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Antonio Mira de Amescua
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Antonio Mira de Amescua
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El ejemplo mayor de la desdicha ACTO PRIMERO}>

Antonio Mira de Amescua (1574-1644)

EL EJEMPLO MAYOR DE LA DESDICHA

Cibertextos     ACT1      ACT2     ACT3     WHOLE TEXT

EL EJEMPLO MAYOR DE LA DESDICHA


Personas que hablan en ella:

  • BELISARIO

  • JUSTINIANO, Emperador

  • ALBERTO

  • FLORO

  • FABRICIO

  • NARSES

  • FILIPO

  • CRIADO

·         TEODORA, Emperatriz

·         ANTONIA, Patricia

·         MARCIA

·         CAMILA


ACTO SEGUNDO


 
Salen por una puerta, al  son de cajas, BELISARIO,
FLORO, FABRICIO.  Por otra

LEONCIO, de peregrino

 

 

FLORO:

   Como tus hechos divinos

son asombro de la muerte,

todos han salido a verte.

Ciudades son los caminos.

   Los riscos y árboles son      

5

miradores, donde están

pasmados, hombres que dan

ojos a la admiración.

   En el vulgo incierto y vario

cada cual está diciendo:

        

10

"¡Válgame Dios, que estoy viendo

al valiente Belisario !"

BELISARIO:

   Alabar sin ocasión

es de necios, no es de sabios.

Las lisonjas son agravios       

15

para el prudente varón.

   Habla menos y obra más.

FLORO:

Lisonjeros hay valientes

y en la guerra serví.

BELISARIO:

                     Mientes.

FLORO:

Algún día lo verás.               

20
LEONCIO:

   (Dicha ha dado la ocasión;       Aparte

si le mato la tendré,

aunque en esta ocasión se

que es temeraria intención.)

   Capitán, tú que has ganado      

25

los reinos que el Ganges ven,

manda que limosna den

a este mísero soldado.

BELISARIO:

   ¿A un hombre le oigo decir

"soldado y mísero" cuando  

30

de Persia vengo triunfando ?

No lo podrá consentir

   la piedad que yo profeso.

¿Dónde servisteis, soldado ?

LEONCIO:

(En estando descuidado                Aparte   

35

este puñal le atravieso.)

   Con Leoncio el general

en las guerras de Asia.

BELISARIO:

                     Fue

gran capitán.

LEONCIO:

             Hoy se ve

desterrado, pobre y tal,        

40

   que lástima le ha tenido

el que envidia le tenía.

Su fortuna fue la mía.

Por seguirle me he perdido.

   (Cuando limosna me dé,           Aparte     

45

teñiré en sangre el puñal.)

BELISARIO:

Leoncio ha sido leal

como desdichado fue.

   Envidias le han desterrado,

mas ya que a la corte vengo,           

50

dicha y favor le prevengo.

¡Vive Dios, que perdonado

   será del Emperador !

De mis victorias no espero

otro premio; sólo quiero        

55

sus mercedes y favor

   para Leoncio, y así

éste será mi trofeo.

Mucho su amistad deseo.

Años ha que no le vi,      

60

   y vos, que fuisteis soldado

de buen capitán, tomad.

Dale una cadena

 

No tenga necesidad

quien a mis pies ha llegado.

LEONCIO:

   (¿Qué es aquesto, cielos ?  ¿Quién   Aparte 

65

se puede atrever a un hombre

que merece inmortal nombre,

valiente y hombre de bien ?

   ¿Cómo podrá mi crueldad

dar a Belisario muerte,      

70

si en sí tiene un peto fuerte

de virtud y de piedad ?

   ¡Vive Dios !, que aunque me ordena

que muerte le dé Teodora,

ha de perdonarme agora.         

75

Prisión es esta cadena.)

   Tu esclavo soy, general,

columna gallarda y fuerte

del imperio.  Dame muerte

Arrójale el puñal a los pies

 

con este mismo puñal.      

80

   A tus pies llegué traidor,

y lealtad me has enseñado.

De clemencia está armado.

Mal te ofenderá el rigor

   de los hombre.  Si he venido   

85

a matar, pague el pecado

del haberlo imaginado

y del haberlo emprendido.

   Porque a delito tan fuerte

aun no hay pena establecida;      

90

poca pérdida es la vida,

pequeño mal es la muerte.

FABRICIO:

   ¡Muera el traidor !

FLORO:

                     ¡Muera digo !

BELISARIO:

Dejadle, que ese rigor

no es dar la muerte a un traidor,     

95

sino matar a un amigo.

   Mucho pierdo en él si muere.

Cuando matarme quería

esa pena merecía;

no agora que ya no quiere.  

100

   Pues bien de mí ha recibido

y él reconociendo ya

su obligación, claro está

que ha de ser agradecido.

   Si éste después de obligado    

105

darme la muerte quisiera,

pena inmortal mereciera,

pero si ya ha confesado,

   arrepentido su error

y a mi amistad no es ingrato,    

110

claro está que si le mato

vengo yo a ser el traidor;

   y seré más liberal

si en esta opinión que digo

de un contrario hago un amigo          

115

y de un traidor un leal.

   Levanta.

LEONCIO:

           Una pena airada

quisiera más, que comienza

a matarme la vergüenza,         

y es muerte más dilatada. 

120

   Beso tus pies.

BELISARIO:

                  ¿Por qué, di,

me matabas ?

LEONCIO:

             Fui mandado.

BELISARIO:

¿Quién mi muerte ha deseado ?

LEONCIO:

El secreto prometí

   y si agora te lo digo    

125

es hacer otra acción fea,

y no es bien que traidor sea

cuando llego a ser tu amigo.

BELISARIO:

   Sí; mas no sabiendo yo

de quién me debo guardar  

130

siempre en peligro he de estar.

Y aquél que no me avisó

   de mi daño, no es mi amigo.

LEONCIO:

Yo me confieso obligado,

y con el mismo cuidado 

135

has de estar si te lo digo.

   Yo he de hacer que tú no mueras;

tu vida he de defender,

y así yo pretendo hacer

lo que tú si lo supieras. 

140

   Callando cumplo conmigo;

honrado en esto seré,

y siendo honrado podré

cumplir obrando contigo.

   Tu guarda soy.

FLORO:

                 ¿No es mejor,   

145

sin que la ocasión se pierda

darle diez tratos de cuerda,

y que diga este traidor

   quién te ha mandado matar ?

BELISARIO:

Yo, Floro, por muchos modos            

150

tengo de hacer bien a todos,

y esto me habrá de guardar.

   Su afrenta lleva consigo

quien mal al bueno desea;

haga yo bien siempre, y sea     

155

quien quisiere mi enemigo.

FLORO:

   Tu misma virtud será,

que envidias te habrá causado.

BELISARIO:

¡Que el malo no es envidiado,

y el bueno siempre lo está !         

160
LEONCIO:

   No es envidia, que es mujer

tu enemigo, si es verdad

que la envidia y la amistad

entre iguales ha de ser.

BELISARIO:

   ¡Mujer enemiga mía !    

165

Ya más cuidado recibo,

que es animal vengativo

cuando obstinado porfía.

   En todo tiene mudanza

su fácil naturaleza,    

170

y sólo tiene firmeza

en el odio y la venganza.

   ¡Ay, miserable pensión

de la vida !  ¡Ay, hado fiero !

El triunfo y pompa que espero          

175

es la rueda del pavón.

FLORO:

   ¿Una mujer desanima

tu valor ?

BELISARIO:

        ¡Válgame Dios !

¿Quién es ésta ?

                Una de dos:FLORO:

la emperatriz o su prima.              

180

   Claro está que es poderosa

la que te quiere ofender.

BELISARIO:

Floro, cualquiera mujer

puede mucho si es hermosa.

   Pero de esas dos ninguna     

185

al discurso de mi vida

puede mover ofendida

la rueda de la Fortuna.

   Antonio Patricia fue,

¿cómo en esto no reparas ?,     

190

el altar en cuyas aras

el alma sacrifiqué.

   Favorece mi cuidado,

mi mismo aumento desea.

¿Cómo quieres que ella sea     

195

la que mi muerte ha intentado ?

FLORO:

   ¿Y la emperatriz Teodora ?

BELISARIO:

Es un ángel soberano,

y si provincias le gano

en los reinos del aurora,   

200

   si los reyes del oriente

pongo a sus pies, ¿qué ocasión

puede darle indignación ?

FLORO:

Si mi memoria no miente

   y mi discurso no es necio,    

205

no pensando que sería

emperatriz, te quería;

y hoy se venga del desprecio,

   y porque a su prima amabas

con tal afecto y ardor 

210

que llevado de este amor

sus favores no estimabas.

BELISARIO:

   No la amé, y en esto fundo

que no es su pecho tirano,

pues la amó Justiniano      

215

y es emperatriz del mundo.

FLORO:

   Pues, Antonia será.

BELISARIO:

                      No.

FLORO:

¿Por qué no si la mujer

siempre suele aborrecer

al mismo paso que amó ?    

220

Suenan atabalillos

 

FABRICIO:

   A recibirte ha salido

sin duda el emperador.

FLORO:

¡Grande bien !

FABRICIO:

             ¡Grande favor !

LEONCIO:

(Pues que no soy conocido             Aparte

   quiero esperar hasta ver     

225

si me consigue el perdón

Belisario.  ¡Oh, gran varón,

inmortal habías de ser !)

FLORO:

   Señor, el César entienda

que en el guerra le serví.          

230
BELISARIO:

Si tú me sirves a mí,

merced te haré de mi hacienda.

   La del rey para el soldado

solo se debe guardar.

¿Si no te vi pelear,   

235

cómo he de verte preciado ?

FLORO:

   No ves siempre al que pelea.

Muchos persianos maté.

BELISARIO:

Pues haz que el César te dé

premios sin que yo lo vea.      

240

Sale el EMPERADOR, con acompañamiento.  

Suenan cajas

 

EMPERADOR:

   ¡Belisario amigo !

BELISARIO:

                  El nombre,

gran señor, de la amistad

en sí contiene deidad;

no se debe dar a un hombre.

   Proporción no ven contigo        

245

mis merecimientos, y hallo

que en llamarme tu vasallo

me honras más que en ser tu amigo.

EMPERADOR:

   Más, Belisario, mereces.

Dame los brazos. 

250
BELISARIO:

                  Señor,  

a tus pies estoy mejor.

EMPERADOR:

La modestia miente a veces.

   ¡Vive Dios !, que más quisiera

ser yo tú que ser el dueño

del mundo, reino pequeño, 

255

clima estrecho, corta esfera

   para tus méritos.  Di,

¿no es más saberlo ganar

que acertarlo a gobernar ?

Tú no dependes de mí.   

260

   Contigo traes el valor,

ser te da tu mismo ser;

pero yo te he menester

para ser emperador.

   Reinos me ganas, y así,     

265

¡cuánto mejor me estuviera

que yo provincias te diera

que no el dármelas tú a mí !

BELISARIO:

   Como tu deidad es mucha,

reflejos de luz nos da.     

270
EMPERADOR:

¿Persia es del imperio ya ?

BELISARIO:

Sí, señor.

EMPERADOR:

        Di, ¿cómo ?

                    Escucha:BELISARIO:

 
    Cuando Persia, señor, las  armas toma

 sin temer del imperio los blasones

 y la fatal violencia con que doma        

275
 tigres en Asia, en Africa leones,

 con las invictas águilas de Roma

 rompieron tus gallardos escuadrones

 ondas de plata, arenas de granates

 en el rápido curso del Eufrates.            

280
    En Duras, que es de Persia la frontera,

 un fuerte fabricamos eminente

 que amenazó del sol la rubia esfera

 con el altivo ceño de su frente;

 émulo fue del Olimpo, y de manera    
285

 admiró las provincias del oriente,

 que temieron que Júpiter quería

 fulminar desde allí su monarquía.

    Nuestro ejército estaba dividido.

 Yo la mayor Armenia conquistaba         
290

 cuando el persa feroz nos ha impedido

 el edificio, maravilla octava.

 La fábrica postró, y al gran rüido

 volvió del Tigris la corriente brava

 atrás, y en desiguales horizontes          

295
 temblaron las columnas de los montes.

    Babilonia gimió, y estremecida

 de ser cadáver ya tuvo recelo

 creyendo que a borrar la humana vida   

 desataba sus máquinas el cielo.      

300
 Yo que el estruendo, no de la caída,

 de la fama escuché, el trágico vuelo

 de aquel agravio me encendió de suerte

 que tembló de mi cólera la Muerte.

    Como suele el halcón de la Noruega,    

305
 si teme el trasmontar del breve día,

 darse prisa a cazar, y no sosiega

 hasta ver su rapante tiranía;

 temiendo la ocasión que se me niega

 a la venganza fue la prisa mía;      
310

 torbellino de Armenia, en un momento,

 rayo del cielo fue y halcón del viento.

    Al fin vengué el agravio, y luego parte

 el vencedor ejército, marchando,

 como suelen relámpagos de Marte,     
315

 deshaciendo las nubes y tronando.

 Apenas el católico estandarte

 en Persia tremoló sus plumas cuando

 tímidos lloran a la humana suerte

 los pálidos asombros de la muerte.   
320

    Si viste, gran señor, langosta parda

 talando rubia mies; si viste un río

 que la ley de sus márgenes no guarda 

 porque las lluvias le causaron brío;

 si viste fiero incendio que acobarda   
325

 las fértiles campañas del estío,

 nuestro ejército, así, latino y griego,

 río, langosta, fue, diluvio y fuego.

    Su ejército me oponen y confían

 en la bárbara furia de elefantes        
330

 que con navajas de marfil herían

 las tropas de caballos y de infantes.

 Cien torres que montañas parecían

 llevaban estos brutos arrogantes,

 y tantas flechas disparaban de ellas   
335

 que eclipsaron el sol y las estrellas.

    Su natural instinto prevenido,

 en medio de los campos he formado

 un arroyo de sangre, que han vertido

 cien bueyes del bagaje, y el airado    
340

 escuadrón de elefantes suspendido

 quedó cuando en la sangre ha reparado,

 y, así, volviendo atrás con furia brava

 los suyos sin piedad despedazaba.

    En efecto, vencí, ¡feliz suceso !       

345
 Ya es del imperio cuanto el Tigris baña;

 Arsindo, rey de Armenia, viene preso,

 y el general de Persia le acompaña.

 Asia temblando está, y alegre beso

 tus pies, cuando en el mar y en la campaña    

350
 adoran las provincias del oriente     

 el laurel soberano de tu frente.

EMPERADOR:

   Belisario, ¿qué favor

no es pequeño para darte ?

Sólo pretendo pagarte           

355

con mí mismo, con mi amor;

   que ése es inmenso, y así

grandes mercedes te doy,

dando lo mismo que soy

para que vivas en mí.     

360

   Dos anillos con dos sellos

mandé hacer de un propio modo,

porque podamos en todo

ser los dos uno con ellos.

   Toma el uno, y la amistad     

365

finezas haga y extremos.

Cástor y Pólux seremos.

Belisario es mi mitad.

BELISARIO:

   Sólo una cosa te ruego.

EMPERADOR:

Hazla tú,  ¿Qué me propones  

370

ni ruegas ?

BELISARIO:

        Es que perdones

a Leoncio.

EMPERADOR:

        Venga luego,

   y no sólo le perdono, 

pero mercedes le haré;

porque hombre que digno fue     

375

de tu intercesión y abono

   ofenderme no ha podido.

Por buen vasallo le tengo;

y por eso a entender vengo.

Envidias le han perseguido.     

380
BELISARIO:

   Beso tu mano.

LEONCIO:

                (¡Que yo              Aparte

viniese a matar así

al que me da vida a mí !

¡Mal haya quien lo mandó !

   ¡Mal haya quien lo ha intentado    

385

y quien le fuere traidor !

FLORO:

Mirando al Emperador

Fabricio quedó elevado.

   Si de esta caja pudiera

sacarle un papel, sería         

390

buena fortuna la mía

porque servirme pudiera;

   que él mismo me lo ha mostrado.

Ni nombre ni señas tray.

Sácale un papel de una caja de latón y métele

otro

 

Valientes industrias hay    

395

para un gallina soldado.

   Topélo; el alcance sigo.

¡Helo !  En esto no soy manco.

Zámpole un papel en blanco,

que acaso traigo conmigo.   

400

   Boquiabierto Juan Paulín

a los dos césares mira

y de su amistad se admira.

¡Bisoño en la corte al fin !

   Así supiese mi amo     

405

que aquestas manos pelean.

EMPERADOR:

Ya es tiempo que todos vean

cuánto tus virtudes amo.

   Triunfar debes; llega ya

en esa imperial carroza     

410

a Constantinopla, y goza

aplausos que el vulgo da.

FLORO:

   Todo es confuso tropel

en la corte.  Aquí te tengo.

Pues que de servirte vengo,     

415

lee, señor, este papel.

Dale el papel al EMPERADOR

 

BELISARIO:

   ¿Qué intentas, necio ?

FLORO:

                     Que creas

que Floro en la guerra fue

valiente duende, y que sé

pelear sin que me veas.         

420

Lee

 

EMPERADOR:

   "Gran señor, el que éste lleva

es un valiente soldado.

Dos banderas ha ganado.

No hay hombre que a más se atreva.

   Julio, maestre de campo."     

425

Besarme la mano puedes.

Tenga en la corte mercedes

quien servir sabe en el campo.

   Una villa tienes ya,

y esta merced no es muy rica     

430

según Julio certifica.

FLORO:

(Y aun agosto lo dirá.)             Aparte

BELISARIO:

   Di, ¿cúyo es este papel,

necio ?

FLORO:

        Del maestre de campo.   

BELISARIO:

Otra vez que esté en el campo,  

435

pelead en mi cuartel.

FABRICIO:

   (Si a este gallina le han dado     Aparte

sin méritos galardón,

gozar quiero la ocasión.)

Yo señor, soy un soldado   

440

   pobre, que en Persia serví,

según en éste verás.

Dale otro papel

 

EMPERADOR:

No has servido; servirás,       

445

que el papel lo dice así.

   Si en blanco traes los servicios,  

en blanco quedarte puedes.

Rómpelo y vase el EMPERADOR

 

FABRICIO:

¡Buenas son estas mercedes !

Perderé dos mil jüicios.

   ¿A una gallina maldiciente

una villa y a mí nada ?          

450
FLORO:

No tiene igual esta espada.

Sed, Fabricio, más valiente.

FABRICIO:

   ¡Un loco rascacaballos

tiene suerte más dichosa !

FLORO:

Sois, Fabricio, poca cosa       

455

para un señor de vasallos.

LEONCIO:

   Espera, blasón del mundo.

BELISARIO:

¿Qué quieres ?

LEONCIO:

             Besar tus pies.

Leoncio es éste que ves.

BELISARIO:

¡Oh, capitán sin segundo !       

460

   No te conocí, que el traje

desmintió tu calidad.

LEONCIO:

En manos de la amistad

vuelvo a hacer pleito homenaje

   de ser tuyo.

BELISARIO:

             Entre los dos      

465

habrá amistad verdadera.

LEONCIO:

El emperador te espera.

Adiós, Belisario.

BELISARIO:

                  Adiós,

   y a esa mujer no ofendida

templa el injusto rigor.        

470
LEONCIO:

Yo te encomiendo mi honor.

BELISARIO:

Yo te encomiendo mi vida.

Vanse.  Salen TEODORA y MARCELA

 

MARCIA:

   Señora, ¿no me dirás,

perdona mi atrevimiento,

por qué has mandado matar 

475

al que es blasón del imperio ?

Dime la causa, pues ya

me descubriste el secreto.

¿Qué te ha hecho Belisario ?

¿Tan grande aborrecimiento      

480

merece un hombre famoso,

hombre que conquista reinos,

hombre que reyes cautiva

para darte a ti trofeos ?

¿En qué te ha ofendido ?   

TEODORA:

                       Marcia,         

485

no alabes lo que aborrezco,

porque es indignarme más.

Bien le quise y mal le quiero.

Antes que el Emperador

pusiese en mí sus deseos        

490

y para feliz consorte

su amor me eligiese, dieron

a Belisario mis ojos

favores, que con desprecios

me pagó, y tomo venganzas       

495

cuando Emperatriz me veo.

Quiero casar a Filipo

con Antonio, demás de esto;

y ella amando a Belisario

no corresponde a mis ruegos.           

500
MARCIA:

De un rey se dice que tuvo

un contrario, antes de serlo;

y, siendo rey, sus privados

que le matase dijeron.

El respondió, "No es razón    

505

que un rey vengue agravios hechos

a un particular."  Lo mismo,

señora, decirte puedo.

Los agravios de Teodora

no ha de vengar a este tiempo    

510

una emperatriz del mundo.

TEODORA:

Soy mujer; piedad no tengo.

Sale ANTONIA

 

ANTONIA:

Señora, si a esos balcones

hacen oriente los cielos

de tus ojos, hallarás     

515

el mayor triunfo que vieron

los romanos.  En un carro

de oro y rubís, compitiendo

con el carro del aurora

en los hermosos reflejos    

520

de luz y púrpura, viene

terror de persias y armenios,

Belisario, dando a Europa

gloria y blasones eternos.

Tráele a su mano derecha        

525

el Emperador; que en esto

se descubre en un vasallo

la grandeza de su dueño.

Al concurso de la gente

y a los aplausos del pueblo,     

530

las aves se han suspendido

en las esferas del viento.

Dos generales y un rey

lleva delante, que, presos

con cadenas de oro, dicen       

535

la gloria del vencimiento.

TEODORA:

(¡Válgame Dios !  No ha podido       Aparte

el alborozo del pecho

disimular con la lengua

al amor que está allá dentro.     

540

Por la boca y por los ojos

vas exhalando el incendio

que en el corazón no cabe.

Imprudente es el contento;

mal sabe disimular.         

545

Rabiando estoy, y no puedo

sufrir alabanzas suyas.

¡Que Leoncio no le ha muerto !

¡Ah, cobarde !)  Antonia, Antonia,

yo te juro por los cielos   

550

y por la vida dichosa

--atiende a este juramento--

del grande Justiniano,

que si en público o secreto

das favor a Belisario, 

555

si con los ojos atentos

le miras, si con palabras

lisonjeas sus deseos,

si le escribes ni respondes

apacible, Antonia, muerto       

560

le has de ver, por mí mandado.

No he de castigar sus yerros

en ti sino en él, y así

tu amor será su veneno.

Tú le matas si le quieres;     

565

y a jurar otra vez vuelvo

del Emperador la vida

que han de darle muerte.

ANTONIA:

                   ¿Y debo

ser ingrata y descortés

a quien con tanto respeto   

570

me sirve ?

TEODORA:

        Si yo te caso

con Filipo que es mi deudo,

¿por qué a mi gusto te opones ?

ANTONIA:

Celos me dieras con esto

a no saber que es venganza. 

575

(¿Qué desdicha es ésta, cielos ?   Aparte

¨No he de amar a Belisario ?

¿No he de estimar sus afectos ?

¿No he de agradecer su amor ?

¿No he de honrar sus pensamientos ?    

580

¿No de mirar su buen talle ?     

¡Remedio, cielos, remedio !,

que si tanto amor reprimo,

ha de reventar el pecho.

Salen el EMPERADOR, BELISARIO, NARSES, FILIPO, y

acompañamiento

 

BELISARIO:

Déme vuestra majestad     

585

la mano.

TEODORA:

        (Disimulemos,                 Aparte

ira y venganza.)  Seáis

bienvenido.  Alzad.  (Yo vuelvo       Aparte

a ver si Antonia le mira.)

A ANTONIA

 

Baja esos ojos al suelo,        

590

que le costará la vida.

ANTONIA:

(Muero por mirarle, y temo            Aparte

de esta tigre los enojos.

¡Remedio, cielos, remedio !)

(¡Ay, Antonia de mi vida !             Aparte   

595

Gracias al Amor, que veo

el cielo de tu hermosura.

Dudoso del bien que tengo

no doy crédito a los ojos;

mas, ¡ay de mí !  ¿Qué es aquesto ?      

600

Los suyos no ha levantado

para mirarme.  Recelo...

Mas, ¡qué recelo, qué digo,

si con mis dudas la ofendo,

con mis sospechas la agravio ?          

605

Recato ha sido discreto.

Ella su amor disimula.)

ANTONIA:

(Más os valiera estar ciegos,       Aparte

ojos, si no habéis de ver

lo que con el alma quiero.)     

610

Sale LEONCIO, de caballero

 

LEONCIO:

Leoncio está a vuestros pies,

gran señor, agradeciendo

el perdón que le habéis dado,

la merced que le habéis hecho.

TEODORA:

(¿Perdonado está Leoncio ?           Aparte

615

Nuevos enojos prevengo.

Este traidor me ha vendido,

El descubrió mi secreto.)

LEONCIO:

Déme vuestra majestad

la mano.

A LEONCIO

 

TEODORA:

        Traidor, ¡qué es esto ? 

620

¿Cuando el perdón te ofrecí

porque le matases, veo

que él vive y tú le consigues ?

LEONCIO:

No hallé ocasión, ni pretendo

darle muerte.

TEODORA:

             Basta, basta.  

625

(Pues éste a la gracia ha vuelto         Aparte

del Emperador, sin duda

que ha revelado mi intento

a Belisario.  No fío

de Leoncio más, ni quiero 

630

dilatar esta venganza.)

Narsés.

NARCES:

           Señora.

TEODORA:

                  El gobierno

de Italia tendrá, si matas

a Belisario.

NARSES:

               Yo acepto

tu palabra, y cumpliré    

635

lo que mandas.

TEODORA:

             Te encomiendo

el secreto y brevedad.

NARSES:

     Todo está a mi cargo.

ANTONIA:

                    (Temo             Aparte

que le mato si le miro,

y si no le miro muero. 

640

Con dos accidentes lucho,

con dos contrarios peleo,

y con dos muertes batallo.

¡Remedio, cielos, remedio !)

EMPERADOR:

Belisario, ven.

Vase el EMPERADOR

 

BELISARIO:

             (Sospechas,              Aparte

645

muchas fuerzas vais teniendo.

Con rigor me mire Antonia,

turbado su rostro veo.

¡Matadme, sospechas mías,

antes que lleguéis a tiempo    

650

de ser en mí desengaños !

A ANTONIA

 

TEODORA:

¿Mirándole estás ?  Muy necios

y livianos son tus ojos.

ANTONIA:

Y crüeles tus preceptos.

TEODORA:

No amas mucho, pues no temes...        

655
BELISARIO:

(Ella se mudó.  Soy muerto.)        Aparte

Vanse todos.  Se queda ANTONIA

 

ANTONIA:

   ¿Que ponga ley a mis ojos

un colérico interés ?

Obstinado animal es

una mujer con enojos.  

660

De sus fáciles antojos

aprisa toma venganza.

En todos tres hay mudanza.

Ella manda sin razón,

él se va sin galardón,          

665

yo adoro sin esperanza.

   Mi pecho amando es ingrato,

favoreciéndole es fiero,

si le aborrezco le quiero,

y si le quiero le mato;     

670

su vida está en mi recato,      

su muerte está en mi favor,

en mis ojos hay rigor.

Amor, a muerte condenas.

¡Oh, laberinto de penas !        

675

¡Oh, confusiones de amor !

Sale TEODORA junto al paño

 

TEODORA:

   Cuando una mujer porfía

aborrece de esta suerte.

Belisario vuelve.  Advierte

que tras de esta celosía        

680

te he de escuchar.

ANTONIA:

                  Tiranía,

es la tuya, imperio no.

¿Qué amante triste se vio

en tal trance ?  Estoy sin mí.   

Con el alma diré sí.    

685

Con los labios diré no.

Sale BELISARIO sin ver a TEODORA

 

BELISARIO:

   A tus pies llega vencido

un amante vencedor,

aunque mal he dicho "amor"

lo que "obligación" ha sido;   

690

si es fuerza haberte querido

después de haberte mirado,

"un corazón obligado"

llega a tus pies a vivir;

que no me atrevo a decir        

695

"corazón enamorado."

   ¿Cuando triunfo del oriente,

muestras tú tristeza extraña ?

O es tu amor el que me engaña

o es mi vista la que miente.           

700

Si el alma está diferente,

estélo, señora mía,

tu beldad; que es tiranía,

si he de amarte, que se vea

mudada el alma y que sea        

705

la beldad la que solía.

ANTONIA:

   Con ese amoroso engaño

a la mariposa imitas,

pues tu muerte solicitas

amando tu propio daño;    

710

y así yo te desengaño

que es tu amor, si en ti no mueve

niño que un cuchillo quiere,

y como el peligro ignora,

cuando no se lo dan llora   

715

y si se lo dan se hiere.

   Y, así, de ese amor te olvida.

BELISARIO:

Oye, escúchame, por Dios.

ANTONIA:

(Vivid, Belisario, vos                Aparte

y cuéstame a mí la vida.)    

720

Vase ANTONIA

 

TEODORA:

Eso sí.

Vase ANTONIA

 

BELISARIO:

        ¿Cuándo, homicida,

se ha mudado de esta suerte

mujer alguna ?  ¿Tan fuerte

es en ti el aborrecer ?

Mas, ¿si es ella la mujer   

725

que ha procurado mi muerte ?

   Contra el alma y los sentidos

hay ejército de enojos;

desengaños ven los ojos,

rigor sienten los oídos         

730

el corazón llora olvidos,

suspensión el pensamiento,    

y es tan grande el sentimiento

que, de todos combatida,

sólo se escapa la vida    

735

para darme más tormento.

   Que se mude una mujer

ya se vio, cualquiera alcanza

mayorazgo en la mudanza,

y que dé en aborrecer     

740

también común suele ser;    

pero que matar intente

al desdichado que ausente

su luz hermosa adoró,

rigor es que no se oyó     

745

en las lenguas de la gente.

Sale el EMPERADOR. Sacan una luz y recado de escribir
sobre 

un bufete

 

EMPERADOR:

   Tu amigo verdadero

pienso ser hasta la muerte,

no dirán que vengo a verte

sino también que te quiero.    

750

   Con la amistad son iguales

el vasallo y el señor,

y es la riqueza mayor

que tenemos los mortales.

   Y como la majestad  

755

de un rey no ha comunicado

otro rey, en el privado

goza el bien de la amistad.

   Conózcase mi favor

en todo aqueste hemisferio.     

760

Príncipe eres del imperio

y perpetuo dictador.

BELISARIO:

   Deja que bese tus pies

por honras tan desiguales.

EMPERADOR:

Toma estos tres memoriales.     

765

Uno elige de esos tres

   para el supremo gobierno

de Italia.

BELISARIO:

        Yo, gran señor,

no merezco tal favor.

EMPERADOR:

¡Y mereces nombre eterno !   

770

   Libre elección has de hacer

aunque más lo dificultes.

Voyme, porque no consultes

conmigo tu parecer.

Vase el EMPERADOR

 

BELISARIO:

   Fortuna, tú que me subes    

775

hasta la región del fuego,

y como el Olimpo griego

me has coronado de nubes,

   si me levantas así

para desdicha mayor,   

780

o niégame tu favor

o ten lástima de mí.

Siéntase

 

   Aunque la melancolía

conduce a mis ojos sueño,

quiero obedecer el dueño  

785

que de mi elección se fía.

Lee

 

   Memorial de Leoncio.  Aquéste

a mil Numas le anticipo

yo.  Memorial de Filipo.

Bien se puede confiar de éste  

790

   Italia, que es sin segundo.

¿De quién el tercero es ?

Narsés dice.  Todos tres

pueden gobernar el mundo.

   La abundancia es la que impide     

795

la elección que Italia espera,

porque a cada cual quisiera

darle el gobierno que pide.

   La duda que tengo es fuerte.

Dejémoslo a la Fortuna.         

800

No he errado empresa ninguna.

Haga esta elección la suerte.

   Sólo de Antonia la fe

mi mayor desdicha ha sido.

En mi vida fui vencido.     

805

Catorce veces triunfé.

Baraja los memoriales

 

   Sin que los títulos vea,

éste elijo.  Narcés dice.

El ha sido el más felice.

¡Quiera Dios que yo lo sea ! 

810

Escribe en el memorial

 

   El decreto escribo, y luego

si el sueño me ha de vencer,

que el odio de una mujer

me ha de permitir sosiego,

   ganar amigos procuro;    

815

mi descanso es hacer bien

y el proverbio dice:

  "Quien

hace bien, duerme seguro."

Sale NARSES, de noche

 

NARSES:

        Con el silencio y quietud

de la noche está el palacio,   

820

pintando en sombras y lejos

la soledad de los campos.

Mal sosiega un ambicioso;

mal reposan los cuidados

de los soberbios que a oficios         

825

en las cortes van trepando.

Teodora me ha prometido

si doy muerte a Belisario

el consulado de Roma

y de Italia el magistrado.      

830

Si es emperatriz, ¿qué mucho

que vengue yo sus agravios ?

Aquí está y está dormido.

Bien dicen que es un tirano

de la mitad de la vida 

835

el sueño.  Ya no es retrato

sino vivo original

de la muerte su letargo.

Saca la daga

 

A nunca más despertar

le considero.  ¡Qué vanos 

840

son los discursos del hombre !

¡Qué designios tan errados !

A éste le juzgué inmortal

cuando venciendo y triunfando

fue la pompa del imperio,       

845

y ya le está amenazando

en este puñal la muerte.

No se mueve.  Yo le mato.

Aquí memoriales veo.

La curiosidad me ha dado        

850

antojos de ver primero

si dio oficios soberanos

del imperio.  Este es el mío.

Pienso que está decretado.

Su letra es y dice así:

   

855

Lee

 

Merece, señor, el cargo

de Italia Narsés.  Electo.

¿Cómo puedo ser ingrato

al que procura mi bien ?

¡Oh, valor extraordinario   

860

de capitán invencible

y de prudente privado !

Yo he de ser agradecido,

aunque caiga en este caso

de la gracia de Teodora.        

865

Sepa el peligro en que ha estado.

Aquí le escribo un aviso

Escribe

 

si bien el secreto guardo

de quien es la que desea

su muerte.  El acero clavo      

870

sobre el mismo memorial,

Clava la daga

 

y así le digo callando,

por enigmas, que fui yo,

el que la vida le ha dado.

Ya desvelados los ojos 

875

muestran que fue breve rapto

del sueño.  Vele, quien tiene

tan poderoso contrario.

Vase.  Despiértase BELISARIO

 

BELISARIO:

sólo el sueño y el amor

me han vencido.  No es agravio   

880

el del sueño, que es pasión

natural.  ¿Qué es lo que hallo

tan cerca de mí ?  Fortuna,

¿si son éstos los amagos

de tu mudanza ?  Dos veces   

885

vi puñal amenazando

mi vida.  De la tercera

me libre Dios.  Y clavado

en el memorial de Narcés,       

¿qué significa ?  Reparo   

890

en dos renglones escritos

de otra letra y de otra mano.

Lee

 

"Hacer bien te dio la vida"

Y escrito está más abajo:

"Guárdate de una mujer."  

895

¡Válgame Dios !  ¿Tan tirano

es el corazón de Antonia ?

¿Tan aprisa está buscando

mi muerte ?  Estos son avisos

que da el cielo soberano.       

900

En el memorial se muestra

mi dicha, pues doy los cargos

del imperio, y el acero

diciendo está cuán cercano

tiene su peligro aquél          

905

que ocupa lugares altos.

Memorial y acero juntos

no es nueva unión, no es milagro;

ejemplo son de las cortes,

sucesos de los palacios.        

910

Mas si el hacer bien me guarda,

pensamiento, no tememos;

hagamos bien, porque al fin

esto no podrá faltarnos.

Sale el  EMPERADOR con cartas,  y un  criado que  tome
la vela.  

ANTONIA al paño

 

EMPERADOR:

Nuevas guerras me amenazan. 

915

Las cartas me dan cuidado.

¿Africa se me rebela

cuando tengo a Belisario ?

ANTONIA:

(Siguiendo voy recelosa               Aparte

del Emperador los pasos.     

920

Temo que guerras emprende

y ha de ausentar a quien amo.

Quiero escuchar desde aquí.)

EMPERADOR:

Amigo, amigo, temblando

está el imperio, si tú  

925

no le das la invicta mano;

los feudos de Africa roban

los vándalos.

BELISARIO:

             ¡Castigarlos,

triunfar de ellos !  Cipión

segundo seré en Cartago.  

930
EMPERADOR:

Quiero ver las demás cartas.

Lee aparte

 

BELISARIO:

(A Antonio he visto acechando         Aparte

en esta puerta, y mi muerte

quiso ver.)  ¡Ingrata, en vano

has intentado dos veces         

935

mi desdicha y mis agravios !

ANTONIA:

Agora temo tu ausencia.

BELISARIO:

Sólo de mi ausencia trato

porque, ausente, no podrás

conseguir tu intento falso. 

Allá me darán la muerte 

940

en los reinos africanos.

ANTONIA:

Primero será la mía.

BELISARIO:

¿Tanto lo deseas, tanto ?

EMPERADOR:

Oye.

BELISARIO:

     Señor.

EMPERADOR:

           Hoy conviene     

que a Africa partas.

BELISARIO:

                  (Hoy salgo          Aparte

de peligros más crüeles.)       

945

Al momento, señor, parto.

EMPERADOR:

Quiero ver el otro pliego.

BELISARIO:

     No han de permitir los hados     

ni los cielos que se logran

tus intentos que tiranos        

950

son para mí.

ANTONIA:

             Bien lo creo

de un corazón desdichado.

BELISARIO:

¡Ah, falsa !  ¿Que no lo niegas ?  

EMPERADOR:

Belisario.

BELISARIO:

         Señor.

EMPERADOR:

                  ¿Cuándo

te partirás ?

BELISARIO:

             Esta noche.

955
EMPERADOR:

Si tú me vuelves triunfando

serás el mayor ejemplo

de la dicha; que estos brazos    

te han de levantar al cielo.

BELISARIO:

Ejemplos del mundo raros.              

960

¡Oh, mundo, aquí me levantas,

y allí me están derribando !

ANTONIA:

Oye.

BELISARIO:

      Sin causa me ofendes. 

ANTONIA:

¿Te vas ?

BELISARIO:

        Sí.

ANTONIA:

             Quedo rabiando.

BELISARIO:

¡Qué intentos tan fementidos !   

965
ANTONIA:

¡Qué amores tan desdichados !

Adviértase que el EMPERADOR está en medio leyendo y 
un

criado alumbrando, y BELISARIO le habla a hurto con
ANTONIA, llegándose  y

desviándose cuando llama el EMPERADOR, y ella se est 
siempre en la

puerta porque no la vea el EMPERADOR

 

ANTONIA:

¿Así te partes, ingrato ?  

BELISARIO:

Temo tu furor aquí,

y en los reinos más extraños

no temo los enemigos.

970
ANTONIA:

¿Así me dejas ?

BELISARIO:

             No aguardo

a que tercero puñal       

vea en mi sangre bañado.

ANTONIA:

¿Qué ? ¿No sientes irte ?

BELISARIO:

                      No.

ANTONIA:

¡Y serán eterno llanto 

975

mis ojos en tanta ausencia !

BELISARIO:

Y yo ruego al cielo santo,  

pues que vengarte deseas,

que en los reinos africanos

algún alarbe crüel,     

980

con alguna flecha o dardo,

de Belisario la vida   

acabe, y así quedamos

tú vengada y yo en morir

entre mis fieros contrarios,    

985

[............            ]

 

ACTO SEGUNDO

 

Salen el EMPERADOR  y acompañamiento

 

EMPERADOR:

   Dejadme a solas.  Me hallo

sin Belisario mejor.        

No ha tenido tanto amor

ningún rey a su vasallo.

   En un memorial de tres 

990

que mi amor le ha consultado,

hallé que aviso le han dado    

que enemiga suya es

   una mujer, y su vida

me es forzoso defender. 

995

¿Quién será aquesta mujer

enojada y ofendida ?        

Salen TEODORA, ANTONIA, MARCIA y CAMILA

 

TEODORA:

   Para celebrar tus años

quieren las damas hacer

una comedia.  A saber   

1000

tu gusto vienen.

EMPERADOR:

               Engaños

   son del tiempo nuestros días.    

Sin Belisario, en su ausencia,

no deben tener licencia

regocijos ni alegrías.  

1005
ANTONIA:

   Déte el cielo inmortal nombre

y mida en tu larga edad,        

en su misma eternidad,

del mayor rey el renombre...

EMPERADOR:

   (Una de éstas ha de ser               Aparte

1010

la que el odio en su alma tray,

porque en solas éstas hay

belleza, industria y poder,.

   ¡Válgame Dios !  ¿Cuál será ?

Que no puede ser Teodora,       

1015

porque si mi pecho adora

y en él Belisario está,     

   no sentirá agravio alguno,

porque su amor no ignoró

que ella, Belisario y yo

1020

morimos muriendo el uno.

   Antonia Patricia es     

la que él un tiempo ha servido.

Si la Emperatriz no ha sido;

¿Cuál será de aquellas tres ?    

1025

   Marcia es noble, y no hay pasión

que de quien es la enajene.

Camila es su deuda y tiene

apacible condición.

   Ya me esfuerzo a hacer de suerte    

1030

que discreto o ignorante

se descubra en el semblante

la que pretende su muerte).

   ¿Qué comedia hacéis ?

CAMILA:

                       Señor,

de Píramo y Tisbe.

EMPERADOR:

                  ¿Y quién      

1035

hace a Tisbe ?

CAMILA:

             Antonia.

ANTONIA:

                       (Y bien,       Aparte

por mi desdichado amor).

EMPERADOR:

   Marcia, ¿qué hacéis ?

MARCIA:

                       La criada.

EMPERADOR:

¿Camila ?

CAMILA:

        La madre haré

de Tisbe.

EMPERADOR:

        Fábula fue      

1040

de los griegos celebrada.

   ¿Quién es Píramo ?

CAMILA:

                    Sin ti 

elegir no le debemos.

TEODORA:

Filipo será.

ANTONIA:

             (¡Qué extremos   Aparte

para sacarme de mí !)    

1045
EMPERADOR:

   Mejor le hará Belisario

si a tiempo llega, aunque yo    

imagino que murió

a manos de su contrario.

ANTONIA:

   ¿Qué dices, señor ?

TEODORA:

                      ¿Qué dices ?      

1050
ANTONIA:

¡Muerto Belisario !

TEODORA:

                  ¡Muerto !

EMPERADOR:

(Las dos con el caso incierto         Aparte

han turbado los matices

   de su rostro.  Indicios son

las turbaciones que han hecho   

1055

de que tienen en el pecho

alguna oculta pasión.         

   Afecto es de amor o agravios.

Enemigas son o amantes.

Pasión muestran los semblantes. 

1060

Cuidado dicen los labios.

   Y bien puede ser que sea

sentir su adversa fortuna,

porque la teme la una;

otra porque la desea.           

1065

   Si en Teodora resplandece

el honor que limpio ha sido,    

Antonia es quien le ha querido,

Teodora quien le aborrece.

   De Belisario la suerte       

1070

vengaré con tal furor

que se descubra mi amor         

más que en la vida en la muerte).

   La amistad es alma fiel

que en dos cuerpos se dilata;   

1075

quien le mata a mí me mata,

que en mí vive y vivo en él.

   El imperio sin segundo

mostrará este afecto bien,

aunque la muerte le den         

1080

las cuatro partes del mundo.

   Si algún deudo le agraviara

su propia sangre vertiera;

si yo su enemigo fuera

en mí mismo me vengara. 

1085

   Y deshiciera mi ser

no siendo el ser de los dos,    

aunque fuera, ¡vive Dios !,

o mi hijo o mi mujer.

Vase el EMPERADOR

 

ANTONIA:

   Ya tales desdichas son       

1090

término de mis enojos.

Alma, mostrad por los ojos 

pedazos del corazón.

Vase ANTONIA

 

CAMILA:

   Nuestra fiesta habrá cesado

si Belisario no viene.  

1095

Vase CAMILA

 

MARCIA:

¡Que gusto este fin no tiene

cuando yo le he deseado !        

Vase MARCIA

 

TEODORA:

   ¡Que con su sangre y su ser

diga que será tirano !

¡Que anteponga Justiniano       

1100

un vasallo a su mujer !

   ¡Más me ha causado furor   

su amenaza !  No me admira;

antes convierte en ira

lo que pudo ser temor.  

1105

   ¿Tan flaco poder alcanza

mi brazo ?  Corrida estoy.  

¿De qué sirve el ser quien soy

mientras no tomo venganza ?

Sale FILIPO

 

FILIPO:

   Pienso que dicen tus ojos,   

1110

ya que no escuché tus labios,

que padece el alma agravios,    

que el corazón sufre enojos.

TEODORA:

   ¡Oh, Filipo !  Causa es tuya

la que el gusto me prohibe;     

1115

mientras Belisario vive,

ha de ser Antonia suya.         

   No la puedo reducir.

Amante es de Belisario.

FILIPO:

Poderoso es el contrario,.      

1120
TEODORA:

¿Por qué ?  ¿No puede morir

   un poderoso ?

FILIPO:

               Señora,        

yo me atreveré a que muera

si me das favor.

Salen NARSES y LEONCIO y quédense 

a la puerta

 

NARSES:

                  Espera,

no entremos, que está Teodora

   aquí.         

1125
FILIPO:

        ¡Juro por los cielos,

dueños de la humana suerte,   

que he de vengar en su muerte

tus agravios y mis celos !

   ¿Qué importa que haya triunfado     

1130

de varios reinos y gentes ?

Mis celos son más valientes.  

Matarélo.

LEONCIO:

             ¿Has escuchado ?

NARSES:

    Sí.

TEODORA:

        Mira qué has prometido; 

que Leoncio y Narsés fueron     

1135

tan cobardes que temieron

su valor.

FILIPO:

        Nunca he temido,   

   y aún, si gustaras, les diera

la muerte a esos dos que así

no te sirven.

NARSES:

               ¿Oyes ?

LEONCIO:

                       Sí.      

1140
NARSES:

Pues, retírate acá fuera.

Vanse LEONCIO y NARSES

 

TEODORA:

   La venganza no es traición.

Mátale tú con secreto,

que mi favor te prometo.

Vase TEODORA

 

FILIPO:

Leyes tus preceptos son.

1145

   No es en el ánimos fuertes

la vida inmortal misterio. 

Desde César, el imperio

todo es tragedias y muertes

   de varios principales

1150

por envidia o por venganza.

Teatros son de la mudanza  

los palacios imperiales.

Paseándose

 

   Ya que la noche ha venido

con alguna oscuridad,   

1155

y de Antonia la beldad

suele a este parque florido

   dar abriles de hermosura,

hablarla quizá podré    

1160

porque agradezca una fe

con firmeza y sin ventura.

   Noche apacible y serena,

sombra y eclipse del día, 

convida a esa galería           

1165

a la que causa mi pena.

Salen NARSES y LEONCIO embozados

 

NARSES:

      Si darnos muerte desea,

la oscuridad nos ayuda.         

Este es Filipo sin duda

que en el parque se pasea.             

1170

   Belisario es nuestro amigo;

vida le damos si muere

el que quitársela quiere.

LEONCIO:

Aquí me tienes contigo.

Salen BELISARIO y FLORO por otra puerta

 

BELISARIO:

   Antes que el Emperador              

1175

sepa, Floro, que llegamos,

entre estas flores y ramos

sabidores de mi amor,      

   que dichoso ser solía

por singular y por mucho,              

1180

quiero ver si a Antonia escucho

hablar en la galería.

FLORO:

   Por poderte asegurar,        

te hablara.  Teme traición

y démosle de antubión   

1185

dos libras de rejalgar.

BELISARIO:

   Calla, loco.

FILIPO:

               Amantes vienen

al parque, como es verano. 

Sospecho que meten mano

estos dos que se detienen.      

1190

   ¿Qué gente ?

LEONCIO:

             De mal hacer.

FILIPO:

Aquí engañados están,

porque, en efecto, hallarán   

quien se sabrá defender.

BELISARIO:

   Un hombre solo llegó,

1195

y dos con él se declaran.

FLORO:

¡Oh, gallinas !  ¡No toparan

con un hombre como yo !     

   ¿Quieres que los mate ?

BELISARIO:

                         Espera.

Riñen y cáesele la espada a FILIPO

 

FILIPO:

¡Oh, qué desdichado he sido !    

1200

La espada se me ha caído.

NARSES:

    ¡Muera, mátale !

BELISARIO:

             No muera;

   que hay quien le defienda.

NARSES:

                             ¿Quién

un traidor está amparando ?

BELISARIO:

Un hombre que anda buscando     

1205

cómo hacer a todos bien.

LEONCIO:

   No vi furia más crüel.

Poderoso es el contrario.

NARSES:

    A estar aquí Belisario,

pensáramos que era él.  

1210

Vanse los dos

 

FILIPO:

   Ya hallé la espada.  A tu lado

me tienes; mucho me obligas.

BELISARIO:

No es menester que los sigas,   

que ya los dos te han dejado.

FILIPO:

    Di quién eres, porque así   

1215

conozca mi obligación.

BELISARIO:

Yo la tuve en esta acción

y así me he obligado a mí.  

   No quiero agradecimientos,

y así no importa saber  

1220

quién soy.

FILIPO:

          Es agradecer

es de honrados pensamientos,

   y es bien que este bien merezcan  

los míos.

BELISARIO:

        El bien obrar

por sí mismo se ha de amar      

1225

y no porque lo agradezcan.

FILIPO:

   Si tú no me has conocido

ni yo te conozco ya,            

el bien que has hecho será

el bien dado por perdido.       

1230

BELISARIO;    No se pierde el bien que se hace.

FILIPO:

Sea esta sortija, pues,

prenda de mi amor.    

Dale una sortija

 

BELISARIO:

                  Cortés 

pretendo ser, que me place.

FILIPO:

   Ni yo os conozco, ni vos     

1235

conocéis con quién habláis.

Quédese así pues gustáis.

BELISARIO:

Adiós, caballero.

FILIPO:

                  Adiós.

   (Algo la voz he fingido            Aparte

porque anduve desdichado).      

1240

Vase FILIPO

 

BELISARIO:

La voz he disimulado.

Ninguno me ha conocido.

   Hago bien sin ambición.

FLORO:

¿Hay para todos diamantes ?

BELISARIO:

¿Conocístelos ?

FLORO:

             Danzantes          

1245

de espadas pienso que son.

   Gallos en su muladar,

valentejos en su tierra.        

¡Cuerpo de Dios, a la guerra

donde yo suelo pelear !          

1250

Vanse los dos.  Salen el EMPERADOR y NARSES

 

NARSES:

   Mucho tiempo ha pasado

que el gobierno de Italia me habéis dado,

señor, y detenido             

por el despacho estoy.

EMPERADOR:

                    Lo he suspendido,

por cierta causa.  Ya ha llegado el día.

1255

      Enséñale un memorial

 

¿Conoces esta letra ?

NARSES:

                      Letra es mía.

EMPERADOR:

¿Quién es esa mujer tan agraviada

que amenaza crüel con mano airada    

mi amigo Belisario ?  Dilo luego.

NARSES:

        Manda que muera al punto.  Esto te ruego       

1260

y no que el nombre diga.

EMPERADOR:

El negarlo me obliga

a que saberlo quiera       

con más afecto.

NARSES:

                   Ordena que yo muera 

1265

antes que yo me atreva

a darte de quién es, señor, la nueva.

Vase NARSES

 

EMPERADOR:

Quién es me ha dicho ya; que si no fuera

Teodora, clara está que lo dijera).

Sale un CRIADO

 

CRIADO:

Del ejército de Africa han venido

1270

dos soldados.

EMPERADOR:

            ¿Y albricias no has pedido ?

¡Oh, cuánto deseaba

saber de Belisario !

Salen FLORO y BELISARIO.  Adelantándose FLORO

 

FLORO:

                  Pues, quedaba

bueno y tiene deseo...

EMPERADOR:

                      No prosigas.   

Diciendo que está bueno, más no digas. 

1275

LLegándose BELISARIO

 

BELISARIO:

   Pues yo diré lo demás,

y que es vuestro esclavo digo.

EMPERADOR:

¡Oh, alegre voz de mi amigo !

Bien has hecho, que me das 

   este gozo dilatado,  

1280

si de repente has venido;

que mata no prevenido

siempre el gusto demasiado.

BELISARIO;    Dame la mano.

EMPERADOR:

                  No quiero,    

porque el pecho es tu lugar.    

1285

que en el alma debe estar

el amigo verdadero.

   Levanta, amigo leal;

que parece desacato,        

que esté en el alma el retrato  

1290

y en la tierra el original.

   Pues iguales nos formó

la amistad, llega a abrazarme;

sube tú para igualarme,       

porque así no baje yo,. 

1295

   Amor, amando se paga;

y será mejor así

hacerte César a ti

que no que yo me deshaga.

BELISARIO:

   Sabe, pues...

EMPERADOR:

             ¿Qué he de saber ?  

1300

Cuando sé que vivo estás,

no pretendo saber más;

basta, amigo, basta ver

   lo que quiere el alma cuerda.

Si te he visto y tú me viste.   

1305

Africa no se conquiste

y el ejército se pierde.

BELISARIO:

   Las tres palabras que oí

de Julio César diré:

       

"Vine, vi y vencí," y pondré    

1310
otra más:

que al rey prendí.

EMPERADOR:

   Siendo César diferente

pues fue crüel ciudadano,

y tú vasallo cristiano        

más dichoso y más prudente,     

1315

   no le alegues, ni profanes

ese valor verdadero,

que eres el texto primero

que han de alegar capitanes.    

   Desde el día en que nací     

1320

el triunfo y pompa te debo;

y será nacer de nuevo

darte yo glorias a ti.

   (Velemos, pues, Justiniano;        Aparte

porque será suerte dura 

1325

que me borren una hechura

que dibujé de mi mano).

Vase el EMPERADOR.  Salen MARCIA y CAMILA

 

MARCIA:

   Sean muy en hora buena

la venida y las victorias.

CAMILA:

Goce de eternas memorias

1330

tu fama de lenguas llena.

BELISARIO:

   Con favores tan extraños,

¿quién será mortal jamás ?

MARCIA:

Tres días faltan no más     

para celebrar los años  

1335

   del Emperador.

BELISARIO:

                  Y pues,

¿conmigo, qué se remedia ?

MARCIA:

Tú has de ser en la comedia,

Píramo.

BELISARIO:

        Tisbe, ¿quién es ?

MARCIA:

   Antonia.

BELISARIO:

          (¡Albricias, sentidos !      Aparte   

1340

¡Qué buena fiesta tenéis;

pues es fuerza que escuchéis

amores, aunque fingidas !

   Hablaréla de esta suerte   

con razones lisonjeras. 

1345

Píramo amará de veras

y Tisbe querrá su muerte).

   Venga el papel.

CAMILA:

                 Veisle aquí.

MARCIA:

Floro ha de hacer un criado.

FLORO:

Jamás he representado,  

1350

vencido africanos, sí.

   Pero yo lo estudiaré.

Dan un papel a cada uno

 

CAMILA:

Antonia viene.

MARCIA:

             Ensayemos,

pues que ya las tres sabemos    

nuestros papeles.

Sale ANTONIA

 

ANTONIA:

                 (¿Podré            Aparte     

1355

   disimular el contento,

encubrir la turbación,

alentar el corazón

y despedir el tormento ?)        

   En hora buena, señor,

1360

sea la victoria.

BELISARIO:

                Y fuera

dichoso si así venciera

en las guerras del amor.

MARCIA:

   Ensayemos, pues.

CAMILA:

                  Amigo,   

tú comienzas y los dos  

1365

salís juntos.

FLORO:

             Plegue a Dios

que sepa lo que me digo.

Lee

 

   "Jesús, María.  Comedia de Píramo y Tisbe.

Jornada Primera.  Sale Tirso, alborotado y

dice:

Píramo y señor, escucha  /  el más

extraño suceso.  Pie:

dolor.  Llorando quedaba Tisbe, /

que era verla compasión.  Pie:

A saberlo voy volando.  

Vase.  Segunda Jornada.  Pie:

Esperanza.  ¡Ay, qué desdicha ! 

Que pienso / que está muerto mi señor.  Finis".

CAMILA:

   Todo el papel ha ensartado.

MARCIA:

El es notable persona.

FLORO:

Mejor haré la leona,    

1370

que lo tengo ya estudiado.

ANTONIA:

   Suspende un rato el ensayo

mientras Teodora no viene,

pues veo que conmigo tiene 

furia y violencia de un rayo.   

1375
CAMILA:

   Advierte que la enojamos

si acaso os llegase a ver.

BELISARIO:

Buen remedio.  Responder

que la comedia ensayamos.

ANTONIA:

   Gracias al cielo, señor,     

1380

que hablarte una vez me toca,

porque me helaba en la boca

las palabras el temor.

Callando el alma su amor,

               Hablar quiere el pensamiento,

1385

               Porque, aunque el es violento,

reprimiendo sus antojos,        

crecieron dándome enojos

y si los quiero decir,

dudo que puedan salir

por la boca y por los ojos.     

BELISARIO:

   No prosigas.  Di, primero,   

1390

si es eso de tu papel,

que ser un pecho crüel

agora tan lisonjero

es novedad, y así infiero

o que mi desdicha intentas      

1395

o que a Tisbe representas;

pues son tus formas ingratas,

de Antonia cuando me matas,

de Tisbe cuando me alientas.

ANTONIA:

   ¿Yo, crüel ?   ¿Yo ingrata soy ?      

1400
BELISARIO:

Sí, pues mi muerte pretendes.

ANTONIA:

¿Un honesto amor ofendes ?

BELISARIO:

Ejemplos de amarte doy.

ANTONIA:

¡Ah, mudable !  Firme estoy.

BELISARIO:

Firme en estar olvidando.       

1405

Sale TEODORA a la puerta

 

ANTONIA:

¿Yo te olvido, ingrato ?  ¿Cuándo ?

BELISARIO:

Cuando te muestras infiel.

ANTONIA:

Eres falso.

BELISARIO:

             Eres crüel.

TEODORA:

¿Qué es eso ?

CAMILA:

             Están ensayando.

BELISARIO:

   Aunque tu dueño ha venido,   

1410

decir mis quejas intento,

que no tiene sufrimiento

amor cuando está ofendido;

bien sé que no he merecido    

favor tuyo levantado            

1415

sobre el zafir estrellado,

mas no te ofendí de suerte

que el procurarme la muerte

te pueda haber disculpado.

ANTONIA:

   Calla, necio, que no puedo   

1420

favorecerte ni hablar.

BELISARIO:

Mal te pueden disculpar

de no amor respeto y miedo.

ANTONIA:

Ni lo niego, ni concedo;        

mas siempre una misma fui.      

1425
BELISARIO:

En aborrecerme a mí.

ANTONIA:

En ser la que debo ser.

BELISARIO:

Bien dices, que eres mujer.

TEODORA:

¿Y esto es de la farsa ?

CAMILA:

                       Sí.

TEODORA:

   (Estos me engañan).  Prosigan. Aparte

1430

(A hurto pienso cogellos).            Aparte

Hace que se va y escóndese TEODORA

 

ANTONIA:

Ya que cogí los cabellos

a la dulce Ocasión, digan

las penas que me fatigan        

mis labios, porque Teodora      

1435

quiere que tenga traidora

el alma con tal violencia

que te olvide en su presencia

y cuando se va te adora.        

   La mano que tú mereces       

1440

por Filipo ha conquistado.

BELISARIO:

¿Luego, tú no ha enviado

a que me maten dos veces ?

ANTONIA:

¡Jesús !  ¿Yo ?  ¿Siendo jüeces

los cielos de que te adora      

1445

el alma ?  Sólo Teodora

me amenaza con crueldad.

Marcia, Camila, ¿es verdad ?

MARCIA:

Sí, señora.

CAMILA:

             Sí, señora.

BELISARIO:

   Alma, sentid alegría;

1450

y procúreme la muerte

el enemigo más fuerte

y la mayor tiranía.

Ya no temo, siendo mía        

la que adoro y ofendí   

1455

con mis sospechas; y así

seré el ejemplo mayor

de la dicha en este amor.

Sale TEODORA a la puerta

 

TEODORA:

¿Todavía ensayan ?

MARCIA:

                Sí.

ANTONIA:

   Tisbe finjo ser.             

1460
BELISARIO:

                  Prosigo.

En efecto, Tisbe hermosa,

aunque fortuna envidiosa

use rigores conmigo,

sola Antonia...,  Tisbe digo.

FLORO:

Apunten.

BELISARIO:

        ...sola ha de ser       

1465

la que tengo de querer,

porque no es bien singular,

sino fuerza, desear

y no obliga a padecer.

ANTONIA:

   Píramo, en tus dulces brazos 

1470

pudieras ver mi persona,

si no hubiera una leona

que nos quiere hacer pedazos;

romper intenta los lazos        

del amor con el desdén  

1475

y en el mal hallo mi bien

porque es gloria para mí

morir si muerto por ti.

TEODORA:

¿También es farsa ?

MARCIA:

                  También.

CAMILA:

   Mucho se van declarando.     

1480
MARCIA:

¡Oh, qué ciego el amor es !

¿Cómo, señora, no ves

que tu madre está escuchando ?

ANTONIA:

En vano está porfiando        

quien imposibles contrasta.            

1485

Tu intención es limpia y casta,

agradecimiento pide,

mas si el hado no divide,

¿qué quieres, Píramo ?

TEODORA:

                     Basta.

   Dame ese papel, que así      

1490

señal y escarmiento doy

de que si leona soy

habéis de temblar de mí.

Rompa la comedia

 

Esto os notifico aquí.

BELISARIO:

Sin razón te has enojado.       

1495
MARCIA:

¡Qué venganza !

CAMILA:

             ¡Qué cuidado !

ANTONIA:

Triste voy.

TEODORA:

           Rabiosa yo.

FLORO:

La comedia se acabó.

Perdón, ilustre senado.       

Vanse todos.  Quede BELISARIO

 

BELISARIO:

   ¿Si es Teodora la que muerto

me desea ?  ¡Cosa es rara !       

1500

¡Oh, quién se desengañara !

¡Oh, quién supiera lo cierto !

   Que es Teodora me parece,    

y ella en efecto ha entendido,

que fue el ensayo fingido;      

1505

y como nos aborrece,

   ha inflamado el corazón

en ira.

Sale FILIPO

 

FILIPO:

        (Ya prometí.                Aparte

A gran cosa me atrev¡.  

1510

Leyes las palabras son.

   Su muerte quiere mi prima,   

y hoy mis cuidados la intentan.

Celos son los que me alientan   

y una emperatriz me anima.      

1515

   La mano le he de pedir       

lisonjero, y bien asida,

podré quitarle la vida

sin que él lo pueda impedir.  

   Aquí está solo, y la gente   

1520

de palacio retirada.

La ocasión es extremada).

Dame, Príncipe valiente,

   la mano; que he de besar     

la mano que sabe ser    

1525

blasón, columna y poder

del imperio.

BELISARIO:

             ¿Yo he de dar

   mano a Filipo, si espero

entre sus brazos honrarme ?

FILIPO:

Yo no pienso levantarme,

1530

sin que vos me deis primero

   la mano.

BELISARIO:

          Pues yo os la doy

de amistad, que ésta deseo.

FILIPO:

(¡Cielos !  ¿Qué es esto que veo ?     Aparte

Vencido y suspenso estoy.       

1535

   Mi sortija es ésta.  El es

el que la vida me ha dado).

BELISARIO:

Filipo, ¿qué hacéis postrado

de esa manera a mis pies ?

FILIPO:

   (Un bien y una sinrazón,              Aparte

1540

un agravio, una amistad,

un valor y una crueldad,

una fe y una traición

   me hacen dudar de esta suerte

siendo contrarios sujetos.      

Y han hecho tales efetos

los ojos viendo su muerte.

   En dos distintos antojos

y dos extremos violentos               

1545

hacen mal los pensamientos

y bien han hecho los ojos.

   Y así entre dos huracanes

dudando, quiero y no quiero,

suspenso como el acero          

1550

cuando está entre dos imanes).

BELISARIO:

   Levantad, que no os entiendo

ni sé vuestra turbación.

FILIPO:

Leal soy en la traición.

Vida os doy cuando os ofendo.          

1555

   Por la ofensa estoy corrido,

por la vida alegre estoy.

Los que me disteis os doy

porque al fin no hay bien perdido.

BELISARIO:

   Sospecho que os entendí.   

1560

A matarme habéis venido

y el acero ha suspendido

conocer este rubí.

FILIPO:

   Y aun es acción merecida

que el brazo piadoso y fuerte,         

1565

que anoche excusó mi muerte

me quite agora la vida.

   Aunque si mal no intentara

no luciera en ese pecho         

el precio del bien que ha hecho   

1570

ni a ser tuyo me obligara.

   Ya han permitido los cielos

que de mis intentos huya;

pues con la presencia tuya      

sin envidia estoy ni celos.     

1575

   Argos seré de tu vida

y no pienso obedecer

venganzas de una mujer

poderosa y atrevida.

BELISARIO:

   ¿Quién es ?

FILIPO:

             Decirlo quisiera   

1580

aunque mi palabra ofendo,

pero ve tú discurriendo.

BELISARIO:

¿Es Camila ?

FILIPO:

           No es tan fiera.

BELISARIO:

   ¿Marcia ?

FILIPO:

             Piadosa es también.

BELISARIO:

¿Alcina ?

FILIPO:

        No lo intentó.  

1585
BELISARIO:

Dime si es Antonia.

FILIPO:

                  No.

BELISARIO:

¡Hágante los cielos bien !

   ¿Es Teodora ?

FILIPO:

               Adiós, amigo.

BELISARIO:

¿Vas callando ?

FILIPO:

             Hablando voy.

BELISARIO:

¿Tú eres mi amigo ?

FILIPO:

                 Sí, soy.       

1590
BELISARIO:

Dilo, pues.

FILIPO:

           Ya te lo digo.

Vase FILIPO

 

BELISARIO:

   ¿Qué tengo más que saber ?

De Teodora es la porfía.

¡Con qué afecto y agonía

aborrece una mujer !             

Si son un alma y un ser 

1595

Teodora y Justiniano,

¿cómo un mismo cuerpo humano

inconstancia tiene tanta,

que una mano me levanta         

1600

y me derriba otra mano ?

   Bien esta duda me explica.

De una víbora se saca

el veneno y la triaca;

el sol mata y vivifica.          

1605

Si rigores multiplica,

¿cómo me podré guardar ?

Que si es nube su pesar

y en conspiraciones tales

llueve sobre mí puñales,

1610

alguno me ha de alcanzar.  

   Quejarme al Emperador

es ponerme en más cuidado,

porque el hombre bien casado,

con prudencia y con amor,       

1615

crédito ha de dar mayor

a su mujer que a su amigo.

¡Cruel estrella, hado enemigo !

¿Vivir temiendo es vivir ?

El viene; yo he de fingir;    

1620

que entre sueños se lo digo.

Siéntase.  Salen el EMPERADOR y NARSES

 

NARSES:

           Entrando van en efecto,

por Italia longobardos

y talando las campañas,

como los soplos del Austro,

1625

derriban pálidas hojas,

cuando en noviembre enojado

prende arroyos y desata

la hermosura de los campos.

Italia, señor, se pierde.

1630

Si me hubieras despachado

quizá naciones del norte

no vinieran.

EMPERADOR:

             Habla paso,

porque he visto allí dormidos

los ojos de Belisario,          

1635

y en lo dulce de aquel sueño

yo mismo estoy reposando.

Mientras este varón vive,

vengan los reyes extraños

al imperio, que saldrán           

1640

llenos de horror y de espanto.

Haz que se prevenga el triunfo

para mañana.  Bizarro

triunfará de Africa, y luego

iréis a Nápoles ambos.      

1645

Vase NARSES

 

¡Oh, admiración de los hombres !

Del mundo fueras milagro

si hubieras nacido rey

como naciste vasallo.

Causándome estás respeto;   

1650

a amor me estás provocando.

Eres un rasgo divino;

eres un prodigio humano.

[Habla soñando BELISARIO]

 

BELISARIO:

¿Por qué, Emperatriz, me matas ?

¿Cuándo te hicieron agravio   

1655

mi lealtad y mis servicios ?

EMPERADOR:

Entre sueños está hablando.

BELISARIO:

Si para quitarme a Antonia

homicidas has buscado,

tu vasallo soy leal;            

1660

no cometí desacato

jamás contra tu persona.

EMPERADOR:

Como son unos retratos

los sueños de las pasiones

del alma, en dormidos labios           

1665

vi despierta la verdad

que saber he deseado.

¿Cómo así duermes seguro

cuando tienes por contrario

mujer bella y poderosa ?         

1670

Pero date mi palacio

la inmunidad y el descuido.

Duerme y vive, que velando

estoy tu vida y tu sueño.

A mí mismo en ti me guardo.   

1675

Pónese el EMPERADOR detrás del paño.  A la otra

puerta salen TEODORA y FILIPO

 

TEODORA:

Eres cobarde.

FILIPO:

             No pude.

Yo buscaré más espacio

la ocasión.

TEODORA:

           Dame esta daga.

Quítasela

 

FILIPO:

No te vaya despeñando

tu crueldad.

TEODORA:

             No me aconsejes.   

1680
FILIPO:

Si yo, señora, le mato,

¿qué más quieres ?

TEODORA:

                 No te creo.

FILIPO:

(¡Quién pudiera despertarlo     Aparte

que all¡ durmiendo le veo !)

A tu decoro gallardo       

1685

no conviene.

TEODORA:

             No des voces.

FILIPO:

Porque despierte lo hago).

BELISARIO:

(Claro está que si durmiera     Aparte

que hubiera ya despertado.

Mucha ve quien vela y calla).   

1690
TEODORA:

Guarda la puerta, entretanto

que yo llego a darle muerte.

FILIPO:

(¡Oh, qué sueño tan pesado !       Aparte

Quiero tropezar).  ¡Jesús !

Tropieza.  Hace ruido en una silla

 

TEODORA:

No hagas rumor.

FILIPO:

             (¿Tan ingrato            Aparte   

1695

he de ser si me dio vida ?

Parece que es un letargo

su sueño).

Vase FILIPO

 

TEODORA:

        ¡Viven los cielos,

que pues tres hombres no osaron

vengarme del que aborrezco,     

1700

que ha de morir a las mano

de una mujer.

Vale a dar y sale el EMPERADOR y detiénela

 

EMPERADOR:

             ¡Tente, loca !

¿No miras que yo le guardo ?

Con sus ojos y los míos,

hacemos los dos un Argos.  

1705

La mitad está durmiendo

y la otra mitad velando.

Mi imagen es y, otro día,

traerá el acero villano

contra el mismo original        

la que se atreve al retrato.    

1710

¿Matarme quieres ?

TEODORA:

                  ¡Señor !

¿Yo contra ti ?

EMPERADOR:

                Paso, paso;

que aun interrumpirle el sueño

he de sentir por agravio.       

1715
BELISARIO:

(¡Oh, señor, cuánto te debo !)   Aparte

TEODORA:

Yo quise...

EMPERADOR:

           Cierra los labios,

que oír no quiero tus quejas

ni atender a tus descargos.

Bien sé que pasiones son,       

1720

porque sus triunfos y lauros,

sus victorias y trofeos,

sus pompas y magistrados,

quisieras para tu primo;

y es tu pecho tan ingrato,      

1725

tu condición tan terrible,

tu humor tan extraordinario,

que envidias lo que debieras

estimar, pues no es extraño

sino propio el bien que tienen  

1730

el amigo y el criado.

Este que miras, ingrata,

es un patricio romano,

es un varón consular

que en los reales y campos      

1735

del Emperador Justino,

mi señor, era un soldado

cuando joven, tan valiente,

tan animoso y bizarro,

que mereció por sus hechos    

1740

una estatua en el senado.

Dos veces me dio la vida

porque perdido el caballo

en las guerras de Asia, viendo

que me cercaban contrarios,     

1745

rompió por ellos, cual suele

rasgar con truenos un rayo

esferas de viento y nubes

de fluecos tornasolados.

Su caballo me dio, y luego,     

1750

abriendo por todos paso,

al ejército me vuelve

con vencedores aplausos.

Otra vez pasando el Tigris

en sus ondas de alabastro       

1755

me vi perdido y, rompiendo

globos de nieve, en sus brazos

me sacó a la margen verde.

Fue capitán, y en dos años

tuvo treinta desafíos         

1760

de cuerpo a cuerpo retando

enemigos del imperio:

persas, medos, griegos, partos.

Fue general y la esfera

del imperio ha dilatado         

1765

a los términos que tuvo

en los tiempos de Trajano.

Doce reyes ha vencido,

quince veces ha triunfado

con el triunfo que mañana

1770

le están previniendo en carros

competidores del sol.

¿En qué madera, en qué mármol

no merece los cinceles

de Lisipo y de Lisandro ?        

1775

No fue vencido jamás,

y en las guerras se ha mostrado

un prudente Julio César,

un magnánimo Alejandro.

¿Este quieres deshacer ?       

1780

Más es león africano

que, abiertos los ojos, duerme.

En sueños está bramando.

¡Ay, de aquel que se le atreva !

cuatro reyes, admirados                

1785

de su fama, hasta mi corte

por verle peregrinaron

y estando en presencia suya

en un éxtasis y pasmo

de admiración se quedaban       

1790

atentos y embelesados.

¿Cómo una mujer se atreve,

sin prudencia y sin recato,

sin piedad y sin temor,

contra el que está amenazando   

1795

allí al mundo ?  ¿Son de tigre

tus entrañas ?  ¿Hasta cuándo

ha de durar la venganza

de tus antojos livianos ?

¡Vive Dios, y por la vida       

1800

de que tú aborreces tanto,

que a no ser atento y cuerdo,

este acero... !  Reprimamos,

cólera, tales razones,

que soy príncipe cristiano,   

1805

amante de mi mujer,

y me llama el mundo sabio;

mas si el derecho civil

y leyes de los romanos

pongo en orden y reduzco               

1810

a un volumen reformado,

justiciero debo ser,

satisfacer debo agravios,

castigar debo delitos

y hüir respetos humanos.        

1815

¡Hola !

Hace que despierta BELISARIO

 

BELISARIO:

        ¿Señor ?

Salen FILIPO, LEONCIO y NARSES

 

NARSES:

                 ¿Qué nos mandas ?

EMPERADOR:

A la Emperatriz le han dado

algunas melancolías,

y parece acuerdo sano

que se retire algún tiempo    

1820

de la corte y de palacio.

A Antioquía ha de irse.  Allí

pasar puede este verano

en la casa de su padre.

Id los tres acompañando       

1825

su persona y, porque vea

lo que debo a Belisario,

traedme las imperiales

insignias.

Vase NARSES

 

TEODORA:

           (Estoy temblando.          Aparte

De cólera puede ser,     

1830

no de temor).

EMPERADOR:

             Breve rasgo

es de Dios el rey, y así

humildes valles levanto,

soberbios montes inclino.

Batan moneda, que a un lado     

1835

tenga mi rostro y en otro

el de Belisario orlado

de letras que digan"  "Eacute;ste

sustenta el imperio sacro."

A TEODORA

 

Muere de envidia, crüel.        

1840

Saca NARSES en una fuente un bastoncillo y una corona
de laurel 

dorado

 

NARSES:

        Aquí están.

EMPERADOR:

           Mi imperio parto

con quien lo merece entero.

Por sucesor te declaro

de mi imperio.  César eres.

Rey eres ya de romanos.         

1845

El bastón imperial, hoy,

dividido en dos pedazos,

dirá que un alma tenemos.

BELISARIO:

¡Señor... !

EMPERADOR:

         No repliques.

BELISARIO:

                       Hago

lo que mandas.

Parten entre los dos el bastón

 

EMPERADOR:

             El laurel     

1850

del imperio sacrosanto

también se ha de dividir,

que con esto estoy mostrando

que hay un poder en los dos.

BELISARIO:

¿Tantas honras a un esclavo ?        

1855

Parten la corona

 

EMPERADOR:

Tantas honras a un amigo.

¡Ea !  Mandar debes algo

en señal de posesión,

que aun yo tus preceptos guardo.

BELISARIO:

Si eso, señor, ha de ser,

1860

suplico...

EMPERADOR:

         ¿Qué dices ?

BELISARIO:

                     Mando

en tu presencia, señor,

(esta voz me causa empacho),          Aparte

mando que la Emperatriz,

mi señora...

TEODORA:

           ¡Ah, crüel villano !  

1865
BELISARIO:

...no se vaya de la corte

ni salga de tu palacio,

y este bastón y laurel

pongo a sus pies soberanos

porque todo es suyo, y yo  

1870

soy un pequeño traslado,

Pone a sus pies laurel y bastón

 

un borrón, una pintura

de su poderosa mano.

TEODORA:

(Vencióme la cortesía.     Aparte

Venciéronme los halagos               

1875

de su modestia.  Ya siento 

el pecho desenojado).

EMPERADOR:

Obedecido serás

y ya en lugares tan altos

serás el mayor ejemplo        

1880

de la dicha.

BELISARIO:

           (El postrer paso           Aparte

de la fortuna di agora.

No hay más que subir.  Vivamos,

corazón, con gran cordura,

con modestia y con recato).     

1885
FILIPO:

¿Quién vio tan grande ventura ?

LEONCIO:

¿Quién vio tan feliz soldado ?

NARSES:

    ¿Quién oyó tales favores ?

EMPERADOR:

¿Quién tuvo tan buen vasallo ?

TEODORA:

¿Quién no venció sus enojos ?    

1890
BELISARIO:

¿Quién subió a lugar tan alto ?

Fortuna, tente.  Fortuna,

pon en esta rueda un clavo.

               

Vanse todos

 

FIN DEL ACTO SEGUNDO

 

ACTO TERCERO

 

Salen BELISARIO, LEONCIO, FILIPO y FLORO

 

LEONCIO:

    Bien venga el restaurador

del imperio.

BELISARIO:

                 Bueno está.    

1895
FILIPO:

Si lo sabe dejará

la caza el Emperador.

BELISARIO:

    Su majestad se entretenga

al latir de los sabuesos,

que de Italia los sucesos      

1900

podrá saber cuando venga.

LEONCIO:

    ¿No hubiera sido prudencia,

sin atender a la ley

de vasallo, hacerte rey ?

FILIPO:

Según aquella sentencia,

1905

    que Eurípedes repetía,

Belisario, mal hiciste;

Rey de Italia ser pudiste.

Por reinar no hay tiranía.

LEONCIO:

    Monarca de este hemisferio  

1910

fue César siendo atrevido.

FILIPO Tirano en efecto ha sido

el principio del imperio.

LEONCIO:

    Mudable es la condición.

No es monte la voluntad.       

1915
BELISARIO:

(O éstos prueban mi lealtad        Aparte

o mis amigos no son.

    Así les responderé

ya que su intención ignoro).

Tú, ¿qué dices a esto, Floro ?   

1920
FLORO:

La fábula contaré

    de la zorra que cazaba

para el lobo noche y día,

y solamente comía      

lo que al lobo le sobraba.     

1925

    Esta sujección dio pena

a cierto zorrazo viejo,

y dábale por consejo:

"No comas por mano ajena."

    Respondióle:

"¿Yo traidora    

1930

con el lobo mi señor ?"

Cogiólo de mal humor

un día la tal señora;

    diez gallinas le llevó

y él le replicó:

"Esta vez,    

1935

¿cómo me traes solas diez

si he menester once yo ?

    Y pues, no hay quien me socorra

en esta hambre canina,

a falta de una gallina         

1940

no será mala una zorra."

    Bien aplicado lo ves.

No hablo a persona sorda.

El que cochino engorda

comerlos quiere después.       

1945
BELISARIO:

    ¡Vive Dios, loco atrevido,

que esta lengua he de cortar !

Vase tras él con la daga

 

FLORO:

Tres lenguas puedes sacar

si el consejo te ha ofendido.

    ¿Contra una lengua porfías  

1950

si son tres las que pecaron ?

BELISARIO:

Estos señores hablaron

por ver lo que tú decías.

    Los reyes por privilegio

dioses de la tierra son,       

1955

y hacer con ellos traición

es cometer sacrilegio.

    Bien sé que contra las leyes

han hecho las tiranías

imperios y monarquías;         

1960

traiciones han hecho reyes.

    Si es fácil la voluntad

del hombre, aunque rey se llama,

no se ha de perder mi fama

de parte de mi lealtad;   

1965

    que obedeciendo a mi dueño,

más altos honores hallo

en ser yo el mayor vasallo

que no ser un rey pequeño.

Pónense a hablar los tres y sale TEODORA

 

TEODORA:

    (Locos pensamientos míos,       Aparte     

1970

no os engañen esperanzas,

porque son vuestra mudanzas

amorosos desvaríos.

    Quise un tiempo a Belisario

y desprecios padecí;           

1975

sus partes aborrecí

y era el amor su contrario.

    Ya del olvido al amor

anda el alma sin sosiego,

porque ha recibido el fuego           

1980

que encubrió mi altivo honor.

    Si le dan dicha los cielos,

si el Emperador le estima,

si le quiere bien mi prima,

¿qué mucho que envidia y celos        

1985

    produzcan amor en mí ?

¡Qué batalla con mi honor !

¡Ay de mí, si vence amor !

FLORO:

La Emperatriz está aquí.

BELISARIO:

    Déme vuestra majestad       

1990

su mano.

TEODORA:

             Salid afuera.

FILIPO:

(Yo pienso que persevera             Aparte

en su tirana crueldad).

Vanse y quedan TEODORA y BELISARIO

 

TEODORA:

    Vos seáis muy bien venido.  

1995
BELISARIO:

Feliz vino quien escucha  

tal favor.

TEODORA:

                (El alma lucha        Aparte

con el amor y el olvido.

    ¡Ayer tanto aborrecer

y hoy amor tan singular !

Bien dicen que es como el mar  

2000

el alma de una mujer).

BELISARIO:

    Ya habréis sabido el trofeo

de Italia.

TEODORA:

             De más rigor

sé que venís vencedor.

BELISARIO:

(Más apacible la veo.                   Aparte

2005

    -Oh, si se fuese mudando

su terrible condición !)

TEODORA:

(El Amor y la Ocasión                   Aparte

me van aquí despeñando.

    Hüid, fáciles antojos,    

2010

dejadme en eterna calma,

que se va asomando el alma

a los labios y a los ojos).

BELISARIO:

    Ir pretendo, en seguimiento

de su majestad, al monte.      

2015
TEODORA:

No os vais.  (Corazón, disponte         Aparte

si no tienes sufrimiento.

    Mi primera inclinación

fue a Belisario.  Si agora

quien le aborreció le adora,     

2020

no es mucho.  Cenizas son

    de mis antiguas pasiones,

y ya será agradecido

pues mi rigor ha temido).

BELISARIO:

¿Qué mandas ?  ¿Qué detenciones 

2025

    en el hablarme son éstas ?

TEODORA:

(Ya atropellado el honor             Aparte

salga de golpe el amor

sin demandas ni respuestas).

    Belisario, ¿has olvidado    

2030

aquel tiempo en que yo amaba ?

BELISARIO:

Vuestro pecho adivinaba

que le estaba destinado

    el imperio, y para honrallo

con liberal bizarría           

2035

vuestra majestad me hacía

favores como a vasallo.

TEODORA:

    Y tú, entonces, para ser

de Antonia, me dabas celos.

BELISARIO:

(¿Qué lenguaje es éste, cielos ?   Aparte

2040

Mucho temo esta mujer).

    Conociendo tu grandeza,

nunca yo me prometí

que hiciese caso de mí

tu virtud y tu belleza,   

2045

    porque estaban dedicadas    

al que es mi dueño y señor.

TEODORA:

Almas que alienta el amor

no han de ser desconfiadas.

    Yo por desprecio tenía    

2050

lo que fue desconfianza,

y así tomaba venganza;

mas ya Amor...

BELISARIO:

                  (Fortuna mía,          Aparte

    tente; que en aquellos labios

cuyo silencio deseo, 

2055

como en un espejo veo

mi desdicha y mis agravios.

    El que no temió escuadrones

del africano poder,

temiendo está una mujer,

2060

temblando está a sus razones.

    Mujer, mi sepulcro labras.

Tres veces darme quisiste

la muerte, y hoy me la diste

con esas pocas palabras.       

2065

    Mi lealtad es infinita,

¡oh, mi rey y emperador !,

mal te quitará el honor

quien la haciendo no te quita).

TEODORA:

    (Ya me ha entendido, y mi estrella    Aparte       

2070

que le dé un favor me manda.

Cuando levante esta banda

pienso dejarle con ella).

Deja caer una banda

 

BELISARIO:

    Dame licencia, que debe

saber cómo ya llegué  

2075

el César.

TEODORA:

             (O no la ve              Aparte

o a tomarla no se atreve).

    Luego iréis.

BELISARIO:

             (¿Con qué intención   Aparte

la banda dejó caer ?

¡Que pasase una mujer

2080

del rigor a la afición

    tan fácilmente !)

TEODORA:

                  (Este guante     Aparte

hará que la banda vea).

Deja caer un guante

 

BELISARIO:

(Que la levante desea.               Aparte

Amor muestra en el semblante.  

2085

    Haréme desentendido).

TEODORA:

(O mi favor le ha turbado,           Aparte

o el no mirar es cuidado).

Un guante se me ha caído.

    ¿Cómo a alzarlo no te inclinas ? 

2090
BELISARIO:

Ya, mi señora, le vi;

pero no me toca a mí

levantar prendas divinas.

    Si yo las toco, profano

su valor y su deidad;  

2095

que no será autoridad

recibirlas de mi mano.

    Llamaré quien las levante,

porque en mí es acción grosera.

¿No hay una dama allá fuera  

2100

que dé una banda y un guante

    a su majestad ?

TEODORA:

                       (Crüel,        Aparte

¨mi favor no has de estimar ?)

BELISARIO:

Antonia viene.  (Al pasar            Aparte

le he de dar este papel). 

2105

Sale ANTONIA

 

    Un guante se le cayó

a su majestad; y así,

como no me toca a mí

levantarlo, te llamó.

    Llega a dárselo.

ANTONIA:

                       Sí, haré, 

2110

pues tan dichosa he venido.

Dale un papel y échaselo ella en la manga

 

BELISARIO:

(Favorecerme ha querido.             Aparte

Lindamente me escapé).

Vase BELISARIO

 

ANTONIA:

    (¿Banda y guante por el suelo ?    Aparte

Mi temor ha sospechado    

2115

que cayeron con cuidado.

Muchas máquinas recelo).

Levanta la banda y el guante y dáselos

 

TEODORA:

    ¿Tú, por fuerza, habías de ser

la que viniste en oyendo

a Belisario ?

ANTONIA:

                  ¿Te ofendo       

2120

en servir y obedecer ?

TEODORA:

    ¿Qué papel es ése ?

ANTONIA:

                           ¿Cuál ?

TEODORA:

El que en la manga has echado.

ANTONIA:

¿Pues, eso te da cuidado ?

TEODORA:

Hame parecido mal.             

2125

    ¡No has de verle ni saber

lo que contiene !

ANTONIA:

                       Señora...

TEODORA:

No hay que replicarme agora,

soy curiosa, soy mujer.

Sácale el papel de la manga y échalo 

en la suya

 

ANTONIA:

    Pienso que no son desvelos  

2130

sólo de mujer curiosa.

TEODORA:

Si no, ¿de quién ?

ANTONIA:

                      De envidiosa.

(Abrasada voy en celos).             Aparte

Vase ANTONIA

 

TEODORA:

    ¿Que me haya yo declarado

sin remedio ni esperanza ?      

2135

Banda, tomemos venganza,

que en el suelo os han dejado.

    Guante, vuestro honor se halla

despreciado como mío;

sed guante de desafío.  

2140

Entremos hoy en batalla.

    Amor, no fuistes amor;

sin duda fuistes deseo,

pues que así trocado os veo

segunda vez en rigor.            

2145

    Declaré mi voluntad.

Desprecióme; es mi enemigo.

No es bien que viva testigo

que vio mi facilidad.

    Rabiando quedo de enojos.   

2150

Venguen los muchos agravios,

mis querellas en los labios,

mis lágrimas en los ojos.

Sale el EMPERADOR

 

EMPERADOR:

    Mi Teodora, ¿dónde está

Belisario ?  A verle vengo.     

2155

Del alborozo que tengo

quietud ni gusto me da.

    A Italia ha restitüido,

sujetando nación fiera.

TEODORA:

No le busques.  Más valiera      

2160

que allá quedara vencido.

EMPERADOR:

    ¿Aún la cólera te dura ?

¿Qué te ha obligado a llorar ?

¿O pretendes aumentar

con lágrimas tu hermosura ?     

2165
TEODORA:

    Bellezas desdichas son.

No sé cómo responderte.

Abrame el pecho la muerte;

verás en él mi pasión.

    Tanto aborrecer a un hombre,       

2170

tanto quererle matar,

tanto gemir y llorar

en escuchando su nombre,

    ¿no te han dicho.... ?

EMPERADOR:

                            Espera; calla.

Mira qué dices, primero;       

2175

advierte que bien le quiero

y se han de dar la batalla

    la queja de mi mujer

y el crédito de mi amigo,

y luchando ambos conmigo       

2180

no sé cuál ha de vencer;

    que están en una balanza

el amor y la amistad.

Tú tienes mi voluntad

y él tiene mi confianza.       

2185

    Mi mujer y amigo aquí

balanzas son, ¡vive Dios !,

y no sé cuál de los dos

ha de poder más en mí.

TEODORA:

    Por eso quiero morir.       

2190

Por eso quiero ausentarme.

Si el callar ha de matarme,

si ha de matarme el decir.

    Mis no creídos agravios,

si todo ha de ser rigor,       

2195

dilatemos el dolor

del corazón a los labios.

    ¿Quieres ver si pesa más

mi amor que su confianza ?

Pon tu honor en la balanza     

2200

del amor, y lo verás;

    que, rica de tu favor

con soberbia y vanidad,

hallarás que la amistad

intenta tu deshonor              

2205

    y, pues mi agravio es un rayo

que se ha engendrado en mi seno,

sírvame, al nacer, de trueno

o mi muerte o mi desmayo.

Siéntase desmayada TEODORA

 

EMPERADOR:

   ¿Qué dices, mujer ?  ¿Qué dices ?     

2210

Desmay¢se y con pasi¢n

ha robado el corazón

a su cara los matices

   de púrpura y de clavel.

Con su pálida hermosura  

2215

me ha dicho mi desventura.

Sin duda en este papel

   me escribe la triste suma

de rigores alevosos,    

porque a labios vergonzosos     

2220

sirve de lengua la pluma.

   De Belisario es la letra.

Nuevo linaje de enojos

me está turbando los ojos

y el corazón me penetra.        

2225

Lee

 

   "Cuando pensé que querías

matarme, sin ofenderte,

estimaba aquella muerte

más que las victorias mías.

   Porque morir a tus manos     

2230

fuera vivir mereciendo,

como agora estoy muriendo

a tus ojos soberanos."

   ¿Qué duda el alma, que ignora

abismos de confusiones ?         

2235

Bien se ve que estas razones

sólo son para Teodora.

   Del pecho el alma revienta.

Déme Dios dolor tan fuerte

que no le alcance la muerte            

2240

para que viva y lo sienta.

   Tu honestidad, tu decoro

te han causado tal tormento

que envidio tu sentimiento

y tus desmayos adoro.   

2245

  ¿Qué tengo ya que esperar, 

pues desmayada y hermosa

ha quedado, como rosa

que acabaron de cortar ?

   ¡Hola !

Salen MARCIA, CAMILA y ANTONIA

 

ANTONIA:

              ¿Señor ?

EMPERADOR:

                       A Teodora       

2250

dio un accidente violento.

Retiradla a su aposento.

Llévanla

 

Agora, dolor, agora

   es el tiempo de acabar

el vivir y el padecer.           

2255

Inmortal debo de ser

pues no me acaba el pesar.

   Cuando matarle quería

ella calló estos agravios,

que el honor aun a sus labios          

2260

su misma ofensa no fía.

Sale BELISARIO

 

BELISARIO:

   Dame la mano, señor.

EMPERADOR:

(Aquí es menester paciencia;        Aparte

aquí es menester prudencia;

aquí es menester valor.         

2265

   ¡Oh, duro trance, aquí, aquí

era el morir !  ¿Para cuándo

está la muerte guardando

sus rigores para mí ?)

BELISARIO:

   A Italia hoy he restaurado          

2270

y esta victoria, señor,

es la victoria mayor

que mi fortuna os ha dado.

   Debe de ser la postrera.

EMPERADOR:

(¡Que este hombre me esté agraviando Aparte   

2275

y que estándole mirando

tenga él vida y yo no muera !

   ¿Es posible que mi hechura

se haya atrevido a mi honor ?

¡No es nuevo que a su criador   

2280

haga ofensas la criatura !)

BELISARIO:

   Señor, ¿qué mudanza es ésta ?

¿Vos negándome la mano ?

EMPERADOR:

Su pensamiento villano

este papel manifiesta.  

2285

   ¿Por qué dudas me permito ?

Ea; muramos los tres:

Teodora por si no es

verdadero este delito

   y lo ha sabido fingir;  

2290

por si es cierto, morid vos;

y yo porque sin los dos

será imposible vivir).

BELISARIO:

   Mi señor, mi rey, mi dueño,

¿vos sin hablarme y sin verme ?  

2295
EMPERADOR:

(Que éste se atrevió a ofenderme, Aparte

¿es verdad, cielos ?  ¿Es sueño ?

   Mas no, que ya está culpado;

no, que ya estoy ofendido,

sólo en haberlo creído,

2300

sólo en haberlo pensado.

   Voyme; que el que al ofensor

mira con rostro clemente

parece que ya consiente

en su mismo deshonor).  

2305
BELISARIO:

   Tal disfavor, tal mudanza

me han de tener admirado.

EMPERADOR:

Muy mala cuenta habéis dado

de mi amistad y privanza.

BELISARIO:

   Señor, a vuestros enojos   

2310

ni di ocasión ni lugar.

EMPERADOR:

Los ojos han de pagar

lo que pecaron los ojos.

Vase el EMPERADOR

 

BELISARIO:

   ¿Cuándo en verle he dado enojos ?

¿Qué podrá significar       

2315

"los ojos han de pagar

lo que pecaron los ojos ?"

   Fortuna, ¿ya te has cansado ?

Fuerza fue, si nunca paras,

que agora me derribaras         

2320

cuando me ves levantado.

No me llamo desdichado

por lo que empiezo a sentir;

que si el correr y el hüir

son calidad de tu ser,          

2325

no es la desdicha el caer,

Fortuna, sino el subir.

   Casi llego a desear

la adversidad que estoy viendo,

porque pienso ser cayendo       

2330

el varón más singular;

porque el subir y el medrar

son escalas de la vida,

y honra en mí tan merecida,

pues en la virtud se alcanza,          

2335

no admirará mi privanza

y admirará mi caída.

Sale FILIPO

 

FILIPO:

   Como amigo desleal,

fuerza he de ser el decillo,

me envía por el anillo        

2340

que es de su sello imperial

su majestad.

BELISARIO:

             Si es mortal

cualquiera por más que prive,

¿qué merced eterna vive ?

Todas mueren, claro está,       

2345

porque es hombre quien las da

y es hombre quien las recibe.

   Todo favor es violento

cuando no viene de Dios.

Tomadlo, y dichoso vos,         

2350

si yo os sirve de escarmiento.

FILIPO:

Sabe Dios mi sentimiento

pero no puedo mostrallo.

BELISARIO:

Novedad en eso no hallo;

ya sé que es humana ley,      

2355

que en el semblante del rey

se ha de mirar el vasallo.

Vase FILIPO y sale NARSES

 

NARSES:

           Su majestad ha ordenado

que os secrete vuestra hacienda.

Nuestra amistad no se ofenda        

2360

que en efecto soy mandado.

BELISARIO:

No me coge descuidado

ese mal; ya lo temía;

y así, cuando recibía

las mercedes que me daba,  

2365

en mí las depositaba

para darlas este día.

Sale LEONCIO

 

LEONCIO:

   El César manda prenderte

y de tus males me pesa.

BELISARIO:

¡Con qué priesa, con qué priesa  

2370

se muda la humana suerte !

El rey es como la muerte:

despacio favores hace.

La vida al hombre que nace

y la muerte, --¡ah desengaños !--   

2375

lo que hizo en muchos años

con sólo un soplo deshace.

   Yo no le he ofendido en nada;

el mismo sol es mi fe

y solamente daré              

2380

a su majestad mi espada

más gloriosa y más honrada

porque siempre le he servido.

Salen JULIO, FABRICIO y el EMPERADOR

 

EMPERADOR:

Yo te prendo y yo la pido.

BELISARIO:

Pisen tus pies la cuchilla      

2385

que fue octava maravilla.

EMPERADOR:

Haced lo que os he advertido.

Dale un papel a LEONCIO

 

BELISARIO:

   Monarca de dos imperios,

rey del orbe, dueño mía,

si para honrar las virtudes     

2390

y castigar los delitos

ha menester el que es rey

usar de los dos oídos

que le dio Naturaleza,

que me deis uno os suplico.    

2395

¡Oh quién aquí enmudeciera,

que referir beneficios

no es de magnánimos pechos !

Pero si Séneca dijo

que se deben referir            

2400

si el que los ha recibido

o es ingrato o los olvida,

justamente los repito.

Cuando el Tigris os temió

como a celestial prodigio              

2405

y de sus cóncavos senos

salió con mayores bríos,

tropezó vuestro caballo

y amenazaba el peligro

fin en globos de cristal,       

2410

muerte en montañas de vidrio.

Mi amor os vio agonizando

y me arrojé a los abismos

de nieve donde estos brazos,

remos humanos y vivos,          

2415

hecho yo bajel con alma,

del hundoso precipicio

os libraron y el sepulcro

os negaron cristalino

porque el amor que os tenía       

2420

las ondas ha dividido

con bombas de fuego.  ¿Cuándo

teme nada el que bien quiso ?

Otra vez cuando los persas,

que son legítimos hijos       

2425

de Marte porque pelean

vencedores y vencidos,

rompieron los escuadrones

del imperio y, sin aviso,

vuestra juventud bizarra        

2430

se empeñó en los enemigos,

con valor se defendía,

pero con vanos designios.

Hidras eran, roto un cuello,

resultaban infinitos.      

2435

Ya el caballo sin aliento,

manchado el acero limpio,

despedazado el escudo,

vos vencido de vos mismo,

os vi yo porque mis ojos               

2440

de vista no os han perdido.

Bien como a la luz del cielo

girasoles amarillos,

acometí, pareciendo

rayo que en ardientes giros     

2445

bajó violento abrasando

chapiteles y edificios.

Amor fue, no el corazón,

el que aquella facción hizo.

La dicha fue, no el valor              

2450

el que os sacó de peligro;

que como felices hados

os tenían prometido

un imperio, no pudieron

ser allí contra sí mismos. 

2455

De vuestro muerto caballo

pasasteis, señor, al mío,

y yo delante de vos

os iba abriendo camino.

Desde la muerte a la vida       

2460

os hice allí un pasadizo,

que dar vida a un casi muerto

amagos de Dios han sido.

Vos el imperio heredasteis,

yo lo dilaté hasta el Nilo,   

2465

competidor de los mares

y monarca de los ríos,   

aquel que entra en su sepulcro

con estruendo y con rüido

y la cuna calla tanto                  

2470

que aun no saben su principio.

Cuanto Alejandro ignoró

sujeté a vuestro albedrío,

hasta el origen del Ganges

que ve al sol recién nacido.  

2475

Más reinos os tengo dados

que heredasteis.  Abisinios,

etíopes, medos, persas,

vándalos, lombardos, indios,

por mí besan vuestro pie.       

2480

Cuando Anastasio y Lisinio

contra vos se conjuraron,

¿no os di vida ?  ¿Qué designios

tenéis hoy en deshacer,

con el borrón del olvido,       

2485

hechura que os sirvió tanto,

vasallo que tanto os quiso ?

Pasando la primavera

de la edad, llegó el estío

de la juventud lozana,          

2490

y a los ejércitos fuimos

donde el águila de Roma,

como el pavón más lucido,

llena de ojos y de cuellos

mira al sol de hito en hito.    

2495

¿Por qué allí me habéis honrado

con magistrados y oficios,

si era el subirme tan alto

para mayor precipicio ?

Más bien me hubiérades hecho,    

2500

más piedad hubiera sido

dejarme en mi humilde estado

donde viviera bien quisto,

ni envidiado ni envidioso,

que una humilde caña, un lirio  

2505

vive sin temer el rayo,

no cual relevado pino

que está expuesto a su rigor

sobre alcázares de riscos.

Crüel sois haciendo bien,       

2510

avaro en beneficio,

tirano dando la vida,

engañoso en vuestro estilo.

¿Qué más hiciera algún áspid

entre acantos y narcisos,       

2515

una sirena cantando

y llorando un cocodrilo ?

Si pensáis que os ofendí,

¿en qué tiempos, en qué siglos

no hubo traidores y engaños ?  

2520

Porque son un laberinto

los humanos corazones,

y en los palacios más ricos

anda la envidia embozada

con máscara y artificio.      

2525

Entre las cosas más claras

ojos engañados vimos;

los remos parecen corvos

en las ondas y zafiros

del mar, y paloma negra         

2530

suele volar y, a los visos

del sol, parecen sus alas

oro y púrpura de Tiro.

Pues si en el agua y el sol

vemos engaños, rey mío,             

2535

¡en las lenguas de los hombres

cuantas veces se habrán visto !

¡Vive Dios, que pude ser

en los reinos adquiridos

más poderoso que vos !           

2540

Pero no quise; que os sirvo

con lealtad y por reinar

no la guarda al padre el hijo,

yo sí que he sido vasallo

el más fiel, el más digno       

2545

de eterna fama.  Señor,

a vuestras plantas me inclino.

Mirad que estoy inocente,

suspended vuestro castigo.

Si es el rey un casi Dios,      

2550

advertid que El no deshizo

al hombre, que antes al mundo

para repararlo vino.

¡No deshagáis vuestra imagen !

Vuelve el EMPERADOR las espadas y paséase

 

¿Así os vais, airado, esquivo,

2555

que no me habéís consolado,

que no me habéis respondido ?

Pues, daré a los cielos voces;

con mil quejas y suspiros

romperé esferas del aire.   

2560

¡Sed testigos, sed testigos

cielos, hombres, fieras, plantas,

de mi inocencia, y a gritos

publicad la ingratitud

de los monarcas del siglo ! 

2565

Bien sé de mi fortuna

son éstos los parasismos,

y que quieren ya expirar

su máquina y edificio.

¡Oíd, mortales, oíd !       

2570

¡El César y yo fuimos

de la Fortuna dos ejemplos vivos,

y ya será mi vida

el ejemplo mayor de la desdicha !

Vanse los soldados y llévanle preso a BELISARIO

 

FLORO:

Tragóse el lobo a la zorra.   

2575

Mi villa, señor, aplico

para servirte con ella.

Finezas haré contigo.

EMPERADOR:

Preven tú la montería

en ese bosque vecino                   

2580

al punto, porque Teodora

divierta allí los sentidos

y yo venza mi tristeza.

Vase NARSES

 

Di, Julio, ¿cómo te ha ido

en las fronteras de Persia ?            

2585
JULIO:

Bien, gran señor.  A Fabricio,

que es un valiente soldado,

te encomendé, y no ha tenido

premio alguno; dos banderas

ganó en Asia.

EMPERADOR:

             No me olvido.      

2590

Una villa he dado a Floro

por esa hazaña.

FLORO:

               Servicio    

muy enano.

FABRICIO:

             Yo fui sólo

quien tales facciones hizo,

y Floro me hurtó un papel.      

2595
FLORO:

Yo no ofendo a Jesucristo

en el séptimo precepto.

FABRICIO:

Ni le ofendes en el quinto.

EMPERADOR:

La merced hecha, ha de ser

del que venciere.  Permito             

2600

que aquí saquéis las espadas.

FLORO:

De aquesta vez me desvillo.

FABRICIO:

¡Ea !, que el César lo manda.

FLORO:

Dios no lo manda y yo rindo

Saca la espada

 

villa y espada, y seremos       

2605

yo y el señor Fabricio

de la Fortuna dos ejemplos vivos,

y yo seré sin villa

el ejemplo menor de la desdicha.

Vanse.  Salen LEONCIO y FILIPO con un papel

 

LEONCIO:

   En efecto, Filipo, éste es el orden  

2610

que ejecutar el César ha mandado,

y así miras ligado a Belisario

a un árbol, el que fue segundo César.

¡Tal es la condición de la Fortuna !

Lee FILIPO

 

FILIPO:

   "Sacaréis con cien soldados de guarda

a Belisario, fuera de los muros, y allí le

saquen los ojos, pues con ellos ofendió la

cesárea majestad poniéndolos en lo sagrado

de su honor; y ninguno le socorra, pena de

mi desgracia, porque quiero que mendigue

usó mal de las riquezas que tenía.

             Justiniano Emperador"

LEONCIO:

Acto terrible ha sido.  Ya el verdugo

2615

le ha quitado los ojos y el vestido,

y a dar adonde estamos ha venido.

Sale BELISARIO, corriendo sangre de los ojos, con una
sotanilla

vieja y sin valona, sin capa ni sombrero, cayendo y
levantando

 

BELISARIO:

   Si tuviere culpa alguna

para tanto padecer,

no era maravilla ser       

2620

escarnio de la Fortuna;

   mas que el valor y lealtad

padezcan desdichas tales

no han oído los mortales

tan nunca usada crueldad.  

2625

   Dadme escudo de paciencia

en este trance, mi Dios,

pues que solamente Vos

sabéis mi mucha inocencia.

   Con la virtud fui subiendo,         

2630

pero cuando más subía

la envidia me detenía;

mas yo trepando y cayendo

   con la gran solicitud

de ambas a dos, di en despojos  

2635

a la envidia hacienda y ojos,

y la fama a la virtud.

FILIPO:

   Tengamos piedad alguna.

BELISARIO:

¿Quién habló ?

FILIPO:

             Filipo.

BELISARIO:

                       Amigo,

ya que a mísero mendigo       

2640

me ha traído la Fortuna,

   algo me dad con que pueda

dar, no siendo mi homicida,

sustento a una poca vida

que es la hacienda que me queda.

2645
LEONCIO:

   Nos darán por alevosos.

BELISARIO:

No me socorráis, señores,

si en efecto son traidores

ya los hombres virtüosos.

FILIPO:

   Sólo este palo te doy        

2650

porque te sirva de arrimo.

Vanse

 

BELISARIO:

Es gran merced; yo la estimo.

Siempre agradecido soy.

   ¿En qué han pecado los ojos

que la luz vital les quitan ?                   

2655

Haberme dado la muerte

menor tormento sería.

Mi Dios, mucho te ofendí,

pues de esta suerte castigas

mis pecados.  Tú lo sabes,      

2660

eterna sabiduría.

Hombres, Belisario soy;

el que reinos y provincias

ganó al imperio, sin ojos

por estos campos mendiga.                      

2665

Sale NARSES

 

NARSES:

        Las telas se han de poner

desde el bosque hasta la orilla

de este camino.

BELISARIO:

                Señores,

dad limosna a quien podía

ser rey del mundo, y se ve                     

2670

derribado de la envidia.

Dad limosna a Belisario

cuya famosa cuchilla

Asia y Africa temieron.

NARSES:

        Tu adversidad me lastima.              

2675
BELISARIO:

¿Es quien habló Narsés ?

NARSES:

                            Sí.

BELISARIO:

Pues de escarmiento te sirva

ver del mayor edificio

las asoladas rüinas.

Lee en mis ojos los sucesos     

2680

de los mortales, y mira

las vueltas de la Fortuna

en mis calientes cenizas.

NARSES:

        Admiración das al mundo.

BELISARIO Socórrese en la fatiga        

2685

de mi adversidad.

NARSES:

                        No puedo,

que el Emperador se indigna

con quien pretende ampararte.

Vase NARSES

 

BELISARIO:

Socórranme las divinas

manos de Dios, que ellas solas  

2690

son liberales y ricas.

¿Qué mucho que los amigos

hoy me nieguen las reliquias

y migajas de sus mesas

si temen la tiranía           

2695

de un emperador ingrato ?

Pero callemos; no digan

que muriendo le ofendió

quien no le ofendió en la vida.

Sale FLORO

 

FLORO:

Mi señor.

BELISARIO:

        ¿Quién habla ?

FLORO:

                       Floro.          

2700

También fui zorra.  La villa  

me han quitado.

BELISARIO:

                Si los ojos

te dejan, ten alegría.

Mendiguemos por el mundo,

ya que mis pasos imitas                

2705

dejando yo a las historias

ejemplos de la desdicha.

¡Mortales, alerta, alerta !

Esta es la mayor caída

que dieron ni que darán         

2710

los privados.  A mi dicha

no llegó ningún vasallo.

Con el César competía

mi fortuna.

Salen el EMPERADOR y los demás

 

EMPERADOR:

           Quite el campo

mis graves melancolías. 

2715
BELISARIO:

Caminantes peregrinos,

si hay lástima que os permita

tener dolor, Belisario

es ya la fábula y risa

de la Fortuna.  Limosna                

2720

va pidiendo el que solía

hacer bien a todos, y hoy

no hallo persona viva

que me favorezca.

EMPERADOR:

                (¡Cielos !             Aparte

¨Este espectáculo miran         

2725

mis ojos ?  Piedad es ya

la que hasta aquí fue justicia).

BELISARIO:

Dadme siquiera consuelo,

porque la inocencia mía

lo merece.  No ofendí         

2730

jamás al César.  Malicia

o envidia me han derribado

porque mi nombre eterniza

el cielo en mi adversidad.

EMPERADOR:

Mudo estoy, y solicita                 

2735

la lengua hablar y no puede.

Temo que fue tiranía

mi rigor.  Tarde lo temo;

no quisiera que me digan

las historias "el crüel").      

2740

Por otra puerta salen ANTONIA, MARCIA y CAMILA

 

MARCIA:

Ven, Antonia, ven Camila,

ya que se queda Teodora

entre aquellas fuentecillas.

BELISARIO:

Hacia aquí ha sonado gente.

Señores, si el mal lastima    

2745

cuando no se ha merecido,

dad limosna a quien castiga

la Fortuna por leal.

ANTONIA:

¿Qué ilusión, qué sombras frías,

qué sueño, qué devaneos         

2750

perturban mis fantasías ?

Belisario, hablar no puedo;

toda el alma me lastimas.

Temblando en el pecho, ¡cielos !,

salir ha querido aprisa                        

2755

el sentimiento del pecho,  

mas no pudo y se retira

hasta que resuelto en llanto

destile tantas fatigas.

Belisario, Belisario,                          

2760

sólo entre lágrimas vivas

puedo pronunciar tu nombre.

BELISARIO:

Antonia, esa voz me quita,

después de tanta miseria,

después de estas dos heridas,   

2765

la vida que me quedaba,

porque el alma para oírla

se va asomando a la boca.

Tú sabes que no ofendía

a su majestad.  Mi honor                               

2770

te encomiendo.  Adiós.

Déjase caer junto al paño y queda cubierto

 

ANTONIA:

                     ¿Qué arpía, 

qué tigre, qué fiera habrá

que a tal dolor se resista ?

Emperador riguroso,

tirano, crüel, homicida,        

2775

que a deshacer tus hechuras

te arrojas y determinas,

tan a ciegas Belisario

cortesmente me servía

y Teodora me envidiaba;         

un papel, que me escribía              

2780

Belisario, me quitó,

y viéndose aborrecida

de tu vasallo leal

convirtió su amor en ira.              

2785
EMPERADOR:

Calla Antonia, calla Antonia,

más palabras no repitas,

que las creo y me atormentan.

¡Mal haya el rey que derriba

sin acuerdo y sin firmeza                      

2790

al hombre de quien se fía !

Murió el mayor capitán

que las naciones antiguas

ni venideras tendrán.

Vengue en mis entrañas mismas   

2795

el cielo su mal.  Teodora

repudiada y abatida

ha de ser, y sola Antonia,

porque él la amó, será mía.

ANTONIA:

Eso no; que vendré a menos.            

2800
EMPERADOR:

¿Por qué ?

ANTONIA:

           Tuvo Roma invicta

muchos Césares y sólo

un Belisario.

EMPERADOR:

             Altas piras

y túmulos honorosos

honras varias y exquisitas                     

2805

le haré en su muerte.

ANTONIA:

                    Ya es tarde.

EMPERADOR:

No me niegues.

ANTONIA:

             Soy muy fina.

EMPERADOR:

Bien le quise yo.

ANTONIA:

                  No hiciste.

EMPERADOR:

Su virtud amé.

ANTONIA:

                Es mentira.

EMPERADOR:

Engañéme.

ANTONIA:

         No eres cuerdo.        

2810
EMPERADOR:

Tuyo seré.

ANTONIA:

             Mal porfías.

EMPERADOR:

Amaré.

ANTONIA:

        A Teodora puedes.

EMPERADOR:

Fue desleal.

ANTONIA:

             No la olvidas.

EMPERADOR:

Ya la repudio.

ANTONIA:

             La adoras.

EMPERADOR:

Mataréla.

ANTONIA:

        No me obligas.          

2815
EMPERADOR:

Sola Antonia...

ANTONIA:

             No me nombres.

EMPERADOR:

¿Qué temes ?

ANTONIA:

             Que solicitas...

EMPERADOR:

¿Qué ?

ANTONIA:

        Mi muerte.

EMPERADOR:

                       No la temas.

ANTONIA:

Miro ejemplos.

EMPERADOR:

               Y fe miras.

ANTONIA:

Fui de Belisario.

EMPERADOR:

                  Y yo.                

2820
ANTONIA:

Si más fuiste...

EMPERADOR:

              ¿Qué ?

ANTONIA:

                     Homicida.

EMPERADOR:

Te estimaré.

ANTONIA:

            Soy constante.

EMPERADOR:

¿No me querrás ?

ANTONIA:

               ¡No en mis días !

EMPERADOR:

¿No has de amar ?

ANTONIA:

                ¡No !

EMPERADOR:

                      Pues acabe

en tu firmeza y su vida                        

2825

el ejemplo mayor de la desdicha.

Vanse

 

FIN DE LA COMEDIA