia !
BIMARANO: Cualquier defensa y violencia, 170
Elvira, cuando estoy viendo
la seguridad de Enrique,
los daños puede aumentar.
Bien le pudiera librar;
pero no es bien que yo aplique 175
remedio que ha de culparle
en tal ocasión. Es llano,
aunque fuera por mi mano,
que era delito librarle.
ELVIRA: Vuestra alteza...
BIMARANO:      Yo he venido... 180
ELVIRA: ... a holgarse de mi pesar.
BIMARANO: ... a servirte y a excusar.
ELVIRA: Sólo penas le he debido.
BIMARANO: Sólo te debo la muerte,
pues habiéndote casado, 185
tu ingratitud me la ha dado.
ELVIRA: Dejadme llorar mi suerte.
Vanse ELVIRA y BIMARANO. Salen el REY, RAMIRO y criados
Ya es culpable, Ramiro, la tardanza;
que como tú en mi justa confianza
a tener vienes el lugar primero, 190
de tu tardanza mal suceso infiero.
RAMIRO: El peso, gran señor, de los cuidados,
que a mis años cansados
sepa ya vuestra alteza,
alguna vez me rinde a su grandeza 195
los embarazos del penoso día.
Los negocios que están a cuenta mía
tantos vienen a ser que al día sobrando
gran parte de la noche están gastando.
Cánsome que soy viejo, 200
y con las fuerzas fáltame el consejo.
Sentaos, y descansad; que a tal fatiga
el bien común obliga.

Siéntase el REY y RAMIRO a su lado

Por un reino lo hacéis.
RAMIRO:      Por vos lo hago,
por vos sólo; aunque a un reino satisfago. 205
¿: Por mí sólo ?
RAMIRO:      Por vos.
     Lisonja ha sido;
que otra vez no os he oído.
RAMIRO: El rey es bien común; es bien de todos
a quien le toca por diversos modos
repartir la justicia, 210
castigar la malicia,
evitar de los males los aumentos
y mirar de su estado los fomentos.
Es, en fin, quien da ser, honra y vida 215
a cuanto su persona se ve unida;
pues es de la divina omnipotencia
de Dios, el rey, segunda providencia.
Y así, si el verlo todo, el gobernarlo
os toca a vos y a mí el ejecutarlo. 220
Digo bien, que el cuidado que he tenido,
aunque del reino el interés ha sido,
sólo es por vos, pues cumple mi desvelo
la obligación y cargo que os da el cielo.
Cuando pensé que la lisonja hallaba 225
en vos el hospedaje que admiraba,
la obligación de rey me habéis mostrado
y aun casi mi descuido habéis culpado.
RAMIRO: Si yo viera, señor, que os daban gusto
lisonjas y en lo justo 230
no pensaba, que estabais advertido,
oyendo las verdades distraído,
creed que no os sirviera,
ni lo pudiera hacer aunque quisiera,
que si el lisonjear mentir ha sido, 235
y en la verdad un rey queda servido,
cuando os lisonjeara,
claro es que no os sirviera, os engañara.
Supuesto, pues, que a la verdad atento,
sólo fundo mi intento 240
en saberla de vos, y os he fiado
mi obligación, mi cargo y mi cuidado,
decid, pues, advertid, publicad daños
dándome, como siempre, desengaños.
RAMIRO: Muchas veces, señor, os he advertido 245
que de vuestros vasallos sois temido;
mas aunque os temen, riguroso os llaman
y es cierto que no os aman.
Mostraos menos severo
que amado podéis ser y justiciero. 250
Mirad, Ramiro, el padre que es prudente
al hijo hace obediente
mucho más con castigo que favores,
y cuando los rigores
se truecan con los hijos en regalos, 255
pocas veces son buenos, muchas malos.
Padre es también el rey de sus vasallos,
y como a hijos debe gobernallos,
y el rey que es respetado y es temido
amado viene a ser, no aborrecido, 260
y los que me temieren por severo
amarme deberán por justiciero.
RAMIRO: A no haberme vos dado,
señor, esta licencia....
     Sin cuidado
proseguid. No me enojo. 265
Vuestro consejo por seguro escojo.
RAMIRO: Una prisión...
     ¿: De quién ?
RAMIRO:      De vuestro amigo,
de Enrique. (Causa digo Aparte
piadosa).
     ¿: Enrique, preso ?
RAMIRO:      En vuestra ausencia
usé de esta forzosa diligencia. 270
Pues, ¿: no está perdonado ?
Y, ¿: no está por vos mismo averiguado
que yendo a caza --¡ desdichado suerte !--
a Alvar Ramírez, sin querer, dio muerte ?
RAMIRO: Si, señor, doña Mayor, hermana 275
del muerto, como parte más cercana
a quien la reina mi señora estima,
el pleito sigue y esta causa anima...
¿: Mayor, su hermana.... ?
RAMIRO:      Y ella viene a hablaros,
y por los dos aquí podrá informaros. 280

Sale doña MAYOR

Hijo del primer Alfonso,
cuyos soberanos hechos,
cuyas virtudes renombre
de católico le dieron,
nieto de Pelayo, 285
que fue azote, rayo fiero,
temor y asombro del moro,
de España blasón soberbio,
valiente rey don Froilo,
también en nombre el primero 290
como en seguir las pisadas
del padre y preclaro abuelo,
oye, escucha, pues con todos
eres sabio y justiciero,
oye a Mayor, pues mi causa 295
pide que me estés atento.
Alvar Ramírez, mi hermano,
por disposición del cielo
a manos de Enrique, al fin
desdichadamente, ha muerto. 300
No digo que el homicida
fuese culpado en el hecho,
que la intención le hace salvo,
cuando su mano condeno,
pues tirando a un jabalí 305
pasó de mi hermano el pecho,
con ser toda tu privanza
Enrique, al fin no preso
le perdona tu justicia,
pues de palacio al momento 310
le mandas salir, y mandas
que pague con su destierro
la culpa del hado impío,
delito solo y exceso 315
que cometió la desgracia,
y porque ya el casamiento
de mi hermano con Elvira
había llegado a conciertos,
quisiste que sucediese 320
Enrique en lugar del muerto,
y fuese esposo de Elvira.
Tan de prisa, tan sin tiempo,
tan en mi ofensa y agravio
que cuando vine a saberlo, 325
ya no estabais en la corte
que ausente de ella, oprimiendo
estabais las libertades
de algunos rebeldes pueblos.
Sentí, sufrí, padecí, 330
sin declarar mi tormento
pocas horas, muchos siglos,
porque cualquier breve tiempo
es eternidad de penas
en quien está padeciendo. 335
Perdona que tengo amor.
Enrique está, señor, preso
de mi orden. Yo a Ramiro
que sostiene tu gobierno
con cautela le obligué 340
a esta locura, a este exceso,
hasta que hablarte pudiese,
previniendo yo con esto
que las bodas se estorbasen,
sin que en este impedimento 345
culpe a Enrique la obediencia
de servirte, pues yo tengo
la culpa sola, y la pena
de los males que padezco.
Con permitidos favores 350
me amaba; le amé primero,
aguardando la ocasión
en que le dieses por premio
de sus servicios mi mano,
y cuando yo la deseo 355
cuando nuevos daños lloro,
por el hermano que pierdo,
cuando es razón que me ampares,
cuando más justo derecho
tengo yo de ser su esposa, 360
¿: Elvira merece serlo ?
No, señor, Enrique es mío.
No, señor. Yo sola vengo
a ser legítima parte
que soy forzosa heredero. 365
Público fue nuestro amor.
Con públicos galanteos
me sirvió y yo le estimé.
Mi opinión padece riesgo,
ignorando mi cuidado, 370
mi voluntad no sabiendo,
pudiste dársele a Elvira.
Agora es agravio hacerlo.
Enrique me ama. No es bien
entregarle a un cautiverio 375
donde ha de vivir sin alma,
y dejarme a mí muriendo.
Haz a Elvira otra merced.
No la des esposo ajeno.
No me des a mí desdichas. 380
No la des a ella contentos.
Yo soy suya. Enrique es mío,
y de nuestros bienes mesmos
no puedes tú disponer
cuando hay daño de tercero. 385
Ya no dudo en tu justicia;
ya en mi desdicha no temo.
Esta merced me conceda
y los pies por ella os beso.
A saber vuestro cuidado 390
no le mandara casar,
ni os diera yo tal pesar.
¿: Sabéis que no esté casado ?
No me promete su amor
tan pequeña confianza 395
que así pierda la esperanza.
Aún no ha seis días, señor,
que vos mandaste se hiciese
el casamiento, y sería
poca fe, desdicha mía 400
que tan de prisa estuviese.
Más de su firmeza fío
que de mí puedo fiar.
Sí; mas púdose casar.
Casarse, no, señor mío; 405
que quien ama en otra parte,
que quien a otra dama estima,
tarde a la empresa se anima.
Con pasos de hielo parte.
Pues tanto habéis confiado, 410
venga Enrique.
     No me queda
en esta parte que pueda temer,
ni que haber dudado.
No sepa a lo que ha venido 415
Enrique.
RAMIRO:      El yerro confieso,
señor. No le hubiera preso
a haber la causa sabido.
Ramiro, haz que venga Enrique.
RAMIRO: Dentro de palacio está. 420
El alma le aguarda ya.
Mis dichas, Amor, publique.

Vanse y sale GONZALO, huyendo de un ALGUACIL, y otros tras él

GONZALO: ¡ Aquí del rey y su guarda;
que me sacan de palacio !
ALGUACIL: No des voces.
GONZALO:      ¿: Cómo no ? 425
¡ Ah, del rey ! ¡ Ah, de su bando !
Daré voces. Daré gritos
con más fuerza que un muchacho
cuando tropezó, cayó,
vertió el vino y rompió el jarro. 430
ALGUACIL: Ramiro manda buscarte.
GONZALO: ¿: Búscame a mí ? Malos años
que al rey se las tiene tiesas,
y es un viejo temerario,
y sobre cualquier embuste 435
que algún soplador nefando
le haya dicho contra mí,
¿: me hará poner en un palo.
ALGUACIL: Ello ha de ser; que hemos de ir.
GONZALO: ¿: Es posible que vamos ? 440
Antón Rubio, vuélvase;
que este lugar es sagrado
y aquí no se prende a nadie.
ALGUACIL: Ese es de muchos engaño,
que también puede ejercerse 445
aquí a la luz de sus rayos
la justicia; mas ya libre,
vente conmigo, Gonzalo.
GONZALO: ¿: Qué es vente ? ¿: No es más discreto
con tres juntas de caballos 450
--de bueyes iba a decir--
con treinta mulas y un carro
no me arrancaran de aquí ?
ALGUACIL: Pues, llevaréte arrastrando.
GONZALO: ¡ Ah, de Dios ! ¡ Ah, de la casa 455
del rey ! ¿: Este desacato
se sufre ?

Quiere el ALGUACIL asir a GONZALO y salen el REY y CRIADOS

     Mirad, ¿: qué es eso ?
CRIADO: Llegad; que el rey llama.
GONZALO:      A un calvo,
a un sastre que vacila parte
con el mercader el paño, 460
y encubriéndose uno a otro
mienten ambos y hurtan ambos.
A un tabernero insolente
que da el vino bautizado,
a un pastelero judío 465
que arcas de Noé formando
encierra todo animal
desde la mosca hasta el gato,
y finalmente, a un capón
inútil que se hace gallo 470
puede arrastrar, o a quien siempre
lleva la soga arrastrando.
¡ Gonzalo !
GONZALO:      Aquí es Antón Rubio,
Antón Prieto o Antón Blanco
que da en que me ha de arrastrar. 475
Mejor le vea yo arrastrado
de colas de cuatro potros,
rijosos y mal domados.
Viene a prenderme.
     Si él viene,
causa debes de haber dado. 480
GONZALO: Cuando la diera, señor,
la inmunidad y el amparo
de tu casa ha de valerme.
Gonzalo, yo mismo mando
que no le valga mi casa 485
al delincuente o culpado.
GONZALO: Igual fuera que mandara
que a palos y sartenazos
a todos esos corchetes
arrojaran de palacio. 490
En no hablando bien de todos,
Gonzalo, y no respetando
los que justicia administraran,
teme mi enojo y tu daño.
¿: Qué has dicho ? ¿: Qué has hecho ?
GONZALO:      Nada. 495
Ramiro anda calumniando
mis palabras y mis obras.
Vive bien y habla templado.
Dejadle libre.
ALGUACIL:      No ha sido
su miedo de mal tamaño. 500

Vase el ALGUACIL

GONZALO: ¡ Vive Dios, que el alguacil
no se me ha de ir alabando !

Vase GONZALO y salen RAMIRO y ENRIQUE

ENRIQUE: La causa de mi prisión
llegar no puedo a entender.
RAMIRO: El rey solo conocer 505
puede, Enrique, la ocasión.
Llegad sin temor.

Llégase ENRIQUE

ENRIQUE:      Dudoso,
cuando te juzgo ofendido...
Enrique, seas bien venido,
que aunque me tienes quejoso, 510
tanto Ramiro te abona
que ha templado mi castigo.
Que eres tú mi fiel amigo
me dice.
RAMIRO:      (Nada perdona). Aparte 515
¿: Cómo te hallas ya sin mí ?
ENRIQUE: Como quien del sol perdió
la clara luz que gozó;
como olvidado y sin ti.
Levanta. ¿: Por qué ocasión 520
el casarte has dilatado ?
ENRIQUE: Hante, señor, engañado;
que no hubo más dilación
en llegarte a obedecer
que el tiempo que tú tardaste 525
en mandarlo.
     ¿: Te casaste ?
ENRIQUE: Elvira es ya mi mujer.
¿: Tan sin prevención ? ¿: Tan presto ?
ENRIQUE: Fue forzosa diligencia
que a tu gusto mi obediencia 530
lo halló allí todo dispuesto.
Aunque me llega a pesar
me has hecho un grande placer.
Bien sabes obedecer.
Quiérote, Enrique, abrazar; 535
que es cierto que aunque me holgara
que casado no estuvieras,
de que no me obedecieras
más, Enrique, me pesara.

Salen BIMARANO y ELVIRA con manto

ELVIRA: No me impida vuestra alteza 540
que publique mis agravios.
BIMARANO: ¡ Qué bien declaran tus labios
tu poco amor y firmeza !
ELVIRA: Es mi esposo.
BIMARANO:      Y yo, ¿: quién fui ?
ELVIRA: Quien excusarme pudiera 545
que forzada el alma diera.
BIMARANO: Pues, ¿: pude yo hacerlo ?
ELVIRA:      Sí.
¡ Infante !
BIMARANO:      Escudero soy
de una ofendida deidad.
¿: Quién es ?
BIMARANO:      Elvira, llegad. 550

Llega ELVIRA

ELVIRA: Con justas quejas estoy
a vuestros pies. Si me dais
a Enrique, señor, si fue
por vos mi esposo, ¿: por qué
tan presto me le quitáis ? 555
Bimarano, aguarda afuera.
BIMARANO: (¡ Qué crüel siempre conmigo ! Aparte
No mi hermano, mi enemigo
mejor llamarle pudiera).

Vase BIMARANO

ELVIRA: (¡ Cielos ! ¡ Enrique está aquí !) Aparte 560
Vuestro esposo os vuelvo ya.
Libre Enrique, Elvira, está.
Ramiro, volved por mí
y otra vez mirad primero
a quién prendéis, y por quién. 565
RAMIRO: ¡ Señor... !
     Miradlo más bien.

Sale doña MAYOR

Pues le he visto, ya no espero
mayor dicha.
     ¡ Qué rigor !
Enrique.
RAMIRO:      (Ocasión dudosa !) Aparte
Acompañad vuestra esposa 570
y responded a Mayor.

Vanse el REY y RAMIRO

ENRIQUE: Todo es tormentos, rigores,
todo es confusión, desvelos.
ELVIRA: ¡ Qué prisión !

Llega doña MAYOR

     ¡ Enrique !
ENRIQUE:      ¡ Ay, cielos !
¡ Cuántas penas y temores 575
me cuestas ! Aquí está Elvira.
¿: Tan pronta tus pasos sigue ?
¿: Tan resuelta me persigue ?
Su amor su constancia mira.
Vínele al rey a pedir 580
tu libertad. Ha alcanzado
el premio de su cuidado.
ELVIRA: ¿: Qué es esto, Enrique ?
ENRIQUE:      (Es morir). Aparte
ELVIRA: ¿: Suspenso y sin responderme ?
Pero si escucho a Mayor, 585
¿: qué desengaño mayor
de que has venido a ofenderme.

Vase ELVIRA

Mira que Elvira se va.
Enrique, ¿: no vas con ella ?
Síguela. Teme ofendella. 590
Tan enamorada está
que a hablar al rey ha venido
aun antes de ser tu esposa.
¡ Qué engañada, qué gozosa
a verte había yo salido ! 595
Sin prevenir, sin temer
encontrar este pesar.
¿: No la vas a acompañar ?
Bien la debes de querer.
Cuando el alma salió a verte, 600
culpando prolijos plazos,
cuando pensé darte abrazos
--mejor fuera darte muerte--
ingrato, das ocasión
para que Elvira te siga ? 605
¿: Quién duda que ya la obliga
tu mudable condición ?
ENRIQUE: (¡ Ah, rigor ! No lo ha entendido.
Mi propia muerte ha ignorado.
No piensa que estoy casado 610
ni sabe que la he perdido.
"Acompañad vuestra esposa,
y responded a Mayor,"
dijo el rey. ¿: Si nuestro amor 615
le ha dicho ? ¡ Pena forzosa !
Pero yo me he de perder
si a vista de tanto fuego
a sus dos soles me entrego.
¿: Qué la puedo responder ?) 620

Quiere irse ENRIQUE

Enrique, ¿: te vas ?
ENRIQUE:      Señora...
Que pues tú así me respondes,
alguna traición escondes.
No escondes. Ya la vi agora.
ENRIQUE: ...el rey...
     ¿: Cómo el rey ? Espera. 625
¡ Ay de mí ! Que cuando entré,
sin hablarme, el rey se fue.
¡ Y Elvira aquí ! ¡ Muerte fiera !
Mi esperanza fue locura.
¡ Irse el rey, quedarse Elvira ! 630
Sí, que a quien el rey no mira
cualquier desdicha asegura.
Más es de mi amor, temor,
Enrique, sin quejas. Ya
el rey informado está 635
y hele dicho nuestro amor.
ENRIQUE: ¡ Si él fue causa... !
     ¡ Aguarda ! ¿: Es cierto ?
ENRIQUE: Yo,--escucha--, no estoy culpado.
¡ Ah, traidor, que te has casado !
ENRIQUE: ¡ Ah, mujer, que tú me has muerto ! 640

Vase ENRIQUE

¡ Plegue a Dios que en mi venganza
te acabe traidora mano,
movida de algún tirano !
¡ Plegue a Dios que tu esperanza,
pues que la mía murió, 645
cuando en sus brazos te entregué,
en llanto entonces te anegué !
La dicha, pues, me faltó.
¡ Plegue a Dios que entre recelos
mueras con infame nombre; 650
pero no, bajo renombre
aumentan tu honor los cielos !
¡ Plegue a Dios que pueda ser
--si no me acaba el pesar--
que yo te vuelva a cobrar 655
pues no te sé aborrecer !


ACTO SEGUNDO

Salen el REY, leyendo un memorial, y CRIADOS

REY:
¿: Quién más confusión halló ?
De algún encubierto mal
me avisa este memorial,
sin saber quién me le dio. 660

Lee

"Amado y favorecido
es de todos Bimarano;
temed que aunque es vuestro hermano,
sois del pueblo aborrecido."
¡ Hola !
CRIADO:      ¿: Señor ?
     Salid presto. 665
Mirad si podéis hallar
el que me ha llegado a dar
este memorial.

Vanse los CRIADOS

     ¿: Qué es esto ?
¿: Quién me obliga a este rigor ?
"Temed que aunque es vuestro hermano..." 670
No le aborrezco yo en vano.

Salen los CRIADOS

CRIADO: Nadie hay afuera, señor.
¡ Qué gran yerro es recibir
memoria, carta o papel,
sin ver lo que viene en él, 675
sin conocer y advertir
quién es quien le llega a dar,
y allí información hacer
si es traición, por no temer;
si es verdad, por no dudar. 680
De un infante la opinión
mintiendo, --¡ oh papel !-- desdoras;
que hay también plumas traidoras
como hay manos que lo son.

Rompe el memorial y sale ENRIQUE

ENRIQUE: (¿: Dónde está el bien que perdí ? Aparte 685
¿: Dónde el mal que lloro está ?
A mi pesar vivo ya
si es vivir penar así).
Enrique, ningún placer
Ramiro hacerme pudiera, 690
que más yo le agradeciera
como llegarme a ofrecer
con tu prisión la ocasión
que yo tanto deseaba.
Muy solo sin ti me hallaba; 695
que aunque es común opinión
que un rey a nadie echa menos,
es yerro, pues su grandeza
no muda naturaleza,
y los vasallos tan buenos 700
siempre llegan falta a hacer,
y es cierto que un rey prudente
si no lo muestra, lo siente.
ENRIQUE: Quien alcanza a merecer
escuchar tan gran favor, 705
mucho debe a su fortuna.
Mi amistad siempre fue una.
ENRIQUE: Bésoos los pies, gran señor.
Siempre, Enrique, te estimé.
Fuerte materia de estado 710
fue la que te ha desterrado;
que yo no te desterré.
Y aunque llego a estar servido
de haber sabido de ti, 715
que te casaste por mí,
en parte me has ofendido
por no haberme declarado
si es que llegabas a amar,
Enrique, en otro lugar, 720
la causa de tu cuidado.
ENRIQUE: Si con gusto mío fuera,
donde el vuestro precedió,
poco mereciera yo,
poco mi obediencia hiciera. 725
¿: Luego tú casado estás
sin gusto ?
ENRIQUE:      No, señor mío.
(¡ Oh, amoroso desvarío ! Aparte
¿: Dónde con mis penas vas ?)
¿: No quieres mucho a tu esposa ? 730
¿: No la estimas ?
ENRIQUE:      Fuera culpa
poco digna de disculpa
no hacerlo ya. Es ley forzosa.
Después que la recibí,
por mi esposa debo amarla, 735
honrarla y bien estimarla,
por Dios, por vos, y por mí.
Por Dios, porque El lo mandó,
por vos, por me haber casado,
por mí, porque la he fiado 740
el honor que tengo yo.
Y pues ya os obedecí,
fuerza es ya que la he de amar,
fuerza es que la he de estimar
por Dios, por vos y por mí. 745
Justamente me ha obligado
tu gran valor. Los dos solos,
tú y Ramiro, sois los polos
sobre que fundo mi estado.
Ven acá. De tu verdad 750
he de fiar un desvelo.
(No es, advierte, aunque recelo Aparte
poner duda en su lealtad;
que a dudar de su valor
a mí me ofendiera es llano). 755
Sabes tú si Bimarano
entre el aplauso y favor
que del pueblo alcanza, llegue
con bizarra juventud
a liviandad o ingratitud 760
que sin prudencia le entregue
a escándalo conocido,
que pueda ofenderme a mí,
y que él, fiando de sí...
(¿: Qué digo ? ¡ Que voy perdido !) Aparte 765
ENRIQUE: Señor, llegarle a estimar
el pueblo, por ser hermano
del que es señor soberano,
no sé que pueda engendrar
pensamiento en él, ni en ti 770
sospecha; que al parecer
degenere de aquel ser
que él tiene por ti y por sí.
Que sale de noche sé.
¿: Dónde a divertirse va ? 775
ENRIQUE: Si te han informado ya;
lo que es público diré.
Al jardín de Nuño pasa
alguna vez, porque tiene
sitio ameno.
     ¿: Y a ser viene 780
cerca de tu calle y casa ?
ENRIQUE: Sí, señor.
     Pues prevenido
esta noche, Enrique, está;
que hemos de ir los dos allá.

Vase el REY

ENRIQUE: En vano el rey ha temido. 785

Sale GONZALO

GONZALO: Cuatro mil veces, señor...
¿: Cómo cuatro mil ? ¡ Cuarenta !
Noventa mil veces, digo,
que muy norabuena vengas
a la corte y a palacio, 790
y a la gracia del rey vuelvas;
que sin ti Gonzalo estaba
como esclavo en tierra ajena.
Tuyo soy; vuélvome a ti.
ENRIQUE: Gonzalo, a mis brazos llega. 795
GONZALO: Tú eres mi amo, no el rey.
ENRIQUE: ¿: Cómo estás ?
GONZALO:      Como en galeras
después que tú me faltaste.
Mandóme el rey que no fuera
contigo, y que me quedara, 800
y aunque me quedé por fuerza,
pensé que pescaba bogas
y se me han vuelto culebras.
ENRIQUE: ¿: De qué suerte ?
GONZALO:      Ha dado el rey
en burlarse de manera 805
conmigo sin darme nada
que pierdo ya la paciencia.
¿: Ves su semblante severo,
su compostura y modestia ?
ENRIQUE: Sí, Gonzalo.
GONZALO:      Pues no hay burla 810
que allí contra mí no quepa.
ENRIQUE: ¿: Cómo ?
GONZALO:      Descuidóseme un poco.
Deslizóseme la lengua
sobre cosas de gobierno, 815
que como es esta materia
tan larga, y todos la cantan,
aunque hay pocos que le entiendan,
yo también reformar quise.
Súpolo el rey, y por esta 820
causa manda con secreto
que me busquen, que me prendan,
y con Ramiro me asombren;
que es quien las leyes gobierna.
En fin mi culpa criminan: 825
ya me prenden, ya me sueltan,
ya me vuelven a buscar
con tan grande diligencia
que ni sé cuando es de burlas
ni menos cuando es de veras. 830
ENRIQUE: ¿: Y quién, di, te mete a ti
con el gobierno ?
GONZALO:      Si llega
la malicia a punto ya
que sobre que no la dejan
como otras veces vivir 835
con libertad de conciencia,
hace creer que no hay trigo
cuando están las trojes llenas,
cuando el que siembra perece
y lo coge el que no siembra; 840
si adivinas...
ENRIQUE:      Déjate de eso,
que no es para tu cabeza.

Sale doña MAYOR, leyendo una carta

(Aquí está el ingrato Enrique. Aparte
Necesario es que ya entienda
que ni estimo su privanza 845
ni su olvido me desvela.
Sin mirarle, ni hacer caso
de que le he visto o me vea,
delante de él pasaré
leyendo esta carta.)
ENRIQUE:      Espera. 850

Pasa MAYOR por delante de ENRIQUE, leyendo sin mirarle

GONZALO: ¿: Aun te dura todavía ?
Mayor es. ¿: Qué te embelesa ?
ENRIQUE: Mi mayor tormento, di.
GONZALO: ¿: Cuál estará la tal fembra
de ver que te hayas casado ? 855
¿: Quién de tu amor lo creyera ?
(¡ Cielos, no me habla ! ¿: Si acaso Aparte
no me ha visto ? ¿: El irme deja ?
Hablarle quiero yo misma,
y desmentir su sospecha. 860

Llega a hablarle

¡ Ay, Amor ! Estos rodeos
pienso que tú los conciertas).
Enrique, para serviros
la misma soy que antes era;
que como de tus engaños 865
y tus fingidas cautelas
no tuvo el alma noticia,
que mi pasión contuviera
te hablé allí, te miré entonces
y manifesté mis quejas, 870
no como a esposo de Elvira
pues no pensé que lo fueras.
GONZALO: (Puestos están frente a frente Aparte
rásguense bien la melena;
que yo para no estorbarlos 875
elijo picar soleta).

Vase GONZALO

Discúlpame con tu esposa,
porque no es razón que tenga
celos sin causa por quien
es menos dichosa que ella. 880
La verdad: ¿: riñóte mucho ?
¿: Mostró condición muy fiera ?
¿: Dúrala, Enrique, el enojo ?
¿: Hanse acabado las quejas ?
ENRIQUE: Ya, señora, el desengaño, 885
la verdad y la certeza
de que soy suyo, la obligan
a que mis disculpas crea.
Dices bien, que eres ya suyo,
y darte crédito es fuerza. 890
¿: Quiérete mucho en efecto ?
Mas sí querrá que es discreta.
¿: Si quiéresla mucho tú ?
Mas sí la querrás que es bella.
ENRIQUE: Como a mi esposa la estimo, 895
y Elvira también contenta
paga liberal mi amor
con regalos y ternezas.
¡ Oh, aleve ! ¿: No lo callaras ?
¡ Oh, ingrato ! ¿: No lo encubrieras 900
siquiera por lo que escucho
por no matarme siquiera ?
ENRIQUE: Si es ya obligación forzosa,
y es infame el que la niega;
si soy su marido en fin, 905
¿: en qué opinión me tuvieras
si te hablara mal de Elvira
aunque ya la aborreciera ?
Pues, ¿: fáltante a ti razones
y palabras halagüeñas, 910
que encantando los oídos
tienen nombre de sirenas,
para mudar el lenguaje
sin dar tan notorias señas 915
de que te quiere y la estimas
tan tierno cuando hablas de ella ?
Loca estoy. Yo estoy perdida.
Yo te doy la enhorabuena
de tu dicha, y de mi muerte. 920
Vete, Enrique. A Dios te queda.
ENRIQUE: Primero, Mayor hermosa,
me has de conceder licencia.
¿: Para qué ?
ENRIQUE:      Para decirte...
¿: Qué quieres decir ?
ENRIQUE:      ...mis penas, 925
mis pesares, mis tormentos,
mis congojas y tristezas.
¿: Buen modo, Enrique ? Bien dicen
que hay hombres que luego dejan,
en casándose, de ser, 930
y mudan naturaleza,
incapaces, indiscretos,
y olvidados de lo que eran.
Pero prosigue. ¿: Qué quieres ?
¿: Qué engaños decirme piensas ? 935
ENRIQUE: Ver, señora, ver que el rey
me castiga y me destierra
por la muerte de tu hermano,
que tanto dolor me cuesta.
Pensar que tú fuiste causa 940
de mi destierro, y que llegas
por su muerte a aborrecerme,
y que ya en venganza truecas
el amor de tantos años.
A ser yo tú, que en ausencia 945
de solos seis días no más
te casas, y me desprecias...
¡ Quita, quita ! No las toques.
Disculpas y agravios duerman,
que agora sí que podrán 950
despertar venganzas muertas.
ENRIQUE: Si por fuerza el rey...
     Villano,
mientes. Tu maldad confiesa.
El rey no pudo forzarte,
que no hay en las almas fuerza. 955
ENRIQUE: ¿: No basta verme muriendo ?
¿: No basta ver que padezca
sin esperanza de vida ?
Enrique, estaba tan cerca
el ver hoy que estás casado, 960
el ver que ayer no lo eras,
que pudo el alma olvidarse,
y hacer que a mi engaño vuelva;
mas ya advertida del daño
estoy. Vete, y no te atrevas 965
jamás a verme ni hablarme.
Mira que mi pecho encierra
un volcán de ardientes rayos
que de salir están cerca.
ENRIQUE: Aunque di la mano a Elvira, 970
nunca estuvo de ti ajena
el alma. Siempre fue tuya.
No es bien que a Elvira la debas.
Pues que la mano la diste,
el alma también la entrega. 975
ENRIQUE: ¡ Que te pierdo y vivo ! Adiós.
¡ Ojalá que lo sintieras
para que yo me vengara !
ENRIQUE: Ya lo siento, y ya te vengas.
A no estorbarlo el lugar... 980
Si por el lugar no fuera...
ENRIQUE: ...mi disculpa te obligara.
...tu muerte fuera más cierta.
Vete, que te la haré dar
si hablas, villano, de veras. 985
ENRIQUE: Sin ti quedo y sin mí voy.
Y yo con mi agravio muerta.

Vanse ENRIQUE y MAYOR. Salen ELVIRA y CONSTANZA a una ventana

CONSTANZA: Señora, el peligro advierto,
que ya el empeño amoroso
del infante es sospechoso. 990
Ya el tiempo trocó la suerte.
Dice en fin que has de escucharle
o que muerte se dará,
y que a hablarte aquí vendrá.
Hablarle y desengañarle 995
con prudencia es lo mejor;
que Amor es poder soldado,
si se juzga despreciado
no mira en riesgos de honor.
ELVIRA: Cuando es Enrique mi esposo, 1000
cuando pudiera temer
de su valor, su poder,
extremos de poderoso
hace contra mi opinión,
Constanza. Hablaréle ya, 1005
que en mi respuesta verá
cuán loca es su pretensión.
Quise bien, y aun quiero bien
a quien digo que aborrezco.
El alma al infante ofrezco, 1010
favor los cielos me den,
pues es fuerza confesar
que le quiero y no le quiero,
que le espero y no le espero,
que he de amar y he de olvidar. 1015

Sale BIMARANO de noche embozado

BIMARANO: Disculpe mi ciego error
quien vio crecer su esperanza,
quien ya con la confianza
llegó al cielo del favor.
Enrique con el rey queda. 1020
Esta noche he de saber
qué medio debo escoger
para que ya vivir pueda.

Llega a la ventana

Gente en la ventana está.
¿: Es Constanza ?
ELVIRA:      Y quien pretende 1025
venganza de quien ofende
tan libre esta casa ya.
¿: Es estimarme afrentarme ?
¿: Es, señor, tenerme amor,
despreciar así mi honor, 1030
y a una desdicha obligarme ?
BIMARANO: ¿: Si ha sido hazaña, señora,
dejarme sin ti y sin mí,
casarte y burlar así
a quien sabes que te adora ? 1035
ELVIRA: ¿: Pues tengo la culpa yo ?
BIMARANO: Sí, que tu rigor lo ordena.
Tú la culpa y yo la pena
tenemos.
ELVIRA:      Tú sí; yo no.

Salen el REY y ENRIQUE

Adelántate y procura 1040
saber si el infante está
en casa de Nuño ya.
BIMARANO: ¿: Esto es razón ?
ELVIRA:      Es locura.
ENRIQUE: A servirte voy.

Vase ENRIQUE

     Aquí
te aguardo.

Acércase a la ventana

ELVIRA:      Si me quisieras, 1045
mi casamiento impidieras.
BIMARANO: ¿: Pude yo impedirlo ?
ELVIRA:      Sí.
CONSTANZA: Señora, en la calle hay gente.
(Esta es la casa de Enrique). Aparte
ELVIRA: Mi ofensa más no publique. 1050
Mi deshonra más no intente.
BIMARANO: Ya mi industria prevenida
viene contra ese temor.
Constanza, aguarda.
ELVIRA:      ¡ Ah, señor !
¡ Que me has de costar la vida ! 1055

Vase doña ELVIRA

(Una ventana está abierta. Aparte
¡ Cielos, y un hombre hay aquí !)
BIMARANO: (¿: Si es que éste es Enrique ? Así
dejo su sospecha incierta).
Como yo a Enrique busqué, 1060
decir, Constanza, podrás,
y que le aguardo dirás
en casa de Nuño.
     (Hallé Aparte
más confusión, más desvelos).
CONSTANZA: En viniendo Enrique, al punto 1065
lo diré. (No es malo el punto Aparte
para desmentir recelos).

Vase CONSTANZA

(Bimarano es). Aparte
BIMARANO:      (Si es Enrique Aparte
con esto le he asegurado).

Vase BIMARANO

Mi sospechoso cuidado 1070
nuevas dudas ya publique.
En casa de Nuño, en fin,
que le aguardaba escuché.
Venga, pues, Enrique. Sabré
qué casa es ésta o jardín. 1075

Sale GONZALO con un bastoncillo en la mano, una linterna y sombrero grande

GONZALO: (Sin que haya en mí reparado Aparte
los pasos del rey siguiendo
he venido. La ocasión
es linda. Yo estoy a tiempo
de que me pague la burla 1080
con otra que le prevengo).
(Esta es justicia, y aquí Aparte
que me reconozca siento.
El se acerca. ¿: Qué he de hacer ?)
GONZALO: (Ahora con mi burla empieza). Aparte 1085
¿: Quién es quien va a la justicia ?
¿: Qué se turba ? Diga presto.
(Mal hice en quedarme solo). Aparte
GONZALO: Algún ladrón encubierto
debe ser. ¿: No me responde ? 1090
Sí respondo.
GONZALO:      Pues, ya es tiempo.
Diga quién es brevemente.
Poco os importa saberlo,
y el no decirlo me importa.
Siga adelante. Yo os ruego 1095
que no me reconozcáis.
GONZALO: ¿: Cómo, cómo ? ¡ Bueno es eso !
¿: Ladroncito no sois vos ?
Diga el nombre, o ¡ vive el cielo !...
No juréis. No os enojéis. 1100
Que decir quién soy no puedo.
GONZALO: Pues, vuesamerced perdone
porque le he de llevar preso.
No os acerquéis.
GONZALO:      ¿: Cómo no ?
Descomedido grosero, 1105
¿: con los ministros del rey... ?
Tratadme más bien.
GONZALO:      No quiero,
que estoy la justicia yo,
y traigo al rey en el cuerpo.
Señor, hidalgo, esa vara 1110
sé yo muy bien que os la dieron
para que seáis cortés,
reportado y muy atento.
Para prender delincuentes, 1115
para castigar excesos,
no para tratarlos mal,
pues sólo os toca prenderlos,
no afrentarlos ni injuriarlos.
GONZALO: ¡ Bien con eso comeremos ! 1120
Enmendaos, por vida vuestra,
que a saberlo el rey,...
GONZALO:      ¡ Consejos,
respuestas y sermoncitos !
¿: Hay mayor atrevimiento ?
No huya. Vengan las armas; 1125
que le echaré si me empeño...
¿: Adónde ?
GONZALO:      ¿: Qué me replica ?
No replico. Deteneos.
GONZALO: ¡ Resistencia ! ¡ Resistencia !
¡ Aquí del rey !
     ¡ Quedo, quedo ! 1130
GONZALO: ¡ Resistencia !
     No deis voces.
(Que me conozcan recelo). Aparte
GONZALO: Diga quién es.
     Un criado
soy de Enrique.
GONZALO:      Es embeleco.
Verdad es. Esta es su casa. 1135
GONZALO: Pues, ¿: cómo no os entráis dentro ?
Que aguardase aquí mandó.
GONZALO: ¿: De qué le servís, mancebo ?
¿: De bravo para la noche,
de alcahuete o broquelero ? 1140
De lo que manda le sirvo.
GONZALO: Ahora bueno está. Yo os creo.
(Peguésela). Aparte
     A los criados
de tan grandes caballeros
como Enrique, es justa cosa 1145
guardarles todo respeto.
¡ Notable humor de alguacil !
¿: Cómo os llamáis ?
GONZALO:      Juan de Diego,
que nunca hizo mal a nadie
sino coger su dinero. 1150

Descúbrese y conócele el REY

Hablad a Enrique.
GONZALO:      Sí, haré.
"Ite in pace" y recogeos.
¡ Gonzalo !
GONZALO:      ¿: Quién sino yo ?
¿: Tú has tenido atrevimiento ?
GONZALO: ¿: Señor... ?
     Villano ignorante. 1155
GONZALO: Todo ha sido chanza y juego.
No entres en palacio más.
GONZALO: No pensé yo...
     Vete, necio.
GONZALO: Acabóse. En la ceniza
hemos dado con los huevos. 1160

Vase GONZALO

¡ Qué atrevido ! Enrique tarda;
mas, ¿: si es él que viene ? Quiero
nombrarle.

Sale ENRIQUE

ENRIQUE:      ¿: No está aquí el rey ?
¡ Enrique !
ENRIQUE:      Mudado ha puesto.
Cerca de mi casa está. 1165
Que no está el infante, es cierto,
señor, en casa de Nuño.
Enrique, mirad primero,
si me servís, si es verdad
lo que decís.
ENRIQUE:      Pues, ¿: yo puedo 1170
no serviros, no decirla ?
Alguna sospecha tengo.
ENRIQUE: ¿: Sospecha de que os engaño ?
Si he sido, señor, yo el mesmo
que en casa de Nuño os trae, 1175
...................... -e-o].
Si el infante a vuestra casa
viene a buscaros, bien pienso,
si pienso que le servís
más que a mí.
ENRIQUE:      Menos entiendo 1180
la culpa que me estáis dando.
Declararme más espero.
El infante vino aquí,
y en esa ventana...
ENRIQUE:      ¡ Ay, cielos !
Habló con una criada 1185
y dijo--yo estuve atento--
que a vos os buscaba, Enrique;
que os dijesen en viniendo
que en casa de Nuño fueseis.
Mirad, si viene bien esto 1190
con decir que no está allá.
Yo, Enrique, lo escuché. Presto
sabré yo mismo...
ENRIQUE:      Señor,
si Nuño... si yo no acierto...
No os he menester. Quedaos. 1195
(Bien dudo. No en vano temo). Aparte

Vase el REY

ENRIQUE: ¿: Buscarme el infante a mí
a estas horas ? ¿: A qué efecto
a mis ventanas de noche ?
Pero agora, ¿: con qué intento 1200
puede buscarme el infante ?
Ir él mismo ahora me acuerdo,
adonde estaba mi aldea,
ser él mismo el mensajero
de que me iban a prender, 1205
pudiendo hallar otro medio
para avisarme. ¡ Ay de mí !
¿: Despeñado pensamiento !
¿: Dónde vas ? ¿: Dónde me llevas ?
Yo me abraso. Yo me pierdo. 1210
Venir a mi casa agora,
si en palacio le hablo y veo,
decir que en casa de Nuño
me aguarda también ? ¿: Qué es esto ? 1215
Escucharlo el rey. Decirme,
"Enrique, mirad primero
si me servís, si es verdad
lo que decís". Irse luego,
sin querer que le acompañe. 1220
Algún trato, algún concierto
en que me juzga culpado
sabe el rey; pero yo llego
a sentir contra el infante.
Un mar confuso navego 1225
de borrascas y peligros,
de sospechas y recelos,
pues si disculpo al infante
a mi propia causa vuelvo.
¡ El rey le halló a mis ventanas 1230
y a tales horas ! Teneos,
cuidados tristes. Pasad,
confusas olas, que el centro
me mostráis de mis desdichas;
que parece que tropiezo 1235
más con ellas mientras más
por no encontrarlos rodeo;
porque su virtud, mi esposa,
ser yo de esta casa dueño..,
¡ Oh, lengua vil ! Claro está. 1240
Tú lo dices. Tú hablas de ello.
Pero ya el alba despierta
y yo imagino que sueño;
que en la sospecha hallo muerte,
y en la disculpa hallo fuego. 1245

Vase ENRIQUE. sale doña MAYOR

Felices son los días
que el labrador en soledades pasa,
pues todas sus porfías
se alejan de una humilde casa,
viviendo jubilado 1250
del ruido de palacio no excusado.
Levántase gozoso
al tiempo que la aurora se levanta,
cuando en su estrado hermoso
vestir la mira de belleza tanta, 1255
que vertiendo candores
siembra el campo de luces y de flores.
A las aves doradas
despierta con sus rústicas pisadas,
que a coros divididas 1260
por mil cumbres de rayos coronadas,
mirando el rojo oriente
al nuevo sol saludan dulcemente.
Absorto de esta gloria,
los ojos vuelve al campo matizado, 1265
y entre la memoria
allí mira el rocío aljofarado
guarnecer la violeta,
la grave rosa y cándida morgueta.
Allí mira verterse 1270
la clara fuentecilla entre la hierba;
ya en ella pudo verse
retozar el corderillo tras la cierva;
el sol baña los llanos,
y espigas vuelve los vertidos granos. 1275
La sazonada fruta
él la descuelga de la opima rama,
su cansancio conmuta
el verde soto en regalada cama;
que si hay gloria en el suelo, 1280
en aquella quietud la puso el cielo.
No hallo lugar seguro,
después que vi burlada mi esperanza,
unas veces procuro
tomar de mi desprecio cruel venganza, 1285
otras--¡ qué amor tan necio !--
disculpo a Enrique. Olvido mi desprecio.
Ya es llanto, ya tristeza,
lo que antes gloria: ver a mi enemigo.
La confusa grandeza 1290
de este palacio, es para mí castigo.
Este jardín, sus flores
me diviertan y templen mis rigores.

Salen el REY, BIMARANO y RAMIRO. Escóndese MAYOR

¿: Adónde, infante, estuviste
anoche ?
BIMARANO:      (¡ El pesar me acabe ! Aparte 1295
Que salí, sin duda, sabe).
¿: No respondes ? ¿: Dónde fuiste ?
BIMARANO: Señor, que salí es verdad.
¿: Quién fue con vos ?
BIMARANO:      Solo fui.
¿: Vos solo y de noche ? ¿: Así 1300
desprecias la majestad ?
¿: Con quién hablasteis ?
BIMARANO:      (Recelo Aparte
que fue Enrique el que llegó,
o que alguno me siguió.
La verdad importa. ¡ Ah, cielo !) 1305
A su casa fui a buscar
a Enrique, que como alcanza
tanto con vos su privanza,
quise...
     Pues, ¿: no había lugar
en palacio para hablarle 1310
sin ir a su casa vos ?
¿: Qué teníais que hablar los dos ?
¿: A qué fuisteis a buscarle ?
BIMARANO: He sabido que tratáis 1315
de enviar embajador
a Francia, y quiero, señor,
si vos licencia me dais,
ser yo quien a Carlo Magno
lleve la embajada vuestra, 1320
y quise...
     (¡ Bizarra muestra Aparte
de un infante que es mi hermano !)
BIMARANO: ...que Enrique os lo suplicara.
No es para vos esa acción.
BIMARANO: (No hallé otra satisfacción Aparte 1325
que más a mi amor cuadrara).
¿: Dónde fuiste más ?
BIMARANO:      No hallé
a Enrique...

MAYOR oculta

     ¡ El rey está aquí !
BIMARANO: ...y al punto me recogí.
(Sin causa a Enrique culpé. Aparte 1330
Honrarle y premiarle espero.
De la verdad me ha informado).
Sobre lo que hemos tratado
enviar, Ramiro, quiero
a Enrique a Francia. Ve, pues, 1335
y di que venga a hablar
que hoy le pienso despachar.
RAMIRO: Digna empresa suya es.
Su prudencia a Carlo Magno
podrá tu intento advertir. 1340
Vos, moderad el salir
de noche; que sois mi hermano.

Vase el REY

BIMARANO: ¡ Fuerte condición !

Vase BIMARANO

     No hay parte,
no hay tan remoto lugar
donde no halle mi pesar 1345
................. -arte].
Al rey escuché que envía
a Francia a Enrique, y es tal
en mí esta pasión mortal
que lo mismo que podía 1350
ser consuelo, me atormenta.
Lloraba el verle presente,
y ya el pensar que se ausente
penas a penas aumenta.

Sale ENRIQUE

ENRIQUE: Aquí dicen que está el rey. 1355
En fuerte ocasión me envía
a Francia; que si porfía
habré de ir. Su gusto es ley.
Mas como en entrando en casa
Constanza fiel me avisó 1360
lo mismo que sabía yo,
a necia sospecha pasa
mi desvelo.
     ¿: Venís ya
de camino ?

ENRIQUE, sin hacerle caso

ENRIQUE:      Mas bien pudo.
Sí, pudo ser. No lo dudo 1365
viendo que culpada está,
para mejor encubrir
si es engaño su traición
usar de esta prevención.
¡ Ea, dejadme vivir 1370
dudas, ya basta el rigor !
¿: Nace ese divertimiento
de la ausencia ? ¿: Es sentimiento
de finezas que hace Amor
porque dejáis vuestra esposa ? 1375
ENRIQUE: ¿: Aquí estáis, señora mía ?
¡ Buena anda la fantasía !

Como abstraído

ENRIQUE: Es obligación forzosa.
¿: Qué decís ?
ENRIQUE:      (Retiraréla Aparte
a una aldea. Es desacierto 1380
que si no es mi agravio cierto
y es engaño. Ofenderéla.
La confianza ha de ser
la que ha de volver por mí.
Si no me ha ofendido, sí; 1385
mas si me llega a ofender,
¿: qué importará mi cautela,
el retiro ni el lugar,
si allí me sabría buscar
mi deshonra ? ¡ Mataréla !) 1390

Pone furioso la mano a la daga

¿: Qué es esto, Enrique ?
ENRIQUE:      Señora,
¿: mandáis algo para Francia ?
(¡ Qué imprudencia ! ¡ Qué ignorancia ! Aparte
Sin sentido estaba agora).
¿: Qué turbaciones son éstas, 1395
Enrique ?
ENRIQUE:      (Miente el recelo, Aparte
que Elvira es ángel del cielo).
¡ Ah, Mayor, lo que me cuestas !
¿: Por qué, señor ?
ENRIQUE:      ¡ Triste suerte !
Porque me casé con quien 1400
no sé si me quiere bien;
que a ser tú mi esposa--advierte--
contento partiera yo.
(Honor, contento partieras; Aparte
que mujer que ama de veras 1405
nunca a su esposo ofendió).
Pues, ¿: Elvira... ?
ENRIQUE:      Sí, señora,
Elvira es mi propio honor.
Oye, ¿: no estima tu amor ?
ENRIQUE: Yo la estimo. Ella me adora. 1410
Pues, ¿: qué causa... ?
ENRIQUE:      (¡ Dura ley !) Aparte
¿: Qué te obliga ? Escucha, advierte...
ENRIQUE: ¡ Ah, Mayor, que me das muerte !
Mira, Enrique...
ENRIQUE:      ¡ El rey, el rey ! 1415

Detiénele MAYOR el brazo, y éntrase ENRIQUE sin escucharla


ACTO TERCERO

Salen doña MAYOR, ELVIRA y criados

ELVIRA: Al campo me habéis traído,
Mayor, y mucho cuidado
vuestra prevención me ha dado.
Decid, ¿: a qué hemos venido ?
Si son vuestras impacientes 1420
ansias de celos o amores,
no es bien lo rían las flores,
o lo murmuren las fuentes.
Y si a nuestras amistades
consejos queréis pedir, 1425
no era menester venir
buscando las soledades.
Son tan grandes los rigores
de mis males inclementes,
que han de enternecer las fuentes 1430
la soledad y las flores.
Y así, porque mis cuidados
con lástima os ablandaran,
quisiera que nos dejaran
a solas esos criados. 1435
ELVIRA: Junto a esa fuente aguardad,
o todos volved a casa
mientras que la tarde pasa.

Vanse los criados

Hermana Elvira, escuchad:
Vuestra dicha y mi desgracia 1440
que las dos parejas corren,
una en los bienes que logra,
otra en los males que escoge,
os dio a Enrique, me quitó
a Enrique. Mil años goce 1445
de la dicha de ser vuestro,
sin que la envidia lo estorbe.
Hizo el rey de su elección
una justicia. Envióle
a Francia para que a Carlos 1450
detenidamente informe
de sus piadosos intentos,
y unido sus escuadrones
con los de Froilo, al moro
soberbio, de España arrojen. 1455
Perdonad si es que mi amor
declaro, pues está en orden
que le declare por firme,
sin que mi opinión desdore.
Vi partir a Enrique yo; 1460
mas él, que de mí conoce
que aun entre muestras cenizas
centellas vivas se esconden,
fue sin despedir de mí.
Fuése por fin y dejóme 1465
con sus confusos desvelos
como suele cuando oye
la piadosa madre a un hijo
a quien poderosos golpes
del tiempo y de la Fortuna 1470
agravios y sinrazones
del hado esquivo contrastan
que a morir ya le disponen.
Un año, un mes, cuatro días
ha que partió de la corte 1475
Enrique, y aun los minutos
con ser las partes menores
de las horas he contado
con sollozos y clamores.
Ya, pues, de los Pirineos 1480
los muy elevados montes
atraviesa cuando vuelve
de Francia, pero en un bosque
la traición le salió al paso.
Bien pienso que sabéis donde 1485
está. Cautivo le tienen
entre bárbaras prisiones,
sin que el rey sepa de Enrique
sin que, para que se compre
su libertad, sepa el oro 1490
que parte o lugar le esconde.
Vos sabéis de él y el infante.
No son cifras, no son motes
oscuros. Ya me declaro,
que por encubrir errores, 1495
que ya el tiempo manifiesta,
que por afrentas no aborten,
del hurto que el vientre encierra
y os da tan bajo nombre,
hacéis que Enrique padezca. 1500
¡ Qué agravio ! ¡ Maldad enorme !
¿: No había otro modo, señora,
no había otro medio que corte
diese a tan grande desdicha,
sin que a bárbaros traidores 1505
le entregarais ? Esto es hecho.
Ya sé en fin que un moro noble
prevenido del infante
tiene a Enrique en una torre,
hasta que vivas afrentas 1510
hagan parto, agravios doblen.
Hoy de una criada vuestra,
sin que alguna cosa ignore,
supe toda la verdad, 1515
y mi amor que reconoce
el peligro que os aguarda,
la industria imposibles rompe.
Pedí licencia a la reina
y antes que a palacio torne, 1520
no por Enrique, por mí
--que ya por mi cuenta corre
su opinión porque le quise--
no he de sufrir que se borre
su fama publicamente. 1525
Vuestra casa no es conforme
al secreto de este caso.
La industria y recato ahoguen,
cubran, sepulten, desmientan
los ya esparcidos rumores, 1530
que si se acredita más,
que si en viles intenciones
crece la fama en tu lengua
de afrentosos detractores,
el de Enrique y vuestro honor 1535
veréis vender a pregones.
Y temed que Enrique es rayo
y éste lo más fuerte rompe.
ELVIRA: Para decirme pesares,
para vengaros de mí, 1540
para avergonzarme así,
para hacer mis ojos mares,
¿: tanto me habéis prevenido ?
¿: Tanto lo habéis dilatado,
y al campo me habéis sacado ? 1545
Decís bien. Traición ha sido.
Que en mi afrenta descubierta,
llegándose ya a saber,
quereros vos atrever
a abrir al dolor la puerta, 1550
darme aquí pesar tan fuerte
y sin otra prevención
cogerme el alma a traición
es querer darme la muerte.
Elvira, señora, amiga, 1555
el llegarme a declarar,
no es para daros pesar
y esta diligencia obliga
al que agora recibís.
Sólo he venido a serviros. 1560
ELVIRA: ¡ Crüel sois !
     Sólo advertiros
el gran riesgo en que vivís.
ELVIRA: Si vuestro pasado amor
pretende tomar venganza
de mí, la mayor alcanza 1565
con el castigo mayor.
No es venganza, antes piedad.
Bien podéis de mí fiaros.
¿: Quién podrá mejor guardaros
que yo secreto y lealtad ? 1570
ELVIRA: Vuestras razones--¡ ah, cielos !--
mi muerte vienen a ser.
Ya en tierra veréis caer
la planta.
     ¡ Tristes desvelos !
ELVIRA: Ya dando el infame fruto 1575
veréis deshacer su pompa
cuando las entrañas rompa
y pague el torpe tributo.

Abrázase con ella

Elvira...
ELVIRA:      Amparo en vos tenga
quien tal pena os ha debido. 1580
Mira.
ELVIRA:      ¡ Oh, Enrique ofendido,
mi propia culpa te venga !

Vanse y salen ENRIQUE y GONZALO

ENRIQUE: Partí sin alma. Encomendé la vida
a una sospecha fiera a la partida,
y tratóla de suerte, 1585
que a cada paso daba con mi muerte.
Las honras, las mercedes y favores
que recibí de Carlos, en rigores
mi pena los trocaba.
En nada alivio mi desvelo hallaba, 1590
sólo el volverme aprisa prometía
algún consuelo, y cuando ya volvía
--¡ ah, Gonzalo !--contigo
descansé el alma, hallé mayor castigo.
GONZALO: Partí, señor, también con mi cuidado, 1595
que de su gracia el rey me ha desterrado
por mis burlas, que no es razón que en veras
ni burlas con el rey se partan peras.
Iba huyendo, señor, de Juan de Diego,
de mí mismo, y fui a dar con mayor fuego, 1600
pues a poca distancia
después de andar en fin ruta la Francia,
cien galgos nos echaron,
que como a liebres viles nos trataron
llevándonos cautivos. 1605
Milagro ha sido el escaparnos vivos,
y que el perrazo Hamet tan noble fuese
que libertad nos diese,
habiendo él sido quien nos la ha quitado.
ENRIQUE: No fue sin prevención, no sin cuidado, 1610
nuestra prisión. Más causa tuvo, advierte,
de la que muestra mi enemiga suerte
si bien no he conocido
quien de tanta traición el dueño ha sido. 1615
Más piadoso fue el moro
pues no estimando el oro
que por nuestro rescate le ofrecía,
compadecido de la pena mía,
tan liberal conmigo se ha portado. 1620
GONZALO: Es un moro de bien; aunque he notado
que el mejor moro nueve faltas tiene
como mujer que a estar preñada viene.
ENRIQUE: ¿: Y cuáles son, Gonzalo ?
GONZALO:      Es la primera
no tener nuestra fe que es verdadera. 1625
La segunda es ser perros,
y perros, como dicen, can cencerros.
La tercer falta de estos moros viles
es comer cabra y no comer perniles.
La cuarta falta es ver que estos podencos 1630
sean maridos mostrencos
para toda mujer, y que con siete
o con setenta case allí un Hamete,
sin que se halle el perrazo embarazado,
cuando una sola da tanto cuidado. 1635
ENRIQUE: Bueno está, no prosigas.
GONZALO: Fáltame por decir.
ENRIQUE:      Pues, no lo digas.
GONZALO: Hasta la falta nueve
que un moro que agua bebe...
ENRIQUE: Que calles digo.
GONZALO:      Digo que callo; 1640
pero pues no he de hablar, ponte a caballo,
y pues quieres de noche hacer la entrada,
lleguemos a tu casa deseada,
que ya es noche.
ENRIQUE:      Gonzalo, si pudiera
yo mismo de mí mismo, me encubriera. 1645
No sé qué desconsuelo
aflige al mal con mortal desvelo.
Un año, pues, Gonzalo, y aun más días
ha ya que lucho con desdichas mías
y a mi esposa no veo. 1650
GONZALO: Cerca estás de cumplir ese deseo;
pero, ¿: por qué con tal secreto vienes ?
¿: Por qué, señor, previenes
y rehusas que sepan que has venido ?
ENRIQUE: Causa tiene el haberlo prevenido. 1655

Dice ELVIRA dentro

ELVIRA: Tú me has de quitar la vida.

Dice MAYOR entre unos ramos, sin que vean a ELVIRA

¡ Qué desdichada a ser vienes !
ENRIQUE: Gonzalo, oye.
ELVIRA:      ¡ Tú me has muerto !
ENRIQUE: ¿: Quién se queja ?
GONZALO:      Alguien que duerme
a falta de colchón blando 1660
sobre el duro campo verde.
ELVIRA: Yo muero con justa causa.
ENRIQUE: ¿: Oyes ?
GONZALO:      Sí.
ELVIRA:      Cierta es mi muerte.
ENRIQUE: Entre estos árboles llega,
y escucha la voz.
GONZALO:      ¿: Quién muere ? 1665
¿: Quién pena ? ¿: Quién va ?
     ¡ Ay, amigo,
llégate por Dios !
GONZALO:      ¿: Qué gente ?
ENRIQUE: ¡ Quita ! ¡ Apártate ! ¿: Quién son ?
Dos afligidas mujeres.

Salen las dos. ELVIRA acelerada

ELVIRA: Señor, quienquiera que seáis, 1670
la causa y mi triste suerte
más lugar no me permite.
De este diamante que tiene
algún valor os servid,
y a Nuño Ordóñez se entregue 1675
aquesa prenda del alma.
Ven, amiga, no me dejes.

Dale un envoltorio

ENRIQUE: ¿: A quién se ha de dar ?
ELVIRA:      A Nuño,
y puede ser que no os pese,
que tiene padre muy noble. 1680

Vanse las dos

ENRIQUE: Sueño el suceso parece.
Llega, Gonzalo.
GONZALO:      No es nada
lo que entre flores se envuelve.
Seor Chicote. No responde,
ni habla, ni llora, ni siente. 1685
¿: Eres infante o infanta ?
Niño es. ¿: Qué te suspende ?
El nació muerto.
ENRIQUE:      ¿: Qué dices ?
GONZALO: Que al Limbo el alma desciende.
ENRIQUE: Aparta.
GONZALO:      No hay que apartar. 1690
El no vive.
ENRIQUE:      Así conviene
que muerto a Nuño le demos.
(Mi temor mis penas crecen). Aparte
Llévale, Gonzalo.
GONZALO:      Ya,
le llevaré aunque me pese. 1695
ENRIQUE: Todo es pasiones, desdichas,
todo confusiones, muerte,
todo asombros --¡ ay de mí !--
¡ Cielos piadosos, valedme !

Vanse los dos. Salen el infante BIMARANO y NUÑO

NUÑO:      Público tu amor está.
BIMARANO: Nuño, aconséjasme en vano. 1700
Confieso que soy tirano
con Enrique; pero ya
cuando la vida y honor
de Elvira se pone en medio,
el más seguro remedio 1705
es usar de este rigor.
Ninguno debe culparme
porque en tan triste suceso
el tener a Enrique preso
sólo puede asegurarme.
NUÑO:      El rey le estima, y si llega 1710
a saber que la ocasión
has sido de su prisión...
BIMARANO: Ya, Nuño, la causa niega.
Cuando la razón me advierte 1715
que como a Elvira importara
si el mismo rey lo estorbara,
al mismo rey diera muerte.

Salen el REY y RAMIRO

¿: Cómo ? ¿: Darme muerte a mí ?
¿: Haslo, Ramiro, escuchado ?
NUÑO:      El rey viene.
BIMARANO:      ¿: Qué cuidado ? 1720
Disimular quiero aquí;
que aunque averiguado tengo
su delito, su pasión
con más segura prisión,
Ramiro, fundar prevengo. 1725
RAMIRO: Mira, primero.
BIMARANO:      ¡ Señor !
Infante, aparte me escucha.
Oye. (Mi paciencia es mucha Aparte
cuando sé que fue traidor).
Parece que siempre opuesto 1730
a mi gusto, Bimarano,
olvidas que eres mi hermano,
y que libre y descompuesto
sólo te acuerdas de darme
un pesar y otro pesar, 1735
sin temer, sin recelar
que podré, infante, enojarme.
A prevenirte he llegado
que de mi favor no abuses,
y aplausos del pueblo excuses, 1740
y tú, imprudente, llevado
de tu loca inclinación,
dejando lisonjearte,
haces consultas aparte.
No entiendo con qué intención. 1745
Hete mandado también
que moderes el salir
de noche, y dejes de ir
de Nuño al jardín, si bien
de todo disculpa das; 1750
mas con estar advertido,
sales de noche atrevido,
y en casa de Nuño vas.
Tira la rienda al deseo,
míralo, hermano, mejor 1755
que esto es amor, no rigor,
porque despeñarte veo.
También, oye, me informaron
que Enrique vive en prisión
y que eres tú la ocasión. 1760
No lo creo. Me engañaron.
BIMARANO: Disculpar, señor, pudiera
vuestra alteza desvaríos
de loca edad, por ser míos
sin que otro nombre les diera. 1765
Ya es rigor y aun tiranía
fiar tan poco de mí,
reñirme y tratarme así,
y es mucha paciencia mía.
Decís bien. Muy necio estoy. 1770
No os lo diré, infante, más.
Idos, pues. Idos.
BIMARANO:      Jamás
causa a tus disgustos doy.
(Mi pena, Elvira querida, Aparte
tu cielo en gloria convierte, 1775
que no he de dejar de verte
aunque me quiten la vida.
Justa venganza prevengo.
¡ Que a un hermano trate así !
Tema y guárdese de mí; 1780
que amigos y valor tengo.)

Vanse BIMARANO y NUÑO

Más su disculpa me ofende,
Ramiro, que esta respuesta.
Su libertad manifiesta.
No hayas miedo que se enmiende. 1785
Sus pasos he de atajar
si se despeñan.
RAMIRO:      Advierte.
Yo mismo le he de dar muerte
si no se quiere enmendar.
RAMIRO: Nacer su inquietud podría 1790
de algún empeño amoroso.
De ese indicio sospechoso
nace mi melancolía
porque hay lengua que publique
que el no saberse de Enrique 1795
es causa...
RAMIRO:      No se publique
tu pasión.
     La sombra oscura
de la noche ha de ayudarme
a salir de este cuidado.
Ven. Yo mismo disfrazado 1800
he de ir a desengañarme.

Vanse el REY y RAMIRO. Ponen luces sobre un bufete. Salen ENRIQUE, MAYOR, ELVIRA y CONSTANZA. ELVIRA turbada

ELVIRA: ¡ Señor, bien tan deseado
tan de repente venido !
(¡ Ay Mayor, ángel has sido Aparte
pues de casa me has sacado !) 1805
¿: Sin avisarme, señor ?
ENRIQUE: Yo solo quise ganar
las albricias.
     (¡ Qué pesar !) Aparte
ENRIQUE: ¿: Vos en mi casa Mayor ?
No fue entero el placer 1810
si esta dicha no tuviera.
(A tardarnos más, ¿: qué fuera ?) Aparte
ENRIQUE: (Grande mal puedo temer. Aparte
¡ Dentro en mi casa Mayor ! 1815
¡ Y Elvira turbada ! ¡ Cielos !
Todo es confusos desvelos.
Vamos más de espacio, honor.
Todo a destrüirme aspira.)

Mira la sortija que le dieron

(Que esta sortija --¡ ay de mí !-- 1820
al tiempo que me partí
puse yo en su mano a Elvira).

Habla ELVIRA en secreto a CONSTANZA

ELVIRA: Haz que avisen al infante,
Constanza, como ha venido
Enrique.
     (Desdicha ha sido Aparte 1825
que en ocasión semejante
viniese).
CONSTANZA:      Iréle a avisar.

Vase CONSTANZA. Salen NUÑO y GONZALO

GONZALO: Aquí está Nuño, señor.
ENRIQUE: Nuño.
ELVIRA:      (¡ Qué fiero rigor !) Aparte
NUÑO:      (Confuso le llego a hablar). Aparte
Señor Enrique, si hubiera 1830
vuestra venida sabido,
antes hubiera venido
a serviros, sin que fuera
menester llamarme.
ELVIRA:      (¡ Ah, cielos !) Aparte
NUÑO:      ¿: Qué me mandáis ?
ENRIQUE:      Un cuidado,
sin saber quién me la ha dado. 1835
(Creciendo van mis desvelos). Aparte
A llamaros me obligó.
Perdonad el no ir yo allá
que bien disculpado está
quien de camino llegó.
NUÑO:      Agraviaréis mi amistad 1840
si me habláis, Enrique, así.
Ved en lo que os servís de mí.

Quiere hablar ELVIRA a NUÑO, turbada

ELVIRA: Nuño... (¡ Ay, Dios ! ¡ Qué crueldad !) Aparte
ENRIQUE: Entre esa arboleda umbrosa
de esta casa no muy lejos 1845
que se mira en dos espejos
cristal de una fuente hermosa,
cuando ya la sombra oscura
los primeros pasos da,
y la noche triste ya 1850
sus tinieblas apresura,
llegué con este criado...
ELVIRA: (¡ Ah, Mayor ! Que me has vendido). Aparte
ENRIQUE: ...a escuchar el dulce ruido
de esa fuente.
     (¡ Qué cuidado !) Aparte 1855
ENRIQUE: No de este lugar distante
confusas voces oí.
Llegué y dos mujeres vi
que me pusieron delante
una flor, con quien la muerte 1860
mostró tirano rigor;
pues al nacer esta flor...
ELVIRA: (¡ Ah, traidora !) Aparte
     (¡ Trance fuerte !) Aparte
ENRIQUE: ...sin vida luego quedó.
Mandóme su infelice madre 1865
no que la diera a su padre,
que a vos os la diera yo.
Gonzalo os entregará
la prenda que os he confiado.
Para esto os he llamado. 1870
GONZALO: Vámonos, Nuño.
NUÑO:      Voy ya.
Si el mayor castigo hubiera
la desdicha prevenido,
ninguno hubiera escogido
que menos que éste no fuera. 1875

Vanse NUÑO y GONZALO

ENRIQUE: A mí me dio este diamante.
¿: Conocéislo vos, señora ?
ELVIRA: Mi traición, mi muerte agora
os da venganza bastante.

Demáyase

¡ Nuño ! ¡ Ay, cielos ! Pues, ¿: así 1880
dejas sola una mujer
sin quererla defender ?
¿: Qué he de hacer ? No sé de mí.
¡ Ah, qué desdichada suerte !
¿: No hay quién este daño impida ? 1885
¿: No hay quién ampare una vida ?
¿: No hay quién estorbe una muerte ?
ENRIQUE: Enrique, agora el valor
es cuando más se acredita.
A mayor golpe, a mayores 1890
injurias que el hado envía;
mayor pecho, más constante,
el alma noble resista.
Pero, ¿: a quién le sucedió
que al tiempo cuando porfían 1895
mis agravios contra mí,
cuando dudas enemigas
empezaban a nacer,
que así llegué a advertirlas.
Mi propio rey, mi obediencia 1900
a Francia entonces me envía,
y allí mi afrenta también
sin que me pierda de vista.
Me sigue, pues cuando vuelvo,
como estaba tan crecida 1905
mi infamia, al paso me sale
y ella propia me cautiva.
A encontrarme se adelanta
que aun no aguardó--¡ suerte impía !--
a que llegase a mi casa. 1910
Mas sí aguardó, pues me avisa.
Señora, volved en vos.
Responded a Enrique Elvira.
¿: Si está muerta ? ¡ Santos cielos ! 1915
Responded a Enrique, Elvira.
Oye, esposa--¡ oh lengua infame !--
injusto nombre la aplicas.
¡ Ah, Elvira ! Vuelve a vivir,
vuelve a su prisión antigua 1920
el alma, porque la muerte
ejercerá la afrenta mía.
Vuelve a vivir, que otra pena
mi venganza determina.
ELVIRA: ¡ Infante !
ENRIQUE:      ¡ Aleve ! ¿: Aun le nombras ? 1925
Mi venganza ya consiga
la gloria que espera el alma.
¡ Muere desdichada Elvira !

Dala de puñaladas y ella misma se entra arrastrando. Salen el REY y RAMIRO

¡ Qué desgraciado suceso !
Bien este caso temía. 1930
Id tras él, Ramiro. Haced
que le prendan, que le sigan.

Ruido de dentro

RAMIRO: Desde un balcón a la calle
el cadáver precipita.

Dentro

ENRIQUE: Aguarda, Nuño alevoso, 1935
y cuantos mi agravio animan.
Temed, temed mi castigo;
que mi furor rayos vibra.

Sale MAYOR

Señor...
     ¿: Tú en casa de Enrique ?
Corre el velo, la cortina 1940
a la luz del desengaño.
Esta confusión descifra.
Si ya sabes que quise bien a Enrique,
no es razón que publique
las penas que me cuesta 1945
cuando a morir por él estoy dispuesta.
En esta ausencia suya, Bimarano
el infante, su hermano,
y mi señor, rendido
a las doradas flechas de Cupido, 1950
a su pasión postrado, ciego mira
a la infeliz Elvira,
que de esta mal incierta
a la mayor desdicha abrió la puerta.
Dentro de sus entrañas --¡ dura suerte !-- 1955
encerraba su muerte,
y una afrenta crecía
que la infamia de Enrique descubría.
Yo a su opinión, como al remedio atenta,
Argos fui de esta afrenta, 1960
y el modo previniendo,
para encubrir el mal que iba creciendo,
licencia te pedí. A palacio dejo
con seguro consejo.
¡ Qué prevención tan loca ! 1965
A Elvira saqué al campo. De mi boca
escuché--¡ Qué imprudencia !--su delito.
Su agravio la repito,
y el dolor de escucharle.
Mi intento era encubrirle y ocultarle 1970
por el honor de Enrique.
Hace que se publique
más aprisa la afrenta
pues del dolor cual víbora revienta.
Llegó a este tiempo Enrique desdichado, 1975
hora infeliz del hado,
y en sus brazos recibe
su propia afrenta allí; aunque ya no vive.
De la desgracia fue el mayor exceso,
que su mismo suceso, 1980
como primero pasa.
Enrique refirió, en llegando a casa,
y de escucharlo se culpa a su esposa,
a pena tan forzosa
dejó el alma rendida; 1985
y yo también, señor, quedé sin vida,
pues al pesar en vano aquí resisto.
Lo demás tú lo has visto;
pues no avisa este suceso injusto
del mal que causa el no casarse a gusto. 1990
Mayor pesar no he tenido.

Salen criados y el infante BIMARANO, furioso con la espada desnuda

¡ Infante !
BIMARANO:      ¡ Señor !

Humíllase y pone la espada a los pies del REY

     ¿: Qué es esto ?
BIMARANO:      La causa he sido
de esta desdichada muerte.
Cuando sirviéndome está
y el honor de Enrique ya 1995
me toca, ¿: vos de esta suerte
su valor así ofendéis,
y os atrevéis a su honor ?
Ya no piedad, fuera error
aguardar que os despeñéis; 2000
mas sin daros el castigo
si Enrique os ha de matar.
Yo su honor quiero vengar;
que soy su rey y su amigo.

Dale de puñaladas, quiere tomar la espada y cae sobre una silla

Vos, infante, me ofendéis, 2005
vos lealtad no me guardáis,
vos a ser rey aspiráis,
vos mi muerte pretendéis,
yo lo escuché. Yo lo oí.
Mi reino habéis sublevado. 2010
De todo estoy informado.
Mi vida aseguro así.

Dale

BIMARANO: Ved, señor, que con mi muerte
cobráis nombre de tirano.
Sangre de quien es mi hermano 2015
sólo mi acero la vierte.
BIMARANO: Dejadme morir, Ramiro,
y dadme la muerte vos.

Muere. Sale ENRIQUE

¡ Enrique !
ENRIQUE:      ¡ Válgame Dios !
¡ Envuelto en su sangre miro 2020
al infante !
     Enrique, a mí
como a tu rey la defensa
me ha tocado de tu ofensa.
Yo muerte al infante di.
ENRIQUE: Más afrenta viene a ser. 2025
A quien es a un rey hermano,
no se ha de atrever tu mano.
Yo solo me he de atrever.
Seguro queda tu honor,
pues yo mismo le he vengado. 2030
Tú quedas, Enrique, honrado;
yo sin hermano. Mayor
es tu esposa verdadera.
Elvira supuesta fue.
Yo por fuerza te casé. 2035
ENRIQUE: ¿: Cuándo su venganza fiera
en mi afrenta se fundó... ?
Basta, Enrique. Yo he sabido
lo que a Mayor has debido.
Ella tu honor defendió. 2040
Dala la mano.
     La vida
perdiera por defenderte.
ENRIQUE: En las aras de la muerte,
sobre esta sangre vertida,
tu boda se celebró. 2045
No temo señales fieras
que mujer que ama de veras
nunca a su esposo ofendió.
ENRIQUE: Dices bien. Ya mi disgusto
con tu mano se ha acabado; 2050
aunque el nombre se ha trocado
pues ya me caso a mi gusto.

Vanse


FIN DE LA COMEDIA