Gabriel García Márquez

La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada (1972)
[The Incredible and Sad Tale of Innocent Erendira and Her Heartless Grandmother]

Edición bilingüe, español- inglés, de Miguel Garci-Gomez. Dept. Romance Stydies. Duke. U.
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ERÉNDIRA ESTABA BAÑANDO a la abuela cuando empezó el viento de su desgracia. La enorme mansión de argamasa lunar, extraviada en la soledad del desierto, se estremeció hasta los estribos con la primera embestida. Pero Eréndira y la abuela estaban hechas a los riesgos de aquella naturaleza desatinada, y apenas si notaron el calibre del viento en el baño adornado de pavorreales repetidos y mosaicos pueriles de termas romanas. Erendira was bathing her grandmother when the wind of her misfortune began to blow. The enormous mansion of moon like concrete lost in the solitude of the desert trembled down to its foundations with the first attack. But Erendira and her grandmother were used to the risks of the wild nature there, and in the bathroom decorated with a series of peacocks and childish mosaics of Roman baths they scarcely paid any attention to the wind.
La abuela, desnuda y grande, parecía una hermosa ballena blanca en la alberca de mármol. La nieta había cumplido apenas los catorce años, y era lánguida y de huesos tiernos, y demasiado mansa para su edad. Con una parsimonia que tenía algo de rigor sagrado le hacía abluciones a la abuela con un agua en la que había hervido plantas depurativas y hojas de buen olor, y éstas se quedaban pegadas en las espaldas suculentas, en los cabellos metálicos y sueltos, en el hombro potente tatuado sin piedad con un escarnio de marineros. The grandmother, naked and huge in the marble tub, looked like a handsome white whale. The granddaughter had just turned fourteen and was languid, soft-boned, and too meek for her age. With a parsimony that had something like sacred rigor about it, she was bathing her grandmother with water in which purifying herbs and aromatic leaves had been boiled, the latter clinging to the succulent back, the flowing metal-colored hair, and the powerful shoulders which were so mercilessly tattooed as to put sailors to shame.
—Anoche soñé que estaba esperando una carta —dijo la abuela. "Last night I dreamt I was expecting a letter," the grandmother said.
Eréndira, que nunca hablaba si no era por motivos ineludibles, preguntó: Erendira, who never spoke except when it was unavoidable, asked:
—¿Qué día era en el sueño? "What day was it in the dream?"
—Jueves. "Thursday."
—Entonces era una carta con malas noticias —dijo Eréndira— pero no llegará nunca. "Then it was a letter with bad news," Erendira said, "but it will never arrive."
Cuando acabó de bañarla, llevó a la abuela a su dormitorio. Era tan gorda que sólo podía caminar apoyada en el hombro de la nieta, o con un báculo que parecía de obispo, pero aún en sus diligencias más difíciles se notaba el dominio de una grandeza anticuada. En la alcoba compuesta con un criterio excesivo y un poco demente, como toda la casa, Eréndira necesitó dos horas más para arreglar a la abuela. Le desenredó el cabello hebra por hebra, se lo perfumó y se lo peinó, le puso un vestido de flores ecuatoriales, le empolvó la cara con harina de talco, le pintó los labios con carmín, las mejillas con colorete, los párpados con almizcle y las uñas con esmalte de nácar, y cuando la tuvo emperifollado como una muñeca más grande que el tamaño humano la llevó a un jardín artificial de flores sofocantes como las del vestido, la sentó en una poltrona que tenía el fundamento y la alcurnia de un trono, y la dejó escuchando los discos fugaces del gramófono de bocina. When she had finished bathing her grandmother, she took her to her bedroom. The grandmother was so fat that she could only walk by leaning on her granddaughter′s shoulder or on a staff that looked like a bishop′s crosier, but even during her most difficult efforts the power of an antiquated grandeur was evident. In the bedroom, which had been furnished with an excessive and somewhat demented taste, like the whole house, Erendira needed two more hours to get her grandmother ready. She untangled her hair strand by strand, perfumed and combed it, put an equatorially flowered dress on her, put talcum powder on her face, bright red lipstick on her mouth, rouge on her cheeks, musk on her eyelids, and mother-of-pearl polish on her nails, and when she had her decked out like a larger than life-size doll, she led her to an artificial garden with suffocating flowers that were like the ones on the dress, seated her in a large chair that had the foundation and the pedigree of a throne, and left her listening to elusive records on a phonograph that had a speaker like a megaphone.
Mientras la abuela navegaba por las ciénagas del pasado, Eréndira se ocupó de barrer la casa, que era oscura y abigarrada, con muebles frenéticos y estatuas de césares inventados, y arañas de lágrimas y ángeles de alabastro, y un piano con barniz de oro, y numerosos relojes de formas y medidas imprevisibles. Tenía en el patio una cisterna para almacenar durante muchos años el agua llevada a lomo de indio desde manantiales remotos, y en una argolla de la cisterna había un avestruz raquítico, el único animal de plumas que pudo sobrevivir al tormento de aquel clima malvado. Estaba lejos de todo, en el alma del desierto, junto a una ranchería de calles miserables y ardientes, donde los chivos se suicidaban de desolación cuando soplaba el viento de la desgracia. While the grandmother floated through the swamps of the past, Erendira busied herself sweeping the house, which was dark and motley, with bizarre furniture and statues of invented Caesars, chandeliers of teardrops and alabaster angels, a gilded piano, and numerous clocks of unthinkable sizes and shapes. There was a cistern in the courtyard for the storage of water carried over many years from distant springs on the backs of Indians, and hitched to a ring on the cistern wall was a broken-down ostrich, the only feathered creature who could survive the torment of that accursed climate. The house was far away from everything, in the heart of the desert, next to a settlement with miserable and burning streets where the goats committed suicide from desolation when the wind of misfortune blew.
Aquel refugio incomprensible había sido construido por el marido de la abuela, un contrabandista legendario que se llamaba Amadís, con quien ella tuvo un hijo que también se llamaba Amadís, y que fue el padre de Eréndira. Nadie conoció los orígenes ni los motivos de esa familia. La versión más conocida en lengua de indios era que Amadís, el padre, había rescatado a su hermosa mujer de un prostíbulo de las Antillas, donde mató a un hombre a cuchilladas, y la traspuso para siempre en la impunidad del desierto. Cuando los Amadises murieron, el uno de fiebres melancólicas, y el otro acribillado en un pleito de rivales, la mujer enterró los cadáveres en el patio, despachó a las catorce sirvientas descalzas, y siguió apacentando sus sueños de grandeza en la penumbra de la casa furtiva, gracias al sacrificio de la nieta bastarda que había criado desde el nacimiento. That incomprehensible refuge had been built by the grandmother′s husband, a legendary smuggler whose name was Amadis, by whom she had a son whose name was also Amadis and who was Erendira′s father. No one knew either the origins or the motivations of that family. The best known version in the language of the Indians was that Amadis the father had rescued his beautiful wife from a house of prostitution in the Antilles, where he had killed a man in a knife fight, and that he had transplanted her forever in the impunity of the desert. When the Amadises died, one of melancholy fevers and the other riddled with bullets in a fight over a woman, the grandmother buried their bodies in the courtyard, sent away the fourteen barefoot servant girls, and continued ruminating on her dreams of grandeur in the shadows of the furtive house, thanks to the sacrifices of the bastard granddaughter whom she had reared since birth.
Sólo para dar cuerda y concertar a los relojes Eréndira necesitaba seis horas. El día en que empezó su desgracia no tuvo que hacerlo, pues los relojes tenían cuerda hasta la mañana siguiente, pero en cambio debió bañar y sobrevestir a la abuela, fregar los pisos, cocinar el almuerzo y bruñir la cristalería. Hacia las once, cuando le cambió el agua al cubo del avestruz y regó los yerbajos desérticos de las tumbas contiguas de los Amadises, tuvo que contrariar el coraje del viento que se había vuelto insoportable, pero no sintió el mal presagio de que aquél fuera el viento de su desgracia. A las doce estaba puliendo las últimas copas de champaña, cuando percibió un olor de caldo tierno, y tuvo que hacer un milagro para llegar corriendo hasta la cocina sin dejar a su paso un desastre de vidrios de Venecia. Erendira needed six hours just to set and wind the clocks. The day when her misfortune began she didn′t have to do that because the clocks had enough winding left to last until the next morning, but on the other hand, she had to bathe and overdress her grandmother, scrub the floors, cook lunch, and polish the crystalware. Around eleven o′clock, when she was changing the water in the ostrich′s bowl and watering the desert weeds around the twin graves of the Amadises, she had to fight off the anger of the wind, which had become unbearable, but she didn′t have the slightest feeling that it was the wind of her misfortune. At twelve o′clock she was wiping the last champagne glasses when she caught the smell of broth and had to perform the miracle of running to the kitchen without leaving a disaster of Venetian glass in her wake.
Apenas si alcanzó a quitar la olla que empezaba a derramarse en la hornilla. Luego puso al fuego un guiso que ya tenía preparado, y aprovechó la ocasión para sentarse a descansar en un banco de la cocina. Cerró los ojos, los abrió después con una expresión sin cansancio, y empezó a echar la sopa en la sopera. Trabajaba dormida. She just managed to take the pot off the stove as it was beginning to boil over. Then she put on a stew she had already prepared and took advantage of a chance to sit down and rest on a stool in the kitchen. She closed her eyes, opened them again with an unfatigued expression, and began pouring the soup into the tureen. She was working as she slept.
La abuela se había sentado sola en el extremo de una mesa de banquete con candelabros de plata y servicios para doce personas. Hizo sonar la campanilla, y casi al instante acudió Eréndira con la sopera humeante. En el momento en que le servía la sopa, la abuela advirtió sus modales de sonámbulo, y le pasó la mano frente a los ojos como limpiando un cristal invisible. La niña no vio la mano. La abuela la siguió con la mirada, y cuando Eréndira le dio la espalda para volver a la cocina, le gritó: The grandmother had sat down alone at the head of a banquet table with silver candlesticks set for twelve people. She shook her little bell and Erendira arrived almost immediately with the steaming tureen. As Erendira was serving the soup, her grandmother noticed the somnambulist look and passed her hand in front of her eyes as if wiping an invisible pane of glass. The girl didn′t see the hand. The grandmother followed her with her look and when Erendira turned to go back to the kitchen, she shouted at her:
—Eréndira. "Erendira!"
Despertada de golpe, la niña dejó caer la sopera en la alfombra. Having been awakened all of a sudden, the girl dropped the tureen onto the rug.
—No es nada, hija —le dijo la abuela con una ternura cierta—. Te volviste a dormir caminando. "That′s all right, child," the grandmother said to her with assuring tenderness. "You fell asleep while you were walking about again."
—Es la costumbre del cuerpo —se excusó Eréndira. "My body has that habit," Erendira said by way of an excuse.
Recogió la sopera, todavía aturdida por el sueño, y trató de limpiar la mancha de la alfombra. Still hazy with sleep, she picked up the tureen, and tried to clean the stain on the rug.
—Déjala así —la disuadió la abuela— esta tarde la lavas. "Leave it," her grandmother dissuaded her. "You can wash it this afternoon."
De modo que además de los oficios naturales de la tarde, Eréndira tuvo que lavar la alfombra del comedor, y aprovechó que estaba en el fregadero para lavar también la ropa del lunes, mientras el viento daba vueltas alrededor de la casa buscando un hueco para meterse. Tuvo tanto que hacer, que la noche se le vino encima sin que se diera cuenta, y cuando repuso la alfombra del comedor era la hora de acostarse. So in addition to her regular afternoon chores, Erendira had to wash the dining room rug, and she took advantage of her presence at the washtub to do Monday′s laundry as well, while the wind went around the house looking for a way in. She had so much to do that night came upon her without her realizing it, and when she put the dining room rug back in its place it was time to go to bed.
La abuela había chapuceado el plano toda la tarde cantando en falsete para sí misma las canciones de su época, y aún le quedaban en los párpados los lamparones del almizcle con lágrimas. Pero cuando se tendió en la cama con el camisón de muselina se había restablecido de la amargura de los buenos recuerdos. The grandmother had been fooling around on the piano all afternoon, singing the songs of her times to herself in a falsetto, and she had stains of musk and tears on her eyelids. But when she lay down on her bed in her muslin nightgown, the bitterness of fond memories returned.
—Aprovecha mañana para lavar también la alfombra de la sala —le dijo a Eréndira—, que no ha visto el sol desde los tiempos del ruido. "Take advantage of tomorrow to wash the living room rug too," she told Erendira. "It hasn′t seen the sun since the days of all the noise."
—Sí, abuela —contestó la niña. "Yes, Grandmother," the girl answered.
Cogió un abanico de plumas y empezó a abanicar a la matrona implacable que le recitaba el código del orden nocturno mientras se hundía en el sueño. She picked up a feather fan and began to fan the implacable matron, who recited the list of nighttime orders to her as she sank into sleep.
—Plancha toda la ropa antes de acostarte para que duermas con la conciencia tranquila. "Iron all the clothes before you go to bed so you can sleep with a clear conscience."
—Sí, abuela. "Yes, Grandmother."
—Revisa bien los roperos, que en las noches de viento tienen más hambre las polillas. "Check the clothes closets carefully, because moths get hungrier on windy nights."
—Sí, abuela. "Yes, Grandmother."
—Con el tiempo que te sobre sacas las flores al patio para que respiren. "With the time you have left, take the flowers out into the courtyard so they can get a breath of air."
—Sí, abuela. "Yes, Grandmother."
—Y le pones su alimento al avestruz. "And feed the ostrich."
Se había dormido, pero siguió dando órdenes, pues de ella había heredado la nieta la virtud de continuar viviendo en el sueño. Eréndira salió del cuarto sin hacer ruido e hizo los últimos oficios de la noche, contestando siempre a los mandatos de la abuela dormida. She had fallen asleep but she was still giving orders, for it was from her that the granddaughter had inherited the ability to be alive still while sleeping. Erendira left the room without making any noise and did the final chores of the night, still replying to the sleeping grandmother′s orders.
—Le das de beber a las tumbas. "Give the graves some water."
—Sí, abuela. "Yes, Grandmother."
—Antes de acostarte fíjate que todo quede en perfecto orden, pues las cosas sufren mucho cuando no se les pone a dormir en su puesto. …
—Sí, abuela. ….
—Y si vienen los Amadises avísales que no entren —dijo la abuela—, que las gavillas de Porfirio Galán los están esperando para matarlos. "And if the Amadises arrive, tell them not to come in," the grandmother said, "because Porfirio Galan′s gang is waiting to kill them."
Eréndira no le contestó más, pues sabía que empezaba a extraviarse en el delirio, pero no se saltó una orden. Cuando acabó de revisar las fallebas de las ventanas y apagó las últimas luces, cogió un candelabro del comedor y fue alumbrando el paso hasta su dormitorio, mientras las pausas del viento se llenaban con la respiración apacible y enorme de la abuela dormida. Erendira didn′t answer her any more because she knew that the grandmother was getting lost in her delirium, but she didn′t miss a single order. When she finished checking the window bolts and put out the last lights, she took a candlestick from the dining room and lighted her way to her bedroom as the pauses in the wind were filled with the peaceful and enormous breathing of her sleeping grandmother.
Su cuarto era también lujoso, aunque no tanto como el de la abuela, y estaba atiborrado de las muñecas de trapo y los animales de cuerda de su infancia reciente. Vencida por los oficios bárbaros de la jornada, Eréndira no tuvo ánimos para desvestirse, sino que puso el candelabro en la mesa de noche y se tumbó en la cama. Poco después, el viento de su desgracia se metió en el dormitorio como una manada de perros y volcó el candelabro contra las cortinas. Her room was also luxurious, but not so much as her grandmother′s, and it was piled high with the rag dolls and wind-up animals of her recent childhood. Overcome by the barbarous chores of the day, Erendira didn′t have the strength to get undressed and she put the candlestick on the night table and fell onto the bed. A short while later the wind of her misfortune came into the bedroom like a pack of hounds and knocked the candle over against the curtain.
Al amanecer, cuando por fin se acabó el viento, empezaron a caer unas gotas de lluvia gruesas y separadas que apagaron las últimas brasas y endurecieron las cenizas humeantes de la mansión. La gente del pueblo, indios en su mayoría, trataba de rescatar los restos del desastre: el cadáver carbonizado del avestruz, el bastidor del piano dorado, el torso de una estatua. La abuela contemplaba con un abatimiento impenetrable los residuos de su fortuna. Eréndira, sentada entre las dos tumbas de los Amadises, había terminado de llorar. Cuando la abuela se convenció de que quedaban muy pocas cosas intactas entre los escombros, miró a la nieta con una lástima sincera. At dawn, when the wind finally stopped, a few thick and scattered drops of rain began to fall, putting out the last embers and hardening the smoking ashes of the mansion. The people in the village, Indians for the most part, tried to rescue the remains of the disaster: the charred corpse of the ostrich, the frame of the gilded piano, the torso of a statue. The grandmother was contemplating the residue of her fortune with an impenetrable depression. Erendira, sitting between the two graves of the Amadises, had stopped weeping. When the grandmother was convinced that very few things remained intact among the ruins, she looked at her granddaughter with sincere pity.
—Mi pobre niña —suspiró—. No te alcanzará la vida para pagarme este percance. "My poor child," she sighed. "Life won′t be long enough for you to pay me back for this mishap."
Empezó a pagárselo ese mismo día, bajo el estruendo de la lluvia, cuando la llevó con el tendero del pueblo, un viudo escuálido y prematuro que era muy conocido en el desierto porque pagaba a buen precio la virginidad. Ante la expectativa impávida de la abuela el viudo examinó a Eréndira con una austeridad científica: consideró la fuerza de sus muslos, el tamaño de sus senos, el diámetro de sus caderas. No dijo una palabra mientras no tuvo un cálculo de su valor. She began to pay it back that very day, beneath the noise of the rain, when she was taken to the village storekeeper, a skinny and premature widower who was quite well known in the desert for the good price he paid for virginity. As the grandmother waited undauntedly, the widower examined Erendira with scientific austerity: he considered the strength of her thighs, the size of her breasts, the diameter of her hips. He didn′t say a word until he had some calculation of what she was worth.
—Todavía está muy bache —dijo entonces—, tiene teticas de perra. "She′s still quite immature," he said then. "She has the teats of a bitch."
Después la hizo subir en una balanza para probar con cifras su dictamen. Eréndira pesaba 42 kilos. Then he had her get on a scale to prove his decision with figures. Erendira weighed ninety pounds.
—No vale más de cien pesos —dijo el viudo. "She isn′t worth more than a hundred pesos," the widower said.
La abuela se escandalizó. The grandmother was scandalized.
—¡Cien pesos por una criatura completamente nueva! —casi gritó—. No, hombre, eso es mucho faltarle el respeto a la virtud. "A hundred pesos for a girl who′s completely new! " she almost shouted. "No, sir, that shows a great lack of respect for virtue on your part."
—Hasta ciento cincuenta —dijo el viudo. "I′ll make it a hundred and fifty," the widower said.
—La niña me ha hecho un daño de más de un millón de pesos —dijo la abuela—. A este paso le harán falta como doscientos años para pagarme. "This girl caused me damages amounting to more than a million pesos," the grandmother said. "At this rate she′ll need two hundred years to pay me back."
—Por fortuna —dijo el viudo— lo único bueno que tiene es la edad. "You′re lucky that the only good feature she has is her age," the widower said.
La tormenta amenazaba con desquiciar la casa, y había tantas goteras en el techo que casi llovía adentro como fuera. La abuela se sintió sola en un mundo de desastre. The storm threatened to knock the house down, and there were so many leaks in the roof that it was raining almost as much inside as out. The grandmother felt all alone in a world of disaster.
—Suba siquiera hasta trescientos —dijo. —Doscientos cincuenta. "Just raise it to three hundred," she said. "Two hundred and fifty."
Al final se pusieron de acuerdo por doscientos veinte pesos en efectivo y algunas cosas de comer. La abuela le indicó entonces a Eréndira que se fuera con el viudo, y éste la condujo de la mano hacia la trastienda, como si la llevara para la escuela. Finally they agreed on two hundred and twenty pesos in cash and some provisions. The grandmother then signaled Erendira to go with the widower and he led her by the hand to the back room as if he were taking her to school.
—Aquí te espero —dijo la abuela. "I′ll wait for you here," the grandmother said.
—Sí, abuela —dijo Eréndira. "Yes, Grandmother," said Erendira.
La trastienda era una especie de cobertizo con cuatro pilares de ladrillos, un techo de palmas podridas, y una barda de adobe de un metro de altura por donde se metían en la casa los disturbios de la intemperie. Puestas en el borde de adobes había macetas de cactos y otras plantas de aridez. Colgada entre dos pilares, agitándose como la vela suelta de un balandro al garete, había una hamaca sin color. Por encima del silbido de la tormenta y los ramalazos del agua se oían gritos lejanos, aullidos de animales remotos, voces de naufragio. The back room was a kind of shed with four brick columns, a roof of rotted palm leaves, and an adobe wall three feet high, through which outdoor disturbances got into the building. Placed on top of the adobe wall were pots with cacti and other plants of aridity. Hanging between two columns and flapping like the free sail of a drifting sloop was a faded hammock. Over the whistle of the storm and the lash of the water one could hear distant shouts, the howling of far-off animals, the cries of a shipwreck.
Cuando Eréndira y el viudo entraron en el cobertizo tuvieron que sostenerse para que no los tumbara un golpe de lluvia que los dejó ensopados. Sus voces no se oían y sus movimientos se habían vuelto distintos por el fragor de la borrasca. A la primera tentativa del viudo Eréndira gritó algo inaudible y trató de escapar. El viudo le contestó sin voz, le torció el brazo por la muñeca y la arrastró hacia la hamaca. Ella le resistió con un arañazo en la cara y volvió a gritar en silencio, y él le respondió con una bofetada solemne que la levantó del suelo y la hizo flotar un instante en el aire con el largo cabello de medusa ondulando en el vacío, la abrazó por la cintura antes de que volviera a pisar la tierra, la derribó dentro de la hamaca con un golpe brutal, y la inmovilizó con las rodillas. Eréndira sucumbió entonces al terror, perdió el sentido, y se quedó como fascinada con las franjas de luna de un pescado que pasó navegando en el aire de la tormenta, mientras el viudo la desnudaba desgarrándole la ropa con zarpazos espaciados, como arrancando hierba, desbaratándosela en largas tiras de colores que ondulaban como serpentinas y se iban con el viento. When Erendira and the widower went into the shed they had to hold on so as not to be knocked down by a gust of rain which left them soaked. Their voices could not be heard but their movements became clear in the roar of the squall. At the widower′s first attempt, Erendira shouted something inaudible and tried to get away. The widower answered her without any voice, twisted her arm by the wrist, and dragged her to the hammock. She fought him off with a scratch on the face and shouted in silence again, but he replied with a solemn slap which lifted her off the ground and suspended her in the air for an instant with her long Medusa hair floating in space. He grabbed her about the waist before she touched ground again, flung her into the hammock with a brutal heave, and held her down with his knees. Erendira then succumbed to terror, lost consciousness, and remained as if fascinated by the moonbeams from a fish that was floating through the storm air, while the widower undressed her, tearing off her clothes with a methodical clawing, as if he were pulling up grass, scattering them with great tugs of color that waved like streamers and went off with the wind.
Cuando no hubo en el pueblo ningún otro hombre que pudiera pagar algo por el amor de Eréndira, la abuela se la llevó en un camión de carga hacia los rumbos del contrabando. Hicieron el viaje en la plataforma descubierta, entre bultos de arroz y latas de manteca, y los saldos del incendio: la cabecera de la cama virreinal, un ángel de guerra, el trono chamuscado, y otros chécheres inservibles. En un baúl con dos cruces pintadas a brocha gorda se llevaron los huesos de los Amadises. When there was no other man left in the village who could pay anything for Erendira′s love, her grandmother put her on a truck to go where the smugglers were. They made the trip on the back of the truck in the open, among sacks of rice and buckets of lard and what had been left by the fire: the headboard of the viceregal bed, a warrior angel, the scorched throne, and other pieces of useless junk. In a trunk with two crosses painted in broad strokes they carried the bones of the Amadises.
La abuela se protegía del sol eterno con un paraguas descosido y respiraba mal por la tortura del sudor y el polvo, pero aún en aquel estado de infortunio conservaba el dominio de su dignidad. Detrás de la pila de latas y sacos de arroz, Eréndira pagó el viaje y el transporte de los muebles haciendo amores de a veinte pesos con el carguero del camión. Al principio su sistema de defensa fue el mismo con que se había opuesto a la agresión del viudo. Pero el método del carguero fue distinto, lento y sabio, y terminó por amansarla con la ternura. De modo que cuando llegaron al primer pueblo, al cabo de una jornada mortal, Eréndira y el carguero se reposaban del buen amor detrás del parapeto de la carga. El conductor del camión le gritó a la abuela: The grandmother protected herself from the sun with a tattered umbrella and it was hard for her to breathe because of the torment of sweat and dust, but even in that unhappy state she kept control of her dignity. Behind the pile of cans and sacks of rice Erendira paid for the trip and the cartage by making love for twenty pesos a turn with the truck′s loader. At first her system of defense was the same as she had used against the widower′s attack, but the loader′s approach was different, slow and wise, and he ended up taming her with tenderness. So when they reached the first town after a deadly journey, Erendira and the loader were relaxing from good love behind the parapet of cargo. The driver shouted to the grandmother:
—De aquí en adelante ya todo es mundo. "Here′s where the world begins."
La abuela observó con incredulidad las calles miserables y solitarias de un pueblo un poco más grande, pero tan triste como el que habían abandonado. The grandmother observed with disbelief the miserable and solitary streets of a town somewhat larger but just as sad as the one they had abandoned.
—No se nota —dijo. "It doesn′t look like it to me," she said.
—Es territorio de misiones —dijo el conductor. "It′s mission country," the driver said.
—A mí no me interesa la caridad sino el contrabando —dijo la abuela. "I′m not interested in charity, I′m interested in smugglers," said the grandmother.
Pendiente del diálogo detrás de la carga, Eréndira urgaba con el dedo un saco de arroz. De pronto encontró un hilo, tiró de él, y sacó un largo collar de perlas legítimas. Lo contempló asustada, teniéndolo entre los dedos como una culebra muerta, mientras el conductor le replicaba a la abuela: Listening to the dialogue from behind the load, Erendira dug into a sack of rice with her finger. Suddenly she found a string, pulled on it, and drew out a necklace of genuine pearls. She looked at it amazed, holding it between her fingers like a dead snake, while the driver answered her grandmother:
—No sueñe despierta, señora. Los contrabandistas no existen. "Don′t be daydreaming, ma′am. There′s no such thing as smugglers."
—¡Cómo no —dijo la abuela—, dígamelo a mí! "Of course not," the grandmother said. "I′ve got your word for it."
—Búsquelos y verá —se burló el conductor de buen humor—. Todo el mundo habla de ellos, pero nadie los ve. "Try to find one and you′ll see," the driver bantered. "Everybody talks about them, but no one′s ever seen one."
El carguero se dio cuenta de que Eréndira había sacado el collar, se apresuró a quitárselo y lo metió otra vez en el saco de arroz. La abuela, que había decidido quedarse a pesar de la pobreza del pueblo, llamó entonces a la nieta para que la ayudara a bajar del camión. Eréndira se despidió del cargador con un beso apresurado pero espontáneo y cierto. The loader realized that Erendira had pulled out the necklace and hastened to take it away from her and stick it back into the sack of rice. The grandmother, who had decided to stay in spite of the poverty of the town, then called to her granddaughter to help her out of the truck. Erendira said good-bye to the loader with a kiss that was hurried but spontaneous and true.
La abuela esperó sentada en el trono, en medio de la calle, hasta que acabaron de bajar la carga. Lo último fue el baúl con los restos de los Amadises. The grandmother waited, sitting on her throne in the middle of the street, until they finished unloading the goods. The last item was the trunk with the remains of the Amadises.
—Esto pesa como un muerto —rió el conductor. "This thing weighs as much as a dead man," said the driver, laughing.
—Son dos —dijo la abuela—. Así que trátelos con el debido respeto. "There are two of them," the grandmother said, "so treat them with the proper respect."
—Apuesto que son estatuas de marfil —rió el conductor. "I bet they′re marble statues." The driver laughed again.
Puso el baúl con los huesos de cualquier modo entre los muebles chamuscados, y extendió la mano abierta frente a la abuela. He put the trunk with bones down carelessly among the singed furniture and held out his open hand to the grandmother.
—Cincuenta pesos —dijo. "Fifty pesos," he said.
La abuela señaló al carguero. …
—Ya su esclavo se pagó por la derecha. "Your slave has already paid on the right-hand side."
El conductor miró sorprendido al ayudante, y éste le hizo una señal afirmativa. Volvió a la cabina del camión, donde viajaba una mujer enlutada con un niño de brazos que lloraba de calor. El carguero, muy seguro de sí mismo, le dijo entonces a la abuela: The driver looked at his helper with surprise and the latter made an affirmative sign. The driver then went back to the cab, where a woman in mourning was riding, in her arms a baby who was crying from the heat. The loader, quite sure of himself, told the grandmother:
—Eréndira se va conmigo, si usted no ordena otra cosa. Es con buenas intenciones. "Erendira is coming with me, if it′s all right by you. My intentions are honorable."
La niña intervino asustada. The girl intervened, surprised:
—¡Yo no he dicho nada! "I didn′t say anything!"
—Lo digo yo que fui el de la idea —dijo el carguero. "The idea was all mine," the loader said.
La abuela lo examinó de cuerpo entero, sin disminuirlo, sino tratando de calcular el verdadero tamaño de sus agallas. The grandmother looked him up and down, now, to make him feel small but trying to measure the true size of his guts.
—Por mí no hay inconveniente —le dijo— si me pagas lo que perdí por su descuido. Son ochocientos setenta y dos mil trescientos quince pesos, menos cuatrocientos veinte que ya me ha pagado, o sea ochocientos setenta y un mil ochocientos noventa y cinco. "It′s all right by me," she told him, "provided you pay me what I lost because of her carelessness. It′s eight hundred seventy-two thousand three hundred fifteen pesos, less the four hundred and twenty which she′s already paid me, making it eight hundred seventy-one thousand eight hundred ninety-five."
El camión arrancó. The truck started up.
—Créame que le daría ese montón de plata si lo tuviera —dijo con seriedad el carguero—. La niña los vale. "Believe me, I′d give you that pile of money if I had it," the loader said seriously. "The girl is worth it."
A la abuela le sentó bien la decisión del muchacho. The grandmother was pleased with the boy′s decision.
—Pues vuelve cuando lo tengas, hijo —le replicó en un tono simpático—, pero ahora vete, que si volvemos a sacar las cuentas todavía me estás debiendo diez pesos. "Well, then, come back when you have it, son," she answered in a sympathetic tone. "But you′d better go now, because if we figure out accounts again you′ll end up owing me ten pesos."
El carguero saltó en la plataforma del camión que se alejaba. Desde allí le dijo adiós a Eréndira con la mano, pero ella estaba todavía tan asustada que no le correspondió. The loader jumped onto the back of the truck and it went off. From there he waved good-bye to Erendira, but she was still so surprised that she didn′t answer him.
En el mismo solar baldío donde las dejó el camión, Eréndira y la abuela improvisaron un tenderete para vivir, con láminas de cinc y restos de alfombras asiáticas. In the same vacant lot where the truck had left them, Erendira and her grandmother improvised a shelter to live in from sheets of zinc and the remains of Oriental rugs.
Pusieron dos esteras en el suelo y durmieron tan bien como en la mansión, hasta que el sol abrió huecos en el techo y les ardió en la cara. They laid two mats on the ground and slept as well as they had in the mansion until the sun opened holes in the ceiling and burned their faces.
Al contrario de siempre, fue la abuela quien se ocupó aquella mañana de arreglar a Eréndira. Le pintó la cara con un estilo de belleza sepulcral que había estado de moda en su juventud, y la remató con unas pestañas postizas y un lazo de organza que parecía una mariposa en la cabeza. Just the opposite of what normally happened, it was the grandmother who busied herself that morning fixing up Erendira. She made up her face in the style of sepulchral beauty that had been the vogue in her youth and touched her up with artificial fingernails and an organdy bow that looked like a butterfly on her head.
—Te ves horrorosa —admitió— pero así es mejor: los hombres son muy brutos en asuntos de mujeres. "You look awful," she admitted, "but it′s better that way: men are quite stupid when it comes to female matters."
Ambas reconocieron, mucho antes de verlas, los pasos de dos mulas en la yesca del desierto. A una orden de la abuela, Eréndira se acostó en el petate como lo habría hecho una aprendiza de teatro en el momento en que iba a abrirse el telón. Apoyada en el báculo episcopal, la abuela abandonó el tenderete y se sentó en el trono a esperar el paso de las mulas. Long before they saw them they both recognized the sound of two mules walking on the flint of the desert. At a command from her grandmother, Erendira lay down on the mat the way an amateur actress might have done at the moment when the curtain was about to go up. Leaning on her bishop′s crosier, the grandmother went out of the shelter and sat down on the throne to wait for the mules to pass.
Se acercaba el hombre del correo. No tenía más de veinte años, aunque estaba envejecido por el oficio, y llevaba un vestido de caqui, polainas, casco de corcho, y una pistola de militar en el cinturón de cartucheras. Montaba una buena mula, y llevaba otra de cabestro, menos entera, sobre la cual se amontonaban los sacos de lienzo del correo. The mailman was coming. He was only twenty years old, but his work had aged him, and he was wearing a khaki uniform, leggings, a pith helmet, and had a military pistol on his cartridge belt. He was riding a good mule and leading by the halter another, more timeworn one, on whom the canvas mailbags were piled.
Al pasar frente a la abuela la saludó con la mano y siguió de largo. Pero ella le hizo una señal para que echara una mirada dentro del tenderete. El hombre se detuvo, y vio a Eréndira acostada en la estera con sus afeites póstumos y un traje de cenefas moradas. As he passed by the grandmother he saluted her and kept on going, but she signaled him to look inside the shelter. The man stopped and saw Erendira lying on the mat in her posthumous make-up and wearing a purple-trimmed dress.
—¿Te gusta? —preguntó la abuela. "Do you like it?" the grandmother asked.
El hombre del correo no comprendió hasta entonces lo que le estaban proponiendo. The mailman hadn′t understood until then what the proposition was.
—En ayunas no está mal —sonrió. "It doesn′t look bad to someone who′s been on a diet," he said, smiling.
—Cincuenta pesos —dijo la abuela. "Fifty pesos," the grandmother said.
—¡Hombre, lo tendrá de oro! —dijo él—. Eso es lo que me cuesta la comida de un mes. "Boy, you′re asking a mint!" he said. "I can eat for a whole month on that."
—No seas estreñido —dijo la abuela—. El correo aéreo tiene mejor sueldo que un cura. "Don′t be a tightwad," the grandmother said. "The air mail pays even better than being a priest."
—Yo soy el correo nacional —dijo el hombre—. El correo aéreo es ése que anda en un camioncito. "I′m the domestic mail," the man said. "The airmail man travels in a pickup truck."
—De todos modos el amor es tan importante como la comida —dijo la abuela. "In any case, love is just as important as eating," the grandmother said.
—Pero no alimenta. "But it doesn′t feed you."
La abuela comprendió que a un hombre que vivía de las esperanzas ajenas le sobraba demasiado tiempo para regatear. The grandmother realized that a man who lived from what other people were waiting for had more than enough time for bargaining.
—¿Cuánto tienes? —le preguntó. "How much have you got?" she asked him.
El correo desmontó, sacó del bolsillo unos billetes masticados y se los mostró a la abuela. Ella los cogió todos juntos con una mano rapaz como si fueran una pelota. The mailman dismounted, took some chewed-up bills from his pocket, and showed them to the grandmother. She snatched them up all together with a rapid hand just as if they had been a ball.
—Te lo rebajo —dijo— pero con una condición: haces correr la voz por todas partes. "I′ll lower the price for you," she said, "but on one condition: that you spread the word all around."
—Hasta el otro lado del mundo —dijo el hombre del correo—. Para eso sirvo. "All the way to the other side of the world," the mailman said. "That′s what I′m for."
Eréndira, que no había podido parpadear, se quitó entonces las pestañas postizas y se hizo a un lado en la estera para dejarle espacio al novio casual. Tan pronto como él entró en el tenderete, la abuela cerró la entrada con un tirón enérgico de la cortina corrediza. Erendira, who had been unable to blink, then took off her artificial eyelashes and moved to one side of the mat to make room for the chance boyfriend. As soon as he was in the shelter, the grandmother closed the entrance with an energetic tug on the sliding curtain.
Fue un trato eficaz. Cautivados por las voces del correo, vinieron hombres desde muy lejos a conocer la novedad de Eréndira. Detrás de los hombres vinieron mesas de lotería y puestos de comida, y detrás de todos vino un fotógrafo en bicicleta que instaló frente al campamento una cámara de caballete con manga de luto, y un telón de fondo con un lago de cisnes inválidos. It was an effective deal. Taken by the words of the mailman, men came from very far away to become acquainted with the newness of Erendira. Behind the men came gambling tables and food stands, and behind them all came a photographer on a bicycle, who, across from the encampment, set up a camera with a mourning sleeve on a tripod and a backdrop of a lake with listless swans.
La abuela, abanicándose en el trono, parecía ajena a su propia feria. Lo único que le interesaba era el orden en la fila de clientes que esperaban turno, y la exactitud del dinero que pagaban por adelantado para entrar con Eréndira. Al principio había sido tan severa que hasta llegó a rechazar un buen cliente porque le hicieron falta cinco pesos. Pero con el paso de los meses fue asimilando las lecciones de la realidad, y terminó por admitir que completaran el pago con medallas de santos, reliquias de familia, anillos matrimoniales, y todo cuanto fuera capaz de demostrar, mordiéndolo, que era oro de buena ley aunque no brillara. The grandmother, fanning herself on her throne, seemed alien to her own bazaar. The only thing that interested her was keeping order in the line of customers who were waiting their turn and checking the exact amount of money they paid in advance to go in to Erendira. At first she had been so strict that she refused a good customer because he was five pesos short. But with the passage of months she was assimilating the lessons of reality and she ended up letting people in who completed their payment with religious medals, family relics, wedding rings, and anything her bite could prove was bona-fide gold even if it didn′t shine.
Al cabo de una larga estancia en aquel primer pueblo, la abuela tuvo suficiente dinero para comprar un burro, y se internó en el desierto en busca de otros lugares más propicios para cobrarse la deuda. Viajaba en unas angarillas que habían improvisado sobre el burro, y se protegía del sol inmóvil con el paraguas desvarillado que Eréndira sostenía sobre su cabeza. Detrás de ellas caminaban cuatro indios de carga con los pedazos del campamento: los petates de dormir, el trono restaurado, el ángel de alabastro y el baúl con los restos de los Amadises. El fotógrafo perseguía la caravana en su bicicleta, pero sin darle alcance, como si fuera para otra fiesta. After a long stay in that first town, the grandmother had sufficient money to buy a donkey, and she went off into the desert in search of places more propitious for the payment of the debt. She traveled on a litter that had been improvised on top of the donkey and she was protected from the motionless sun by the half-spoked umbrella that Erendira held over her head. Behind them walked four Indian bearers with the remnants of the encampment: the sleeping mats, the restored throne, the alabaster angel, and the trunks with the remains of the Amadises. The photographer followed the caravan on his bicycle, but never catching up, as if he were going to a different festival.
Habían transcurrido seis meses desde el incendio cuando la abuela pudo tener una visión entera del negocio. Six months had passed since the fire when the grandmother was able to get a complete picture of the business.
—Si las cosas siguen así —le dijo a Eréndira— me habrás pagado la deuda dentro de ocho años, siete meses y once días. "If things go on like this," she told Erendira, "you will have paid me the debt inside of eight years, seven months, and eleven days."
Volvió a repasar sus cálculos con los ojos cerrados, rumiando los granos que sacaba de una faltriquera de jareta donde tenía también el dinero, y precisó: —Claro que todo eso es sin contar el sueldo y la comida de los indios, y otros gastos menores. She went back over her calculations with her eyes closed, fumbling with the seeds she was taking out of a cord pouch where she also kept the money, and she corrected herself: "All that, of course, not counting the pay and board of the Indians and other minor expenses."
Eréndira, que caminaba al paso del burro agobiada por el calor y el polvo, no hizo ningún reproche a las cuentas de la abuela, pero tuvo que reprimirse para no llorar. Erendira, who was keeping in step with the donkey, bowed down by the heat and dust, did not reproach her grandmother for her figures, but she had to hold back her tears.
—Tengo vidrio molido en los huesos —dijo. "I′ve got ground glass in my bones," she said.
—Trata de dormir. "Try to sleep."
—Sí, abuela. "Yes, Grandmother."
Cerró los ojos, respiró a fondo una bocanada de aire abrasante, y siguió caminando dormida. She closed her eyes, took in a deep breath of scorching air, and went on walking in her sleep.
Una camioneta cargada de jaulas apareció espantando chivos entre la polvareda del horizonte, y el alboroto de los pájaros fue un chorro de agua fresca en el sopor dominical de San Miguel del Desierto. Al volante iba un corpulento granjero holandés con el pellejo astillado por la intemperie, y unos bigotes color de ardilla que había heredado de algún bisabuelo. Su hijo Ulises, que viajaba en el otro asiento, era un adolescente dorado, de ojos marítimos y solitarios, y con la identidad de un ángel furtivo. Al holandés le llamó la atención una tienda de campaña frente a la cual esperaban turno todos los soldados de la guarnición local. Estaban sentados en el suelo, bebiendo de una misma botella que se pasaban de boca en boca, y tenían ramas de almendros en la cabeza como si estuvieran emboscadas para un combate. El holandés preguntó en su lengua: A small truck loaded with cages appeared, frightening goats in the dust of the horizon, and the clamor of the birds was like a splash of cool water for the Sunday torpor of San Miguel del Desierto. At the wheel was a corpulent Dutch farmer, his skin splintered by the outdoors, and with a squirrel-colored mustache he had inherited from some great-grandfather. His son Ulises, who was riding in the other seat, was a gilded adolescent with lonely maritime eyes and with the appearance of a furtive angel. The Dutchman noticed a tent in front of which all the soldiers of the local garrison were awaiting their turn. They were sitting on the ground, drinking out of the same bottle, which passed from mouth to mouth, and they had almond branches on their heads as if camouflaged for combat. The Dutchman asked in his language:
—¿Qué diablos venderán ahí? "What the devil can they be selling there?"
—Una mujer —le contestó su hijo con toda naturalidad—. Se llama Eréndira. "A woman," his son answered quite naturally. "Her name is Erendira."
—¿Cómo lo sabes? "How do you know?"
—Todo el mundo lo sabe en el desierto —contestó Ulises. "Everybody in the desert knows," Ulises answered.
El holandés descendió en el hotelito del pueblo. The Dutchman stopped at the small hotel in town and got out.
Ulises se demoró en la camioneta, abrió con dedos ágiles una cartera de negocios que su padre había dejado en el asiento, sacó un mazo de billetes, se metió varios en los bolsillos, y volvió a dejar todo como estaba. Esa noche, mientras su padre dormía, se salió por la ventana del hotel y se fue a hacer la cola frente a la carpa de Eréndira. Ulises stayed in the truck. With agile fingers he opened a briefcase that his father had left on the seat, took out a roll of bills, put several in his pocket, and left everything just the way it had been. That night, while his father was asleep, he climbed out the hotel window and went to stand in line in front of Erendira′s tent.
La fiesta estaba en su esplendor. Los reclutas borrachos bailaban solos para no desperdiciar la música gratis, y el fotógrafo tomaba retratos nocturnos con papeles de magnesio. Mientras controlaba el negocio, la abuela contaba billetes en el regazo, los repartía en gavillas iguales y los ordenaba dentro de un cesto. No había entonces más de doce soldados, pero la fila de la tarde había crecido con clientes civiles. Ulises era el último. The festivities were at their height. The drunken recruits were dancing by themselves so as not to waste the free music, and the photographer was taking nighttime pictures with magnesium papers. As she watched over her business, the grandmother counted the bank notes in her lap, dividing them into equal piles and arranging them in a basket. There were only twelve soldiers at that time, but the evening line had grown with civilian customers. Ulises was the last one.
El turno le correspondía a un soldado de ámbito lúgubre. La abuela no sólo le cerró el paso, sino que esquivó el contacto con su dinero. It was the turn of a soldier with a woeful appearance. The grandmother not only blocked his way but avoided contact with his money.
—No hijo —le dijo—, tú no entras ni por todo el oro del moro. Eres pavoso. "No, son," she told him. "You couldn′t go in for all the gold in the world. You bring bad luck."
El soldado, que no era de aquellas tierras, se sorprendió. The soldier, who wasn′t from those parts, was puzzled.
—¿Qué es eso? "What do you mean?"
—Que contagias la mala sombra —dijo la abuela—. No hay más que verte la cara. "You bring down the evil shadows," the grandmother said. "A person only has to look at your face."
Lo apartó con la mano, pero sin tocarlo, y le dio paso al soldado siguiente. She waved him off with her hand, but without touching him, and made way for the next soldier.
—Entra tú, dragoneante —le dijo de buen humor—. Y no te demores, que la patria te necesita. "Go right in, handsome," she told him good-naturedly, "but don′t take too long, your country needs you."
El soldado entró, pero volvió a salir inmediatamente, porque Eréndira quería hablar con la abuela. Ella se colgó del brazo el cesto de dinero y entró en la tienda de campaña, cuyo espacio era estrecho, pero ordenado y limpio. Al fondo, en una cama de lienzo, Eréndira no podía reprimir el temblor del cuerpo, estaba maltratada y sucia de sudor de soldados. The soldier went in but he came right out again because Erendira wanted to talk to her grandmother. She hung the basket of money on her arm and went into the tent, which wasn′t very roomy, but which was neat and clean. In the back, on an army cot, Erendira was unable to repress the trembling in her body, and she was in sorry shape, all dirty with soldier sweat.
—Abuela —sollozó—, me estoy muriendo. "Grandmother," she sobbed, "I′m dying."
La abuela le tocó la frente, y al comprobar que no tenía fiebre, trató de consolarla. The grandmother felt her forehead and when she saw she had no fever, she tried to console her.
—Ya no faltan más de diez militares —dijo. "There are only ten soldiers left," she said.
Eréndira rompió a llorar con unos chillidos de animal azorado. La abuela supo entonces que había traspuesto los límites del horror, y acariciándole la cabeza la ayudó a calmarse. Erendira began to weep with the shrieks of a frightened animal. The grandmother realized then that she had gone beyond the limits of horror and, stroking her head, she helped her calm down.
—Lo que pasa es que estás débil —le dijo—. Anda, no llores más, báñate con agua de salvia para que se te componga la sangre. "The trouble is that you′re weak," she told her. "Come on, don′t cry any more, take a bath in sage water to get your blood back into shape."
Salió de la tienda cuando Eréndira empezó a serenarse, y le devolvió el dinero al soldado que esperaba. “Se acabó por hoy”, le dijo. “Vuelve mañana y te doy el primer lugar”. Luego gritó a los de la fila: She left the tent when Erendira was calmer and she gave the soldier waiting his money back. "That′s all for today," she told him. "Come back tomorrow and I′ll give you the first place in line." Then she shouted to those lined up:
—Se acabó, muchachos. Hasta mañana a las nueve. "That′s all, boys. Tomorrow morning at nine."
Soldados y civiles rompieron filas con gritos de protesta. La abuela se les enfrentó de buen talante pero blandiendo en serio el báculo devastador. Soldiers and civilians broke ranks with shouts of protest. The grandmother confronted them, in a good mood but brandishing the devastating crosier in earnest.
—¡Desconsiderados! ¡Mampolones! —gritaba—. Qué se creen, que esa criatura es de fierro. Ya quisiera yo verlos en su situación. ¡Pervertidos! ¡Apátridas de mierda! "You′re an inconsiderate bunch of slobs!" she shouted. "What do you think the girl is made of, iron? I′d like to see you in her place. You perverts! You shitty bums!"
Los hombres le replicaban con insultos más gruesos, pero ella terminó por dominar la revuelta y se mantuvo en guardia con el báculo hasta que se llevaron las mesas de fritanga y desmontaron los puestos de lotería. Se disponía a volver a la tienda cuando vio a Ulises de cuerpo entero, solo, en el espacio vacío y oscuro donde antes estuvo la fila de hombres. Tenía un aura irreal y parecía visible en la penumbra por el fulgor propio de su belleza. The men answered her with even cruder insults, but she ended up controlling the revolt and stood guard with her staff until they took away the snack tables and dismantled the gambling stands. She was about to go back into the tent when she saw Ulises, as large as life, all by himself in the dark and empty space where the line of men had been before. He had an unreal aura about him and he seemed to be visible in the shadows because of the very glow of his beauty.
—Y tú —le dijo la abuela—, ¿dónde dejaste las alas? "You," the grandmother asked him. "What happened to your wings?"
—El que las tenía era mi abuelo —contestó Ulises con su naturalidad—, pero nadie lo cree. "The one who had wings was my grandfather," Ulises answered in his natural way, "but nobody believed it."
La abuela volvió a examinarlo con una atención hechizada. “Pues yo sí lo creo”, dijo. “Tráelas puestas mañana”. Entró en la tienda y dejó a Ulises ardiendo en su sitio. The grandmother examined him again with fascination. "Well, I do," she said. "Put them on and come back tomorrow." She went into the tent and left Ulises burning where he stood.
Eréndira se sintió mejor después del baño. Se había puesto una combinación corta y bordada, y se estaba secando el pelo para acostarse, pero aún hacía esfuerzos por reprimir las lágrimas. La abuela dormía. Erendira felt better after her bath. She had put on a short, lace-trimmed slip and she was drying her hair before going to bed, but she was still making an effort to hold back her tears. Her grandmother was asleep.
Por detrás de la cama de Eréndira, muy despacio, Ulises asomó la cabeza. Ella vio los ojos ansiosos y diáfanos, pero antes de decir nada se frotó la cara con la toalla para probarse que no era una ilusión. Cuando Ulises parpadeó por primera vez, Eréndira le preguntó en voz muy baja: Behind Erendira′s bed, very slowly, Ulises′ head appeared. She saw the anxious and diaphanous eyes, but before saying anything she rubbed her head with the towel in order to prove that it wasn′t an illusion. When Ulises blinked for the first time, Erendira asked him in a very low voice:
—Quién tú eres. "Who are you?"
Ulises se mostró hasta los hombros. “Me llamo Ulises”, dijo. Le enseñó los billetes robados y agregó: Ulises showed himself down to his shoulders. "My name is Ulises," he said. He showed her the bills he had stolen and added:
—Traigo la plata. "I′ve got money."
Eréndira puso las manos sobre la cama, acercó su cara a la de Ulises, y siguió hablando con él como en un juego de escuela primaria. Erendira put her hands on the bed, brought her face close to that of Ulises, and went on talking to him as if in a kindergarten game.
—Tenías que ponerte en la fila —le dijo. "You were supposed to get in line," she told him.
—Esperé toda la noche —dijo Ulises. "I waited all night long," Ulises said.
—Pues ahora tienes que esperarte hasta mañana —dijo Eréndira—. Me siento como si me hubieran dado trancazos en los riñones. "Well, now you have to wait until tomorrow," Erendira said. "I feel as if someone had been beating me on the kidneys."
En ese instante la abuela empezó a hablar dormida. At that instant the grandmother began to talk in her sleep.
—Van a hacer veinte años que llovió la última vez —dijo—. Fue una tormenta tan terrible que la lluvia vino revuelta con agua de mar, y la casa amaneció llena de pescados y caracoles, y tu abuelo Amadís, que en paz descanse, vio una mantarrasa luminosa navegando por el aire. "It′s going on twenty years since it rained last," she said. "It was such a terrible storm that the rain was all mixed in with sea water, and the next morning the house was full of fish and snails and your grandfather Amadis, may he rest in peace, saw a glowing manta ray floating through the air."
Ulises se volvió a esconder detrás de la cama. Eréndira hizo una sonrisa divertida. Ulises hid behind the bed again. Erendira showed an amused smile.
—Tate sosiego —le dijo—. Siempre se vuelve como loca cuando está dormida, pero no la despierta ni un temblor de tierra. "Take it easy," she told him. "She always acts kind of crazy when she′s asleep, but not even an earthquake can wake her up."
Ulises se asomó de nuevo. Eréndira lo contempló con una sonrisa traviesa y hasta un poco cariñosa, y quitó de la estera la sábana usada. Ulises reappeared. Erendira looked at him with a smile that was naughty and even a little affectionate and took the soiled sheet off the mattress.
—Ven —le dijo—, ayúdame a cambiar la sábana. "Come," she said. "Help me change the sheet."
Entonces Ulises salió de detrás de la cama y cogió la sábana por un extremo. Como era una sábana mucho más grande que la estera se necesitaban varios tiempos para doblarla. Al final de cada doblez Ulises estaba más cerca de Eréndira. Then Ulises came from behind the bed and took one end of the sheet. Since the sheet was much larger than the mattress, they had to fold it several times. With every fold Ulises drew closer to Erendira.
—Estaba loco por verte —dijo de pronto—. Todo el mundo dice que eres muy bella, y es verdad. "I was going crazy wanting to see you," he suddenly said. "Everybody says you′re very pretty and they′re right."
—Pero me voy a morir —dijo Eréndira. "But I′m going to die," Erendira said.
—Mi mamá dice que los que se mueren en el desierto no van al cielo sino al mar —dijo Ulises. "My mother says that people who die in the desert don′t go to heaven but to the sea," Ulises said.
Eréndira puso aparte la sábana sucia y cubrió la estera con otra limpia y aplanchada. Erendira put the dirty sheet aside and covered the mattress with another, which was clean and ironed.
—No conozco el mar —dijo. "I never saw the sea," she said.
—Es como el desierto, pero con agua —dijo Ulises. "It′s like the desert but with water," said Ulises.
—Entonces no se puede caminar. "Then you can′t walk on it."
—Mi papá conoció un hombre que sí podía —dijo Ulises— pero hace mucho tiempo. "My father knew a man who could," Ulises said, "but that was a long time ago."
Eréndira estaba encantada pero quería dormir. Erendira was fascinated but she wanted to sleep.
—Si vienes mañana bien temprano te pones en el primer puesto —dijo. "If you come very early tomorrow you can be first in line," she said.
—Me voy con mi papá por la madrugada —dijo Ulises. "I′m leaving with my father at dawn," said Ulises.
—¿Y no vuelven a pasar por aquí? "Won′t you be coming back this way?"
—Quién sabe cuándo —dijo Ulises—. Ahora pasamos por casualidad porque nos perdimos en el camino de la frontera. "Who can tell?" Ulises said. "We just happened along now because we got lost on the road to the border."
Eréndira miró pensativa a la abuela dormida. Erendira looked thoughtfully at her sleeping grandmother.
—Bueno —decidió—, dame la plata. "All right," she decided. "Give me the money."
Ulises se la dio. Eréndira se acostó en la cama, pero él se quedó trémulo en su sitio: en el instante decisivo su determinación había flaqueado. Eréndira le cogió de la mano para que se diera prisa, y sólo entonces advirtió su tribulación. Ella conocía ese miedo. Ulises gave it to her. Erendira lay down on the bed but he remained trembling where he was: at the decisive moment his determination had weakened. Erendira took him by the hand to hurry him up and only then did she notice his tribulation. She was familiar with that fear.
—¿Es la primera vez? —le preguntó. "Is it the first time?" she asked him.
Ulises no contestó, pero hizo una sonrisa desolada. Eréndira se volvió distinta. Ulises didn′t answer but he smiled in desolation. Erendira became a different person.
—Respira despacio —le dijo—. Así es siempre al principio, y después ni te das cuenta. "Breathe slowly," she told him. "That′s the way it always is the first time. Afterwards you won′t even notice."
Lo acostó a su lado, y mientras le quitaba la ropa lo fue apaciguando con recursos maternos. She laid him down beside her and while she was taking his clothes off she was calming him maternally.
—¿Cómo es que te llamas? "What′s your name?"
—Ulises. "Ulises."
—Es nombre de gringo —dijo Eréndira. "That′s a gringo name," Erendira said.
—No, de navegante. "No, a sailor name."
Eréndira le descubrió el pecho, le dio besitos huérfanos, lo olfateó. Erendira uncovered his chest, gave a few little orphan kisses, sniffed him.
—Pareces todo de oro —dijo— pero hueles a flores. "It′s like you were made of gold all over," she said, "but you smell of flowers."
—Debe ser a naranjas —dijo Ulises. "It must be the oranges," Ulises said.
Ya más tranquilo, hizo una sonrisa de complicidad. Calmer now, he gave a smile of complicity.
—Andamos con muchos pájaros para despistar —agregó—, pero lo que llevamos a la frontera es un contrabando de naranjas. "We carry a lot of birds along to throw people off the track," he added, "but what we′re doing is smuggling a load of oranges across the border."
—Las naranjas no son contrabando —dijo Eréndira. "Oranges aren′t contraband," Erendira said.
—Estas sí —dijo Ulises—. Cada una cuesta cincuenta mil pesos. "These are," said Ulises. "Each one is worth fifty thousand pesos."
Eréndira se rió por primera vez en mucho tiempo. Erendira laughed for the first time in a long while.
—Lo que más me gusta de ti —dijo— es la seriedad con que inventas los disparates. "What I like about you," she said, "is the serious way you make up nonsense."
Se había vuelto espontánea y locuaz, como si la inocencia de Ulises le hubiera cambiado no sólo el humor, sino también la índole. La abuela, a tan escasa distancia de la fatalidad, siguió hablando dormida. She had become spontaneous and talkative again, as if Ulises′ innocence had changed not only her mood but her character. The grandmother, such a short distance away from misfortune, was still talking in her sleep.
—Por estos tiempos, a principios de marzo, te trajeron a la casa —dijo—. Parecías una lagartija envuelta en algodones. Amadís, tu padre, que era joven y guapo, estaba tan contento aquella tarde que mandó a buscar como veinte carretas cargadas de flores, y llegó gritando y tirando flores por la calle, hasta que todo el pueblo quedó dorado de flores como el mar. "Around those times, at the beginning of March, they brought you home," she said. "You looked like a lizard wrapped in cotton. Amadis, your father, who was young and handsome, was so happy that afternoon that he sent for twenty carts loaded with flowers and arrived strewing them along the street until the whole village was gold with flowers like the sea."
Deliró varias horas, a grandes voces, y con una pasión obstinada. Pero Ulises no la oyó, porque Eréndira lo había querido tanto, y con tanta verdad, que lo volvió a querer por la mitad de su precio mientras la abuela deliraba, y lo siguió queriendo sin dinero hasta el amanecer. Un grupo de misioneros con los crucifijos en alto se habían plantado hombro contra hombro en medio del desierto. Un viento tan bravo como el de la desgracia sacudía sus hábitos de cañamazo y sus barbas cerriles, y apenas les permitía tenerse en pie. Detrás de ellos estaba la casa de la misión,, un promontorio colonial con un campanario minúsculo sobre los muros ásperos y encalados. She ranted on with great shouts and with a stubborn passion for several hours. But Ulises couldn′t hear her because Erendira had loved him so much and so truthfully that she loved him again for half price while her grandmother was raving and kept on loving him for nothing until dawn. A group of missionaries holding up their crucifixes stood shoulder to shoulder in the middle of the desert. A wind as fierce as the wind of misfortune shook their burlap habits and their rough beards and they were barely able to stand on their feet. Behind them was the mission, a colonial pile of stone with a tiny belfry on top of the harsh whitewashed walls.
El misionero más joven, que comandaba el grupo, señaló con el índice una grieta natural en el suelo de arcilla vidriada. The youngest missionary, who was in charge of the group, pointed to a natural crack in the glazed clay ground.
—No pasen esa raya —gritó. "You shall not pass beyond this line!" he shouted.
Los cuatro cargadores indios que transportaban a la abuela en un palanquín de tablas se detuvieron al oír el grito. Aunque iba mal sentada en el piso del palanquín y tenía el ánimo entorpecido por el polvo y el sudor del desierto, la abuela se mantenía en su altivez. Eréndira iba a pie. Detrás del palanquín había una fila de ocho indios de carga, y en último término el fotógrafo en la bicicleta. The four Indian bearers carrying the grandmother in a litter made of boards stopped when they heard the shout. Even though she was uncomfortable sitting on the planks of the litter and her spirit was dulled by the dust and sweat of the desert, the grandmother maintained her haughtiness intact. Erendira was on foot. Behind the litter came a file of eight Indians carrying the baggage and at the very end the photographer on his bicycle.
—El desierto no es de nadie —dijo la abuela. "The desert doesn′t belong to anyone," the grandmother said.
—Es de Dios —dijo el misionero—, y estáis violando sus santas leyes con vuestro tráfico inmundo. "It belongs to God," the missionary said, "and you are violating his sacred laws with your filthy business."
La abuela reconoció entonces la forma y la dicción peninsulares del misionero, y eludió el encuentro frontal para no descalabrarse contra su intransigencia. Volvió a ser ella misma. The grandmother then recognized the missionary′s peninsular usage and diction and avoided a head-on confrontation so as not to break her head against his intransigence. She went back to being herself.
—No entiendo tus misterios, hijo. "I don′t understand your mysteries, son."
El misionero señaló a Eréndira. The missionary pointed at Erendira.
—Esa criatura es menor de edad. "That child is underage."
—Pero es mi nieta. "But she′s my granddaughter."
—Tanto peor —replicó el misionero—. Ponla bajo nuestra custodia, por las buenas, o tendremos que recurrir a otros métodos. "So much the worse," the missionary replied. "Put her under our care willingly or we′ll have to seek recourse in other ways."
La abuela no esperaba que llegaran a tanto. The grandmother had not expected them to go so far.
—Está bien, aríjuna —cedió asustada—. Pero tarde o temprano pasaré, ya lo verás. "All right, if that′s how it is." She surrendered in fear. "But sooner or later I′ll pass, you′ll see."
Tres días después del encuentro con los misioneros, la abuela y Eréndira dormían en un pueblo próximo al convento, cuando unos cuerpos sigilosos, mudos, reptando como patrullas de asalto, se deslizaron en la tienda de campaña. Eran seis novicias indias, fuertes y jóvenes, con los hábitos de lienzo crudo que parecían fosforescentes en las ráfagas de luna. Sin hacer un solo ruido cubrieron a Eréndira con un toldo de mosquitero, la levantaron sin despertarla, y se la llevaron envuelta como un pescado grande y frágil capturado en una red lunar. Three days after the encounter with the missionaries, the grandmother and Erendira were sleeping in a village near the mission when a group of stealthy, mute bodies, creeping along like an infantry patrol, slipped into the tent. They were six Indian novices, strong and young, their rough cloth habits seeming to glow in the moonlight. Without making a sound they cloaked Erendira in a mosquito netting, picked her up without waking her, and carried her off wrapper-like a large, fragile fish caught in a lunar net.
No hubo un recurso que la abuela no intentara para rescatar a la nieta de la tutela de los misioneros. Sólo cuando le fallaron todos, desde los más derechos hasta los más torcidos, recurrió a la autoridad civil, que era ejercida por un militar. Lo encontró en el patio de su casa, con el torso desnudo, disparando con un rifle de guerra contra una nube oscura y solitaria en el cielo ardiente. Trataba de perforarla para que lloviera, y sus disparos eran encarnizados e inútiles pero hizo las pausas necesarias para escuchar a la abuela. There were no means left untried by the grandmother in an attempt to rescue her granddaughter from the protection of the missionaries. Only when they had all failed, from the most direct to the most devious, did she turn to the civil authority, which was vested in a military man. She found him in the courtyard of his home, his chest bare, shooting with an army rifle at a dark and solitary cloud in the burning sky. He was trying to perforate it to bring on rain, and his shots were furious and useless, but he did take the necessary time out to listen to the grandmother.
—Yo no puedo hacer nada —le explicó, cuando acabó de oírla—, los padrecitos, de acuerdo con el Concordato, tienen derecho a quedarse con la niña hasta que sea mayor de edad. O hasta que se case. "I can′t do anything," he explained to her when he had heard her out. "The priesties, according to the concordat, have the right to keep the girl until she comes of age. Or until she gets married."
—¿Y entonces para qué lo tienen a usted de alcalde? —preguntó la abuela. "Then why do they have you here as mayor?" the grandmother asked.
—Para que haga llover —dijo el alcalde. "To make it rain," was the mayor′s answer.
Luego, viendo que la nube se había puesto fuera de su alcance, interrumpió sus deberes oficiales y se ocupó por completo de la abuela. Then, seeing that the cloud had moved out of range, he interrupted his official duties and gave his full attention to the grandmother.
—Lo que usted necesita es una persona de mucho peso que responda por usted —le dijo—. Alguien que garantice su moralidad y sus buenas costumbres con una carta firmada. ¿No conoce al senador Onésimo Sánchez? "What you need is someone with a lot of weight who will vouch for you," he told her. "Someone who can swear to your moral standing and your good behavior in a signed letter. Do you know Senator Onesimo Sanchez?"
Sentada bajo el sol puro en un taburete demasiado estrecho para sus nalgas siderales, la abuela contestó con una rabia solemne: Sitting under the naked sun on a stool that was too narrow for her astral buttocks, the grandmother answered with a solemn rage:
—Soy una pobre mujer sola en la inmensidad del desierto. "I′m just a poor woman all alone in the vastness of the desert."
El alcalde, con el ojo derecho torcido por el calor, la contempló con lástima. The mayor, his right eye twisted from the heat, looked at her with pity.
—Entonces no pierda más el tiempo, señora —dijo—. Se la llevó el carajo. "Then don′t waste your time, ma′am," he said. "You′ll rot in hell."
No se la llevó, por supuesto. Plantó la tienda frente al convento de la misión, y se sentó a pensar, como un guerrero solitario que mantuviera en estado de sitio a una ciudad fortificada. El fotógrafo ambulante, que la conocía muy bien, cargó sus bártulos en la parrilla de la bicicleta y se dispuso a marcharse solo cuando la vio a pleno sol, y con los ojos fijos en el convento. She didn′t rot, of course. She set up her tent across from the mission and sat down to think, like a solitary warrior besieging a fortified city. The wandering photographer, who knew her quite well, loaded his gear onto the carrier of his bicycle and was ready to leave all alone when he saw her in the full sun with her eyes fixed on the mission.
—Vamos a ver quién se cansa primero —dijo la abuela—, ellos o yo. "Let′s see who gets tired first," the grandmother said, "they or I."
—Ellos están ahí hace 300 años, y todavía aguantan —dijo el fotógrafo—. Yo me voy. "They′ve been here for three hundred years and they can still take it," the photographer said. "I′m leaving."
Sólo entonces vio la abuela la bicicleta cargada. Only then did the grandmother notice the loaded bicycle.
—Para dónde vas. "Where are you going?"
—Para donde me lleve el viento —dijo el fotógrafo, y se fue—. El mundo es grande. "Wherever the wind takes me," the photographer said, and he left. "It′s a big world."
La abuela suspiró. The grandmother sighed.
—No tanto como tú crees, desmerecido. "Not as big as you think, you ingrate."
Pero no movió la cabeza a pesar del rencor, para no apartar la vista del convento. No la apartó durante muchos días de calor mineral, durante muchas noches de vientos perdidos, durante el tiempo de la meditación en que nadie salió del convento. Los indios construyeron un cobertizo de palma junto a la tienda, y allí colgaron sus chinchorros, pero la abuela velaba hasta muy tarde, cabeceando en el trono, y rumiando los cereales crudos de su faltriquera con la desidia invencible de un buey acostado. But she didn′t move her head in spite of her anger so as not to lose sight of the mission. She didn′t move it for many, many days of mineral heat, for many, many nights of wild winds, for all the time she was meditating and no one came out of the mission. The Indians built a lean-to of palm leaves beside the tent and hung their hammocks there, but the grandmother stood watch until very late, nodding on her throne and chewing the uncooked grain in her pouch with the invincible laziness of a resting ox.
Una noche pasó muy cerca de ella una fila de camiones tapados, lentos, cuyas únicas luces eran unas guirnaldas de focos de colores que les daban un tamaño espectral de altares sonámbulos. La abuela los reconoció de inmediato, porque eran iguales a los camiones de los Amadises. El último del convoy se retrasó, se detuvo, y un hombre bajó de la cabina a arreglar algo en la plataforma de carga. Parecía una réplica de los Amadises, con una gorra de ala volteada, botas altas, dós cananas cruzadas en el pecho, un fusil militar y dos pistolas. Vencida por una tentación irresistible, la abuela llamó al hombre. One night a convoy of slow covered trucks passed very close to her and the only lights they carried were wreaths of colored bulbs which gave them the ghostly size of sleep-walking altars. The grandmother recognized them at once because they were just like the trucks of the Amadises. The last truck in the convoy slowed, stopped, and a man got out of the cab to adjust something in back. He looked like a replica of the Amadises, wearing a hat with a turned-up brim, high boots, two crossed cartridge belts across his chest, an army rifle, and two pistols. Overcome by an irresistible temptation, the grandmother called to the man.
—¿No sabes quién soy? —le preguntó. "Don′t you know who I am?" she asked him.
El hombre le alumbró sin piedad con una linterna de pilas. Contempló un instante el rostro estragado por la vigilia, los Ojos apagados de cansancio, el cabello marchito de la mujer que aún a su edad, en su mal estado y con aquella luz cruda en la cara, hubiera podido decir que había sido la más bella del mundo. Cuando la examinó bastante para estar seguro de no haberla visto nunca, apagó la linterna. The man lighted her pitilessly with a flashlight. For an instant he studied the face worn out by vigil, the eyes dim from fatigue, the withered hair of the woman who, even at her age, in her sorry state, and with that crude light on her face, could have said that she had been the most beautiful woman in the world. When he examined her enough to be sure that he had never seen her before, he turned out the light.
—Lo único que sé con toda seguridad —dijo— es que usted no es la Virgen de los Remedios. "The only thing I know for sure is that you′re not the Virgin of Perpetual Help."
—Todo lo contrario —dijo la abuela con una voz dulce—. Soy la Dama. "Quite the contrary," the grandmother said with a very sweet voice. "I′m the Lady."
El hombre puso la mano en la pistola por puro instinto. The man put his hand to his pistol out of pure instinct.
—¡Cuál dama! "What lady?"
—La de Amadís el grande. "Big Amadis′s."
—Entonces no es de este mundo —dijo él, tenso—. ¿Qué es lo que quiere? "Then you′re not of this world," he said, tense. "What is it you want?"
—Que me ayuden a rescatar a mi nieta, nieta de Amadís el grande, hija de nuestro Amadís, que está presa en ese convento. "For you to help me rescue my granddaughter, Big Amadis′s granddaughter, the daughter of our son Amadis, held captive in that mission."
El hombre se sobrepuso al temor. The man overcame his fear.
—Se equivocó de puerta —dijo—. Si cree que somos capaces de atravesarnos en las cosas de Dios, usted no es la que dice que es, ni conoció siquiera a los Amadises, ni tiene la más puta idea de lo que es el matute. "You knocked on the wrong door," he said. "If you think we′re about to get mixed up in God′s affairs, you′re not the one you say you are, you never knew the Amadises, and you haven′t got the whoriest notion of what smuggling′s all about."
Esa madrugada la abuela durmió menos que las anteriores. La pasó rumiando, envuelta en una manta de lana, mientras el tiempo de la noche le equivocaba la memoria, y los delirios reprimidos pugnaban por salir aunque estuviera despierta, y tenía que apretarse el corazón con la mano para que no la sofocara el recuerdo de una casa de mar con grandes flores coloradas donde había sido feliz. Así se mantuvo hasta que sonó la campana del convento, y se encendieron las primeras luces en las ventanas y el desierto se saturó del olor a pan caliente de los maitines. Sólo entonces se abandonó al cansancio, engañada por la ilusión de que Eréndira se había levantado y estaba buscando el modo de escaparse para volver con ella. Early that morning the grandmother slept less than before. She lay awake pondering things, wrapped in a wool blanket while the early hour got her memory all mixed up and the repressed raving struggled to get out even though she was awake, and she had to tighten her heart with her hand so as not to be suffocated by the memory of a house by the sea with great red flowers where she had been happy. She remained that way until the mission bell rang and the first lights went on in the windows and the desert became saturated with the smell of the hot bread of matins. Only then did she abandon her fatigue, tricked by the illusion that Erendira had got up and was looking for a way to escape and come back to her.
Eréndira, en cambio, no perdió ni una noche de sueño desde que la llevaron al convento. Le habían cortado el cabello con unas tijeras de podar hasta dejarse la cabeza como un cepillo, le pusieron el rudo balandrán de lienzo de las reclusas y le entregaron un balde de agua de cal y una escoba para que encalara los peldaños de las escaleras cada vez que alguien las pisara. Era un oficio de mula, porque había un subir y bajar incesante de misioneros embarcados y novicias de carga, pero Eréndira lo sintió como un domingo de todos los días después de la galera mortal de la cama. Además, no era ella la única agotada al anochecer, pues aquel convento no estaba consagrado a la lucha contra el demonio sino contra el desierto. Eréndira había visto a las novicias indígenas desbravando las vacas a pescozones para ordeñarlas en los establos, saltando días enteros sobre las tablas para exprimir los quesos, asistiendo a las cabras en un mal parto. Las había visto sudar como estibadores curtidos sacando el agua del aljibe, irrigando a pulso un huerto temerario que otras novicias habían labrado con azadones para plantar legumbres en el pedernal del desierto. Había visto el infierno terrestre de los hornos de pan y los cuartos de plancha. Había visto a una monja persiguiendo a un cerdo por el patio, la vio resbalar con el cerdo cimarrón agarrado por las orejas y revolcarse en un barrizal sin soltarlo, hasta que dos novicias con delantales de cuero la ayudaron a someterlo, y una de ellas lo degolló con un cuchillo de matarife y todas quedaron empapadas de sangre y de lodo. Había visto en el pabellón apartado del hospital a las monjas tísicas con sus camisones de muertas, que esperaban la última orden de Dios bordando sábanas matrimoniales en las terrazas, mientras los hombres de la misión predicaban en el desierto. Eréndira vivía en su penumbra, descubriendo otras formas de belleza y de horror que nunca había imaginado en el mundo estrecho de la cama, pero ni las novicias más montaraces ni las más persuasivas habían logrado que dijera una palabra desde que la llevaron al convento. Una mañana, cuando estaba aguando la cal en el balde, oyó una música de cuerdas que parecía una luz más diáfana en la luz del desierto. Cautivada por el milagro, se asomó a un salón inmenso y vacío de paredes desnudas y ventanas grandes por donde entraba a golpes y se quedaba estancada la claridad deslumbrante de junio, y en el centro del salón vio a una monja bella que no había visto antes, tocando un oratorio de Pascua en el clavicémbalo. Eréndira escuchó la música sin parpadear, con el alma en un hilo, hasta que sonó la campana para comer. Después del almuerzo, mientras blanqueaba la escalera con la brocha de esparto, esperó a que todas las novicias acabaran de subir y bajar, se quedó sola, donde nadie pudiera oírla, y entonces habló por primera vez desde que entró en el convento. Erendira, however, had not lost a single night′s sleep since they had taken her to the mission. They had cut her hair with pruning shears until her head was like a brush, they put a hermit′s rough cassock on her and gave her a bucket of whitewash and a broom so that she could whitewash the stairs every time someone went up or down. It was mule work because there was an incessant coming and going of muddied missionaries and novice carriers, but Erendira felt as if every day were Sunday after the fearsome galley that had been her bed. Besides, she wasn′t the only one worn out at night, because that mission was dedicated to fighting not against the devil but against the desert. Erendira had seen the Indian novices bulldogging cows in the barn in order to milk them, jumping up and down on planks for days on end in order to press cheese, helping a goat through a difficult birth. She had seen them sweat like tanned stevedores hauling water from the cistern, watering by hand a bold garden that other novices cultivated with hoes in order to plant vegetables in the flintstone of the desert. She had seen the earthly inferno of the ovens for baking bread and the rooms for ironing clothes. She had seen a nun chase a pig through the courtyard, slide along holding the runaway animal by the ears, and roll in a mud puddle without letting go until two novices in leather aprons helped her get it under control and one of them cut its throat with a butcher knife as they all became covered with blood and mire. In the isolation ward of the infirmary she had seen tubercular nuns in their nightgown shrouds, waiting for God′s last command as they embroidered bridal sheets on the terraces while the men preached in the desert. Erendira was living in her shadows and discovering other forms of beauty and horror that she had never imagined in the narrow world of her bed, but neither the coarsest nor the most persuasive of the novices had managed to get her to say a word since they had taken her to the mission. One morning, while she was preparing the whitewash in her bucket, she heard string music that was like a light even more diaphanous than the light of the desert. Captivated by the miracle, she peeped into an immense and empty salon with bare walls and large windows through which the dazzling June light poured in and remained still, and in the center of the room she saw a very beautiful nun whom she had never seen before playing an Easter oratorio on the clavichord. Erendira listened to the music without blinking, her heart hanging by a thread, until the lunch bell rang. After eating, while she whitewashed the stairs with her reed brush, she waited until all the novices had finished going up and coming down, and she was alone, with no one to hear her, and then she spoke for the first time since she had entered the mission.
—Soy feliz —dijo. "I′m happy," she said.
De modo que a la abuela se le acabaron las esperanzas de que Eréndida escapara para volver con ella, pero mantuvo su asedio de granito, sin tomar ninguna determinación, hasta el domingo de Pentecostés. Por esa época los misioneros rastrillaban el desierto persiguiendo concubinas encinta para casarlas. Iban hasta las rancherías más olvidadas en un camioncito decrépito, con cuatro hombres de tropa bien armados y un arcón de géneros de pacotilla. Lo más difícil de aquella cacería de indios era convencer a las mujeres, que se defendían de la gracia divina con el argumento verídico de que los hombres se sentían con derecho a exigirles a las esposas legítimas un trabajo más rudo que a las concubinas, mientras ellos dormían despernancados en los chinchorros. Había que seducirlas con recursos de engaño, disolviéndoles la voluntad de Dios en el jarabe de su propio idioma para que la sintieran menos áspera, pero hasta las más retrecheras terminaban convencidas por unos aretes de oropel. A los hombres, en cambio, una vez obtenida la aceptación de la mujer, los sacaban a culatazos de los chinchorros y se los llevaban amarrados en la plataforma de carga, para casarlos a la fuerza. So that put an end to the hopes the grandmother had that Erendira would run away to rejoin her, but she maintained her granite siege without having made any decision until Pentecost. During that time the missionaries were combing the desert in search of pregnant concubines in order to get them married. They traveled all the way to the most remote settlements in a broken-down truck with four well-armed soldiers and a chest of cheap cloth. The most difficult part of that Indian hunt was to convince the women, who defended themselves against divine grace with the truthful argument that men, sleeping in their hammocks with legs spread, felt they had the right to demand much heavier work from legitimate wives than from concubines. It was necessary to seduce them with trickery, dissolving the will of God in the syrup of their own language so that it would seem less harsh to them, but even the most crafty of them ended up being convinced by a pair of flashy earrings. The men, on the other hand, once the women′s acceptance had been obtained, were routed out of their hammocks with rifle butts, bound, and hauled away in the back of the truck to be married by force.
Durante varios días la abuela vio pasar hacia el convento el camioncito cargado de indias encinta, pero no reconoció su oportunidad. La reconoció el propio domingo de Pentecostés, cuando oyó los cohetes y los repiques de las campanas, y vio la muchedumbre miserable y alegre que pasaba para la fiesta, y vio que entre las muchedumbres había mujeres encinta con velos y coronas de novia, llevando del brazo a los maridos de casualidad para volverlos legítimos en la boda colectiva. For several days the grandmother saw the little truck loaded with pregnant Indian women heading for the mission, but she failed to recognize her opportunity. She recognized it on Pentecost Sunday itself, when she heard the rockets and the ringing of the bells and saw the miserable and merry crowd that was going to the festival, and she saw that among the crowds there were pregnant women with the veil and crown of a bride holding the arms of their casual mates, whom they would legitimize in the collective wedding.
Entre los últimos del desfile pasó un muchacho de corazón inocente, de pelo indio cortado como una totuma y vestido de andrajos, que llevaba en la mano un cirio pascual con un lazo de seda. La abuela lo llamó. Among the last in the procession a boy passed, innocent of heart, with gourd-cut Indian hair and dressed in rags, carrying an Easter candle with a silk bow in his hand. The grandmother called him over.
—Dime una cosa, hijo —le preguntó con su voz más tersa—. ¿Qué vas a hacer tú en esa cumbiamba? "Tell me something, son," she asked with her smoothest voice. "What part do you have in this affair?"
El muchacho se sentía intimidado con el cirio, y le costaba trabajo cerrar la boca por sus dientes de burro. The boy felt intimidated by the candle and it was hard for him to close his mouth because of his donkey teeth.
—Es que los padrecitos me van a hacer la primera comunión —dijo. "The priests are going to give me my first communion," he said.
—¿Cuánto te pagaron? "How much did they pay you?"
—Cinco pesos. "Five pesos."
La abuela sacó de la faltriquera un rollo de billetes que el muchacho miró asombrado. The grandmother took a roll of bills from her pouch and the boy looked at them with surprise.
—Yo te voy a dar veinte —dijo la abuela—. Pero no para que hagas la primera comunión, sino para que te cases. "I′m going to give you twenty," the grandmother said. "Not for you to make your first communion, but for you to get married."
—¿Y eso con quién? "Who to?"
—Con mi nieta. "My granddaughter."
Así que Eréndira se casó en el patio del convento, con el balandrán de reclusa y una mantilla de encaje que le regalaron las novicias, y sin saber al menos cómo se llamaba el esposo que le había comprado su abuela. Soportó con una esperanza incierta el tormento de las rodillas en el suelo de caliche, la peste de pellejo de chivo de las doscientas novias embarazadas, el castigo de la Epístola de San Pablo martillada en latín bajo la canícula inmóvil, porque los misioneros no encontraron recursos para oponerse a la artimaña de la boda imprevista, pero le habían prometido una última tentativa para mantenerla en el convento. Sin embargo, al término de la ceremonia, y en presencia del Prefecto Apostólico, del alcalde militar que disparaba contra las nubes, de su esposo reciente y de su abuela impasible, Eréndira se encontró de nuevo bajo el hechizo que la había dominado desde su nacimiento. Cuando le preguntaron cuál era su voluntad libre, verdadera y definitiva, no tuvo ni un suspiro de vacilación. So Erendira was married in the courtyard of the mission in her hermit′s cassock and a silk shawl that the novices gave her, and without even knowing the name of the groom her grandmother had bought for her. With uncertain hope she withstood the torment of kneeling on the saltpeter ground, the goat-hair stink of the two hundred pregnant brides, the punishment of the Epistle of Saint Paul hammered out in Latin under the motionless and burning sun, because the missionaries had found no way to oppose the wile of that unforeseen marriage, but had given her a promise as a last attempt to keep her in the mission. Nevertheless, after the ceremony in the presence of the apostolic prefect, the military mayor who shot at the clouds, her recent husband, and her impassive grandmother, Erendira found herself once more under the spell that had dominated her since birth. When they asked her what her free, true, and definitive will was, she didn′t even give a sigh of hesitation.
—Me quiero ir —dijo. Y aclaró, señalando al esposo—: Pero no me voy con él sino con mi abuela. "I want to leave," she said. And she clarified things by pointing at her husband. "But not with him, with my grandmother."
Ulises había perdido la tarde tratando de robarse una naranja en la plantación de su padre, pues éste no le quitó la vista de encima mientras podaban los árboles enfermos, y su madre lo vigilaba desde la casa. De modo que renunció a supropósito, al menos por aquel día, y se quedó de mala gana ayudando a su padre hasta que terminaron de podar los últimos naranjos. Ulises had wasted a whole afternoon trying to steal an orange from his father′s grove, because the older man wouldn′t take his eyes off him while they were pruning the sick trees, and his mother kept watch from the house. So he gave up his plan, for that day at least, and grudgingly helped his father until they had pruned the last orange trees.
La extensa plantación era callada y oculta, y la casa de madera con techo de latón tenía mallas de cobre en las ventanas y una terraza grande montada sobre pilotes, con plantas primitivas de flores intensas. La madre de Ulises estaba en la terraza, tumbada en un mecedor vienés y con hojas ahumadas en las sienes para aliviar el dolor de cabeza, y su mirada de india pura seguía los movimientos del hijo como un haz de luz invisible hasta los lugares más esquivos del naranjal. Era muy bella, mucho más joven que el marido, y no sólo continuaba vestida con el camisón de la tribu, sino que conocía los secretos más antiguos de su sangre. The extensive grove was quiet and hidden, and the wooden house with a tin roof had copper grating over the windows and a large porch set on pilings, with primitive plants bearing intense flowers. Ulises′ mother was on the porch sitting back in a Viennese rocking chair with smoked leaves on her temples to relieve her headache, and her full-blooded-Indian look followed her son like a beam of invisible light to the most remote corners of the orange grove. She was quite beautiful, much younger than her husband, and not only did she still wear the garb of her tribe, but she knew the most ancient secrets of her blood.
Cuando Ulises volvió a la casa con los hierros de podar, su madre le pidió la medicina de las cuatro, que estaba en una mesita cercana. Tan pronto como él los tocó, el vaso y el frasco cambiaron de color. Luego tocó por simple travesura una jarra de cristal que estaba en la mesa con otros vasos, y también la jarra se volvió azul. Su madre lo observó mientras tomaba la medicina, y cuando estuvo segura de que no era un delirio de su dolor le preguntó en lengua guajira: When Ulises returned to the house with the pruning tools, his mother asked him for her four o′clock medicine, which was on a nearby table. As soon as he touched them, the glass and the bottle changed color. Then, out of pure play, he touched a glass pitcher that was on the table beside some tumblers and the pitcher also turned blue. His mother observed him while she was taking her medicine and when she was sure that it was not a delirium of her pain, she asked him in the Guajiro Indian language:
—¿Desde cuándo te sucede? "How long has that been happening to you?"
—Desde que vinimos del desierto —dijo Ulises, también en guajiro—. Es sólo con las cosas de vidrio. Ever since we came back from the desert," Ulises said, also in Guajiro. "It only happens with glass things."
Para demostrarlo, tocó uno tras otro los vasos que estaban en la mesa, y todos cambiaron de colores diferentes. In order to demonstrate, one after the other he touched the glasses that were on the table and they all turned different colors.
—Esas cosas sólo sucedería por amor —dijo la madre—. ¿Quién es? "Those things happen only because of love," his mother said. "Who is it?"
Ulises no contestó. Su padre, que no sabía la lengua guajira, pasaba en ese momento por la terraza con un racimo de naranjas. Ulises didn′t answer. His father, who couldn′t understand the Guajiro language, was passing by the porch at that moment with a cluster of oranges.
—¿De qué hablan? —le preguntó a Ulises en holandés. "What are you two talking about?" he asked Ulises in Dutch.
—De nada especial —contestó Ulises. "Nothing special," Ulises answered.
La madre de Ulises no sabía el holandés. Cuando su marido entró en la casa, le preguntó al hijo en guajiro: Ulises′ mother didn′t know any Dutch. When her husband went into the house, she asked her son in Guajiro:
—¿Qué te dijo? "What did he say?"
—Nada especial —dijo Ulises. "Nothing special," Ulises answered.
Perdió de vista a su padre cuando entró en la casa, pero lo volvió a ver por una ventana dentro de la oficina. La madre esperó hasta quedarse a solas con Ulises, y entonces insistió: He lost sight of his father when he went into the house, but he saw him again through a window of the office. The mother waited until she was alone with Ulises and then repeated:
—Dime quién es. "Tell me who it is."
—No es nadie —dijo Ulises. "It′s nobody," Ulises said.
Contestó sin atención, porque estaba pendiente de los movimientos de su padre dentro de la oficina. Lo había visto poner las naranjas sobre la caja de caudales para componer la clave de la combinación. Pero mientras él vigilaba a su padre, su madre lo vigilaba a él. He answered without paying attention because he was hanging on his father′s movements in the office. He had seen him put the oranges on top of the safe when he worked out the combination. But while he was keeping an eye on his father, his mother was keeping an eye on him.
—Hace mucho tiempo que no comes pan —observó ella. "You haven′t eaten any bread for a long time," she observed.
—No me gusta. "I don′t like it."
El rostro de la madre adquirió de pronto una vivacidad insólita. “Mentira”, dijo. “Es porque estás mal de amor, y los que están así no pueden comer pan”. Su voz, como sus ojos, había pasado de la súplica a la amenaza. The mother′s face suddenly took on an unaccustomed liveliness. "That′s a lie," she said. "It′s because you′re love-sick and people who are lovesick can′t eat bread." Her voice, like her eyes, had passed from entreaty to threat.
—Más vale que me digas quién es —dijo—, o te doy a la fuerza unos baños de purificación. "It would be better if you told me who it was," she said, "or I′ll make you take some purifying baths."
En la oficina, el holandés abrió la caja de caudales, puso dentro las naranjas, y volvió a cerrar la puerta blindada. Ulises se apartó entonces de la ventana y le replicó a su madre con impaciencia. In the office the Dutchman opened the safe, put the oranges inside, and closed the armored door. Ulises moved away from the window then and answered his mother impatiently.
—Ya te dije que no es nadie —dijo—. Si no me crees, pregúntaselo a mi papá. "I already told you there wasn′t anyone," he said. "If you don′t believe me, ask Papa."
El holandés apareció en la puerta de la oficina encendiendo la pipa de navegante, y con su Biblia descosida bajo el brazo. La mujer le preguntó en castellano: The Dutchman appeared in the office doorway lighting his sailor′s pipe and carrying his threadbare Bible under his arm. His wife asked him in Spanish:
—¿A quién conocieron en el desierto? "Who did you meet in the desert?"
—A nadie —le contestó su marido, un poco en las nubes—. Si no me crees, pregúntaselo a Ulises. "Nobody," her husband answered, a little in the clouds. "If you don′t believe me, ask Ulises."
Se sentó en el fondo del corredor a chupar la pipa hasta que se le agotó la carga. Después abrió la Biblia al azar y recitó fragmentos salteados durante casi dos horas en un holandés fluido y altisonante. He sat down at the end of the hall and sucked on his pipe until the tobacco was used up. Then he opened the Bible at random and recited spot passages for almost two hours in flowing and ringing Dutch.
A media noche, Ulises seguía pensando con tanta intensidad que no podía dormir. Se revolvió en el chinchorro una hora más, tratando de dominar el dolor de los recuerdos, hasta que el propio dolor le dio la fuerza que le hacía falta para decidir. Entonces se puso los pantalones de vaquero, la camisa de cuadros escoceses y las botas de montar, y saltó por la ventana y se fugó de la casa en la camioneta cargada de pájaros. Al pasar por la plantación arrancó las tres naranjas maduras que no había podido robarse en la tarde. At midnight Ulises was still thinking with such intensity that he couldn′t sleep. He rolled about in his hammock for another hour, trying to overcome the pain of memories until the very pain gave him the strength he needed to make a decision. Then he put on his cowboy pants, his plaid shirt, and his riding boots, jumped through the window, and fled from the house in the truck loaded with birds. As he went through the groves he picked the three ripe oranges he had been unable to steal that afternoon.
Viajó por el desierto el resto de la noche, y al amanecer preguntó por pueblos y rancherías cuál era el rumbo de Eréndira, pero nadie le daba razón. Por fin le informaron que andaba detrás de la comitiva electoral del senador Onésimo Sánchez, y que éste debía de estar aquel día en la Nueva Castilla. No lo encontró allí, sino en el pueblo siguiente, y ya Eréndira no andaba con él, pues la abuela había conseguido que el senador avalara su moralidad con una carta de su puño y letra, y se iba abriendo con ella las puertas mejor trancadas del desierto. Al tercer día se encontró con el hombre del correo nacional, y éste le indicó la dirección que buscaba. He traveled across the desert for the rest of the night and at dawn he asked in towns and villages about the whereabouts of Erendira, but no one could tell him. Finally they informed him that she was traveling in the electoral campaign retinue of Senator Onesimo Sanchez and that on that day he was probably in Nueva Castilla. He didn′t find him there but in the next town and Erendira was no longer with him, for the grandmother had managed to get the senator to vouch for her morality in a letter written in his own hand, and with it she was going about opening the most tightly barred doors in the desert. On the third day he came across the domestic mailman and the latter told him what direction to follow.
—Van para el mar —le dijo—. Y apúrate, que la intención de la jodida vieja es pasarse para la isla de Aruba. "They′re heading toward the sea," he said, "and you′d better hurry because the goddamned old woman plans to cross over to the island of Aruba."
En ese rumbo, Ulises divisó al cabo de media jornada la capa amplia y percudida que la abuela le había comprado a un circo en derrota. El fotógrafo errante había vuelto con ella, convencido de que en efecto el mundo no era tan grande como pensaba, y tenía instalados cerca de la carpa sus telones idílicos. Una banda de chupacobres cautivaba a los clientes de Eréndira con un valse taciturno. Following that direction, after half a day′s journey Ulises spotted the broad, stained tent that the grandmother had bought from a bankrupt circus. The wandering photographer had come back to her, convinced that the world was really not as large as he had thought, and he had set up his idyllic backdrops near the tent. A band of brass-blowers was captivating Erendira′s clientele with a taciturn waltz.
Ulises esperó su turno para entrar, y lo primero que le llamó la atención fue el orden y la limpieza en el interior de la carpa. La cama de la abuela había recuperado su esplendor virreinal, la estatua del ángel estaba en su lugar junto al baúl funerario de los Amadises, y había además una bañera de peltre con patas de león. Acostada en su nuevo lecho de marquesina, Eréndira estaba desnuda y plácida, e irradiaba un fulgor infantil bajo la luz filtrada de la carpa. Dormía con los ojos abiertos. Ulises se detuvo junto a ella, con las naranjas en la mano, y advirtió que lo estaba mirando sin verlo. Entonces pasó la mano frente a sus ojos y la llamó con el nombre que había inventado para pensar en ella: Ulises waited for his turn to go in, and the first thing that caught his attention was the order and cleanliness of the inside of the tent. The grandmother′s bed had recovered its viceregal splendor, the statue of the angel was in its place beside the funerary trunk of the Amadises, and in addition, there was a pewter bathtub with lion′s feet. Lying on her new canopied bed, Erendira was naked and placid, irradiating a childlike glow under the light that filtered through the tent. She was sleeping with her eyes open. Ulises stopped beside her, the oranges in his hand, and he noticed that she was looking at him without seeing him. Then he passed his hand over her eyes and called her by the name he had invented when he wanted to think about her:
—Arídnere. "Aridnere."
Eréndira despertó. Se sintió desnuda frente a Ulises, hizo un chillido sordo y se cubrió con la sábana hasta la cabeza. Erendira woke up. She felt naked in front of Ulises, let out a squeak, and covered herself with the sheet up to her neck.
—No me mires —dijo—. Estoy horrible. "Don′t look at me," she said. "I′m horrible."
—Estás toda color de naranja —dijo Ulises. Puso las frutas a la altura de sus ojos para que ella comparara—. Mira. "You′re the color of an orange all over," Ulises said. He raised the fruits to her eyes so that she could compare. "Look."
Eréndira se descubrió los ojos y comprobó que en efecto las naranjas tenían su color. Erendira uncovered her eyes and saw that indeed the oranges did have her color.
—Ahora no quiero que te quedes —dijo. "I don′t want you to stay now," she said.
—Sólo entré para mostrarte esto —dijo Ulises—. Fíjate. "I only came to show you this," Ulises said. "Look here."
Rompió una naranja con las uñas, la partió con las dos manos, y le mostró a Eréndira el interior: clavado en el corazón de la fruta había un diamante legítimo. He broke open an orange with his nails, split it in two with his hands, and showed Erendira what was inside: stuck in the heart of the fruit was a genuine diamond.
—Estas son las naranjas que llevamos a la frontera —dijo. "These are the oranges we take across the border," he said.
—¡Pero son naranjas vivas! —exclamó Eréndira. "But they′re living oranges!" Erendira exclaimed.
—Claro —sonrió Ulises—. Las siembra mi papá. "Of course." Ulises smiled. "My father grows them."
Eréndira no lo podía creer. Se descubrió la cara, cogió el diamante con los dedos y lo contempló asombrada. Erendira couldn′t believe it. She uncovered her face, took the diamond in her fingers and contemplated it with surprise.
—Con tres así le damos la vuelta al mundo —dijo Ulises. "With three like these we can take a trip around the world," Ulises said.
Eréndira le devolvió el diamante con un aire de desaliento. Ulises insistió. Erendira gave him back the diamond with a look of disappointment. Ulises went on:
—Además, tengo una camioneta —dijo—. Y además... ¡Mira! "Besides, I′ve got a pickup truck," he said. "And besides that ... Look!"
Se sacó de debajo de la camisa una pistola arcaica. From underneath his shirt he took an ancient pistol.
—No puedo irme antes de diez años —dijo Eréndira. "I can′t leave for ten years," Erendira said.
—Te irás —dijo Ulises—. Esta noche, cuando se duerma la ballena blanca, yo estaré ahí fuera, cantando como la lechuza. "You′ll leave," Ulises said. "Tonight, when the white whale falls asleep, I′ll be outside there calling like an owl."
Hizo una imitación tan real del canto de la lechuza, que los ojos de Eréndira sonrieron por primera vez. He made such a true imitation of the call of an owl that Erendira′s eyes smiled for the first time.
—Es mi abuela —dijo. "It′s my grandmother," she said.
—¿La lechuza? "The owl?"
—La ballena. "The whale."
Ambos se rieron del equívoco, pero Eréndira retomó el hilo. They both laughed at the mistake, but Erendira picked up the thread again.
—Nadie puede irse para ninguna parte sin permiso de su abuela. "No one can leave for anywhere without her grandmother′s permission."
—No hay que decirle nada. "There′s no reason to say anything."
—De todos modos lo sabrá —dijo Eréndira—: ella sueña las cosas. "She′ll find out in any case," Erendira said. "She can dream things."
—Cuando empiece a soñar que te vas, ya estaremos del otro lado de la frontera. Pasaremos como los contrabandistas... —dijo Ulises. "When she starts to dream that you′re leaving we′ll already be across the border. We′ll cross over like smugglers," Ulises said.
Empuñando la pistola con un dominio de atarbán de cine imitó el sonido de los disparos para embullar a Eréndira con su audacia. Ella no dijo ni que sí ni que no, pero sus ojos suspiraron, y despidió a Ulises con un beso. Ulises, conmovido, murmuró: Grasping the pistol with the confidence of a movie gunfighter, he imitated the sounds of the shots to excite Erendira with his audacity. She didn′t say yes or no, but her eyes gave a sigh and she sent Ulises away with a kiss. Ulises, touched, whispered:
—Mañana veremos pasar los buques. "Tomorrow we′ll be watching the ships go by."
Aquella noche, poco después de las siete, Eréndira estaba peinando a la abuela cuando volvió a soplar el viento de su desgracia. Al abrigo de la carpa estaban los indios cargadores y el director de la charanga esperando el pago de su sueldo. La abuela acabó de contar los billetes de un arcón que tenía a su alcance, y después de consultar un cuaderno de cuentas le pagó al mayor de los indios. That night, a little after seven o′clock, Erendira was combing her grandmother′s hair when the wind of her misfortune blew again. In the shelter of the tent were the Indian bearers and the leader of the brass band, waiting to be paid. The grandmother finished counting out the bills on a chest she had within reach, and after consulting a ledger she paid the oldest of the Indians.
—Aquí tienes —le dijo—: veinte pesos la semana, menos ocho de la comida, menos tres del agua, menos cincuenta centavos a buena cuenta de las camisas nuevas, son ocho con cincuenta. Cuéntalos bien. "Here you are," she told him. "Twenty pesos for the week, less eight for meals, less three for water, less fifty cents on account for the new shirts, that′s eight fifty. Count it."
El indio mayor contó el dinero, y todos se retiraron con una reverencia. The oldest Indian counted the money and they all withdrew with a bow.
—Gracias, blanca. "Thank you, white lady."
El siguiente era el director de los músicos. La abuela consultó el cuaderno de cuentas, y se dirigió al fotógrafo, que estaba tratando de remendar el fuelle de la cámara con pegotes de gutapercha. Next came the leader of the band. The grandmother consulted her ledger and turned to the photographer, who was trying to repair the bellows of his camera with wads of gutta-percha.
—En qué quedamos —le dijo— ¿pagas o no pagas la cuarta parte de la música? "What′s it going to be?" she asked him. "Will you or won′t you pay a quarter of the cost of the music?"
El fotógrafo ni siquiera levantó la cabeza para contestar. The photographer didn′t even raise his head to answer.
—La música no sale en los retratos. "Music doesn′t come out in pictures."
—Pero despierta en la gente las ganas de retratarse —replicó la abuela. "But it makes people want to have their pictures taken," the grandmother answered.
—Al contrario —dijo el fotógrafo—, les recuerda a los muertos, y luego salen en los retratos con los ojos cerrados. "On the contrary," said the photographer. "It reminds them of the dead and then they come out in the picture with their eyes closed."
El director de la charanga intervino. The bandleader intervened.
—Lo que hace cerrar los ojos no es la música —dijo—, son los relámpagos de retratar de noche. "What makes them close their eyes isn′t the music," he said. "It′s the lightning you make taking pictures at night."
—Es la música —insistió el fotógrafo. "It′s the music," the photographer insisted.
La abuela le puso término a la disputa. “No seas truñuño”, le dijo al fotógrafo. “Fíjate lo bien que le va al senador Onésimo Sánchez, y es gracias a los músicos que lleva”. The grandmother put an end to the dispute. "Don′t be a cheapskate," she said to the photographer. "Look how well things have been going for Senator Onesimo Sanchez and it′s thanks to the musicians he has along."
Luego, de un modo duro, concluyó: Then, in a harsh tone, she concluded:
—De modo que pagas la parte que te corresponde, o sigues solo con tu destino. No es justo que esa pobre criatura lleve encima todo el peso de los gastos. "So pay what you ought to or go follow your fortune by yourself. It′s not right for that poor child to carry the whole burden of expenses."
—Sigo solo mi destino —dijo el fotógrafo—. Al fin y al cabo, yo lo que soy es un artista. "I′ll follow my fortune by myself," the photographer said. "After all, an artist is what I am."
La abuela se encogió de hombros y se ocupó del músico. Le entregó un mazo de billetes, de acuerdo con la cifra escrita en el cuaderno. The grandmother shrugged her shoulders and took care of the musician. She handed him a bundle of bills that matched the figure written in her ledger.
—Doscientos cincuenta y cuatro piezas —le dijo— a cincuenta centavos cada una, más treinta y dos en domingos y días feriados, a sesenta centavos cada una, son ciento cincuenta y seis con veinte. "Two hundred and fifty-four numbers," she told him "At fifty cents apiece, plus thirty-two on Sundays and holidays at sixty cents apiece, that′s one hundred fifty-six twenty."
El músico no recibió el dinero. The musician wouldn′t accept the money.
—Son ciento ochenta y dos con cuarenta —dijo—. Los valses son más caros. "It′s one hundred eighty-two forty," he said. "Waltzes cost more."
—¿Y eso por qué? "Why is that?"
—Porque son más tristes —dijo el músico. "Because they′re sadder," the musician said.
La abuela lo obligó a que cogiera el dinero. The grandmother made him take the money.
—Pues esta semana nos tocas dos piezas alegres por cada valse qué te debo, y quedamos en paz. "Well, this week you′ll play us two happy numbers for each waltz I owe you for and we′ll be even."
El músico no entendió la lógica de la abuela, pero aceptó las cuentas mientras desenredaba el enredo. En ese instante, el viento despavorido estuvo a punto de desarraigar la carpa, y en el silencio que dejó a su paso se escuchó en el exterior, nítido y lúgubre, el canto de la lechuza. The musician didn′t understand the grandmother′s logic, but he accepted the figures while he unraveled the tangle. At that moment the fearsome wind threatened to uproot the tent, and in the silence that it left in its wake, outside, clear and gloomy, the call of an owl was heard.
Eréndira no supo qué hacer para disimular su turbación. Cerró el arca del dinero y la escondió debajo de la cama, pero la abuela le conoció el temor de la mano cuando le entregó la llave. “No te asustes”, —le dijo—. “Siempre hay lechuzas en las noches de viento”. Sin embargo no dio muestras de igual convicción cuando vio salir al fotógrafo con la cámara a cuestas. Erendira didn′t know what to do to disguise her upset. She closed the chest with the money and hid it under the bed, but the grandmother recognized the fear in her hand when she gave her the key. "Don′t be frightened," she told her. "There are always owls on windy nights." Still she didn′t seem so convinced when she saw the photographer go out with the camera on his back.
—Si quieres, quédate hasta mañana —le dijo—, la muerte anda suelta esta noche. "Wait till tomorrow if you′d like," she told him. "Death is on the loose tonight."
También el fotógrafo percibió el canto de la lechuza pero no cambió de parecer. The photographer had also noticed the call of the owl, but he didn′t change his intentions.
—Quédate, hijo —insistió la abuela— aunque sea por el cariño que te tengo. "Stay, son," the grandmother insisted. "Even if it′s just because of the liking I have for you."
—Pero no pago la música —dijo el fotógrafo. "But I won′t pay for the music," the photographer said.
—Ah, no —dijo la abuela—. Eso no. "Oh, no," the grandmother said. "Not that."
—¿Ya ve? —dijo el fotógrafo—. Usted no quiere a nadie. "You see?" the photographer said. "You′ve got no love for anybody."
La abuela palideció de rabia. The grandmother grew pale with rage.
—Entonces lárgate —dijo—. ¡Malnacido! "Then beat it!" she said. "You lowlife!"
Se sentía tan ultrajada, que siguió despotricando contra él mientras Eréndira la ayudaba a acostarse. “Hijo de mala madre”, rezongaba. “Qué sabrá ese bastardo del corazón ajeno”. Eréndira no le puso atención, pues la lechuza la solicitaba con un apremio tenaz en las pausas del viento, y estaba atormentada por la incertidumbre. She felt so outraged that she was still venting her rage on him while Erendira helped her go to bed. "Son of an evil mother," she muttered. "What does that bastard know about anyone else′s heart?" Erendira paid no attention to her, because the owl was calling her with tenacious insistence during the pauses in the wind and she was tormented by uncertainty.
La abuela acabó de acostarse con el mismo ritual que era de rigor en la mansión antigua, y mientras la nieta la abanicaba se sobrepuso al rencor y volvió a respirar sus aires estériles. The grandmother finally went to bed with the same ritual that had been de rigueur in the ancient mansion, and while her granddaughter fanned her she overcame her anger and once more breathed her sterile breath.
—Tienes que madrugar —dijo entonces—, para que me hiervas la infusión del baño antes de que llegue la gente. "You have to get up early," she said then, "so you can boil the infusion for my bath before the people get here."
—Sí, abuela. "Yes, Grandmother."
—Con el tiempo que te sobre, lava la muda sucia de los indios, y así tendremos algo más que descontarles la semana entrante. "With the time you have left, wash the Indians′ dirty laundry and that way we′ll have something else to take off their pay next week."
—Sí, abuela —dijo Eréndira. "Yes, Grandmother," Erendira said.
—Y duerme despacio para que no te canses, que mañana es jueves, el día más largo de la semana. "And sleep slowly so that you won′t get tired, because tomorrow is Thursday, the longest day of the week."
—Sí, abuela. "Yes, Grandmother."
—Y le pones su alimento al avestruz. "And feed the ostrich."
—Sí, abuela —dijo Eréndira. "Yes, Grandmother," Erendira said.
Dejó el abanico en la cabecera de la cama y encendió dos velas de altar frente al arcón de sus muertos. La abuela, ya dormida, le dio la orden atrasada. She left the fan at the head of the bed and lighted two altar candles in front of the chest with their dead. The grandmother, asleep now, was lagging behind with her orders.
—No se te olvide prender las velas de los Amadises. "Don′t forget to light the candles for the Amadises."
—Sí, abuela. "Yes, Grandmother."
Eréndira sabía entonces que no despertaría, porque había empezado a delirar. Oyó los ladridos del viento alrededor de la carpa, pero tampoco esa vez había reco— nocído el soplo de su desgracia. Se asomó a la noche hasta que volvió a cantar la lechuza, y su instinto de libertad prevaleció por fin contra el hechizo de la abuela. Erendira knew then that she wouldn′t wake up, because she had begun to rave. She heard the wind barking about the tent, but she didn′t recognize it as the wind of her misfortune that time either. She looked out into the night until the owl called again and her instinct for freedom in the end prevailed over her grandmother′s spell.
No había dado cinco pasos fuera de la carpa cuando encontró al fotógrafo que estaba amarrando sus aparejos en la parrilla de la bicicleta. Su sonrisa cómplice la tranquilizó. She hadn′t taken five steps outside the tent when she came across the photographer, who was lashing his equipment to the carrier of his bicycle. His accomplice′s smile calmed her down.
—Yo no sé nada —dijo el fotógrafo—, no he visto nada ni pago la música. "I don′t know anything," the photographer said, "I haven′t seen anything, and I won′t pay for the music."
Se despidió con una bendición universal. Eréndira corrió entonces hacia el desierto, decidida para siempre, y se perdió en las tinieblas del viento donde cantaba la lechuza. He took his leave with a blessing for all. Then Erendira ran toward the desert, having decided once and for all, and she was swallowed up in the shadows of the wind where the owl was calling.
Esa vez la abuela recurrló de inmediato a la autoridad civil. El comandante del retén local saltó del chinchorro a las seis de la mañana, cuando ella le puso ante los ojos la carta del senador. El padre de Ulises esperaba en la puerta. That time the grandmother went to the civil authorities at once. The commandant of the local detachment leaped out of his hammock at six in the morning when she put the senator′s letter before his eyes. Ulises′ father was waiting at the door.
—Cómo carajo quiere que la lea —gritó el comandante— si no sé leer. "How in hell do you expect me to know what it says!" the commandant shouted. "I can′t read."
—Es una carta de recomendación del senador Onésimo Sánchez —dijo la abuela. "It′s a letter of recommendation from Senator Onesimo Sanchez," the grandmother said.
Sin más preguntas, el comandante descolgó un rifle que tenía cerca del chinchorro y empezó a gritar órdenes a sus agentes. Cinco minutos después estaban todos dentro de una camioneta militar, volando hacia la frontera, con un viento contrario que borraba las huellas de los fugitivos. En el asiento delantero, junto al conductor, viajaba el comandante. Detrás estaba el holandés con la abuela, y en cada estribo iba un agente armado. Without further questions, the commandant took down a rifle he had near his hammock and began to shout orders to his men. Five minutes later they were all in a military truck flying toward the border against a contrary wind that had erased all trace of the fugitives. The commandant rode in the front seat beside the driver. In back were the Dutchman and the grandmother, with an armed policeman on each running board.
Muy cerca del pueblo detuvieron una caravana de camiones cubiertos con lona impermeable. Varios hombres que viajaban ocultos en la plataforma de carga levantaron la lona y apuntaron a la camioneta con ametralladoras y rifles de guerra. El comandante le preguntó al conductor del primer camión a qué distancia había encontrado una camioneta de granja cargada de pájaros. Close to town they stopped a convoy of trucks covered with waterproof canvases. Several men who were riding concealed in the rear raised the canvas and aimed at the small vehicle with machine guns and army rifles. The commandant asked the driver of the first truck how far back they had passed a farm truck loaded with birds.
El conductor arrancó antes de contestar. The driver started up before he answered.
—Nosotros no somos chivatos —dijo indignado—, somos contrabandistas. "We′re not stool pigeons," he said indignantly, "we′re smugglers."
El comandante vio pasar muy cerca de sus ojos los cañones ahumados de las ametralladoras, alzó los brazos y sonrió. The commandant saw the sooty barrels of the machine guns pass close to his eyes and he raised his arms and smiled.
—Por lo menos —les gritó— tengan la vergÜenza de no circular a pleno sol. "At least," he shouted at them, "you could have the decency not to go around in broad daylight."
El último camión llevaba un letrero en la defensa posterior: Pienso en ti Eréndira. The last truck had a sign on its rear bumper: I THINK OF YOU, ERENDIRA.
El viento se iba haciendo más árido a medida que avanzaban hacia el Norte, y el sol era más bravo con el viento, y costaba trabajo respirar por el calor y el polvo dentro de la camioneta cerrada. The wind became drier as they headed north and the sun was fiercer than the wind. It was hard to breathe because of the heat and dust inside the closed-in truck.
La abuela fue la primera que divisó al fotógrafo: pedaleaba en el mismo sentido en que ellos volaban, sin más amparo contra la insolación que un pañuelo amarrado en la cabeza. The grandmother was the first to spot the photographer: he was pedaling along in the same direction in which they were flying, with no protection against the sun except for a handkerchief tied around his head.
—Ahí está —lo señaló— ése fue el cómplice. Malnacido. "There he is." She pointed. "He was their accomplice, the lowlife."
El comandante le ordenó a uno de los agentes del estribo que se hiciera cargo del fotógrafo. The commandant ordered one of the policemen on the running board to take charge of the photographer.
—Agárralo y nos esperas aquí —le dijo—. Ya volvemos. "Grab him and wait for us here," he said. "We′ll be right back."
El agente saltó del estribo y le dio al fotógrafo dos voces de alto. El fotógrafo no lo oyó por el viento contrario. Cuando la camioneta se le adelantó, la abuela le hizo un gesto enigmático, pero él lo confundió con un saludo, sonrió, v le dijo adiós con la mano. No oyó el disparo. Dio una voltereta en el aire y cayó muerto sobre la bicicleta con la cabeza destrozada por una bala de rifle que nunca supo de dónde le vino. The policeman jumped off the running board and shouted twice for the photographer to halt. The photographer didn′t hear him because of the wind blowing in the opposite direction. When the truck went on, the grandmother made an enigmatic gesture to him, but he confused it with a greeting, smiled, and waved. He didn′t hear the shot. He flipped into the air and fell dead on top of his bicycle, his head blown apart by a rifle bullet, and he never knew where it came from.
Antes del mediodía empezaron a ver las plumas. Pasaban en el viento, y eran plumas de pájaros nuevos, y el holandés las conoció porque eran las de sus pájaros desplomados por el viento. El conductor corrigió el rumbo, hundió a fondo el pedal, y antes de media hora divisaron la camioneta en el horizonte. Before noon they began to see feathers. They were passing by in the wind and they were feathers from young birds. The Dutchman recognized them because they were from his birds, plucked out by the wind. The driver changed direction, pushed the gas pedal to the floor, and in half an hour they could make out the pickup truck on the horizon.
Cuando Ulises vio aparecer el carro militar en el espejo retrovisor, hizo un esfuerzo por aumentar la distancia, pero el motor no daba para más. Habían viajado sin dormir y estaban estragados de cansancio de sed. Eréndira, que dormitaba en el hombro de Ulises, despertó asustada. Vio la camioneta que estaba a punto de alcanzarlos y con una determinación cándida cogió la pistola de la guantera. When Ulises saw the military vehicle appear in the rearview mirror, he made an effort to increase the distance between them, but the motor couldn′t do any better. They had traveled with no sleep and were done in from fatigue and thirst. Erendira, who was dozing on Ulises′ shoulder, woke up in fright. She saw the truck that was about to overtake them and with innocent determination she took the pistol from the glove compartment.
—No sirve —dijo Ulises—. Era de Francis Drake. "It′s no good," Ulises said. "It used to belong to Sir Francis Drake."
La martilló varias veces y la tiró por la ventana. La patrulla militar se le adelantó a la destartalada camioneta cargada de pájaros desplomados por el viento, hizo una curva forzada, y le cerró el camino. She pounded it several times and threw it out the window. The military patrol passed the broken- down truck loaded with birds plucked by the wind, turned sharply, and cut it off.
Las conocí por esa época, que fue la de más grande esplendor, aunque no había de escudriñar los pormenores de su vida sino muchos años después, cuando Rafael Escalona reveló en una canción el desenlace terrible del drama y me pareció que era bueno para contarlo. Yo andaba vendiendo enciclopedias y libros de medicina por la provincia de Riohacha. Alvaro Cepeda Samudio, que andaba también por esos rumbos vendiendo máquinas de cerveza helada, me llevó en su camioneta por los pueblos del desierto con la intención de hablarme de no sé qué cosa, y hablamos tanto de nada y tomamos tanta cerveza que sin saber cuándo ni por dónde atravesamos el desierto entero y llegamos hasta la frontera. Allí estaba la carpa del amor errante, bajo los lienzos de letreros colgados: Eréndira es mejor Vaya y vuelva Eréndira lo espera Esto no es vida sin Eréndira. La fila interminable y ondulante, compuesta por hombres de razas y cones diversas, parecía una serpiente de vértebras humanas que dormitaba a través de solares y plazas, por entre bazares abigarrados y mercados ruidosos, y se salía de las calles de aquella ciudad fragoroso de traficantes de paso. Cada calle era un garito público, cada casa una cantina, cada puerta un refugio de prófugos. Las numerosas músicas indescifrables y los pregones gritados formaban un solo estruendo de pánico en el calor alucinante. It was around that time that I came to know them, their moment of greatest splendor, but I wouldn′t look into the details of their lives until many years later when Rafael Escalona, in a song, revealed the terrible ending of the drama and I thought it would be good to tell the tale. I was traveling about selling encyclopedias and medical books in the province of Riohacha. Alvaro Cepeda Samudio, who was also traveling in the region, selling beer-cooling equipment, took me through the desert towns in his truck with the intention of talking to me about something and we talked so much about nothing and drank so much beer that without knowing when or where we crossed the entire desert and reached the border. There was the tent of wandering love under hanging canvas signs: ERENDIRA IS BEST; LEAVE AND COME BACK -- ERENDIRA WAITS FOR YOU; THERE′S NO LIFE WITHOUT ERENDIRA. The endless wavy line composed of men of diverse races and ranks looked like a snake with human vertebrae dozing through vacant lots and squares, through gaudy bazaars and noisy marketplaces, coming out of the streets of that city, which was noisy with passing merchants. Every street was a public gambling den, every house a saloon, every doorway a refuge for fugitives. The many undecipherable songs and the shouted offerings of wares formed a single roar of panic in the hallucinating heat.
Entre la muchedumbre de apátridas y vividores estaba Blacamán, el bueno, trepado en una mesa, pidiendo una culebra de verdad para probar en carne propia un antídoto de su invención. Estaba la mujer que se había convertido en araña por desobedecer a sus padres, que por cincuenta centavos se dejaba tocar para que vieran que no había engaño y contestaba las preguntas que quisieran hacerle sobre su desventura. Estaba un enviado de la vida eterna que anunciaba la venida inminente del pavoroso murciélago sideral, cuyo ardiente resuello de azufre había de trastornar el orden de la naturaleza, y haría salir a flote los misterios del mar. Among the throng of men without a country and sharpers was Blacaman the Good, up on a table and asking for a real serpent in order to test an antidote of his invention on his own flesh. There was the woman who had been changed into a spider for having disobeyed her parents, who would let herself be touched for fifty cents so that people would see there was no trick, and she would answer questions of those who might care to ask about her misfortune. There was an envoy from the eternal life who announced the imminent coming of the fearsome astral bat, whose burning brimstone breath would overturn the order of nature and bring the mysteries of the sea to the surface.
El único remanso de sosiego era el barrio de tolerancia, a donde sólo llegaban los rescoldos del fragor urbano. Mujeres venidas de los cuatro cuadrantes de la rosa náutica bostezaban de tedio en los abandonados salones de baile. Habían hecho la siesta sentadas, sin que nadie las despertara para quererlas, y seguían esperando al murciélago sideral bajo los ventiladores de aspas atornilladas en el cielo raso. De pronto, una de ellas se levantó, y fue a una galería de trinitarias que daba sobre la calle. Por allí pasaba la fila de los pretendientes de Eréndira. The one restful backwater was the red-light district, reached only by the embers of the urban din. Women from the four quadrants of the nautical rose yawned with boredom in the abandoned cabarets. They had slept their siestas sitting up, unawakened by people who wanted them, and they were still waiting for the astral bat under the fans that spun on the ceilings. Suddenly one of them got up and went to a balcony with pots of pansies that overlooked the street. Down there the row of Erendira′s suitors was passing.
—A ver —les gritó la mujer—. ¿Qué tiene ésa que no tenemos nosotras? "Come on," the woman shouted at them. "What′s that one got that we don′t have?"
—Una carta de un senador —gritó alguien. "A letter from a senator," someone shouted.
Atraídas por los gritos y las carcajadas, otras mujeres salieron a la galería. Attracted by the shouts and the laughter, other women came out onto the balcony.
—Hace días que esa cola está así —dijo una de ellas—. Imagínate, a cincuenta pesos cada uno. "The line′s been like that for days," one of them said. "Just imagine, fifty pesos apiece."
La que había salido primero decidió: The one who had come out first made a decision:
—Pues yo me voy a ver qué es lo que tiene de oro esa sietemesino. "Well, I′m going to go find out what jewel that seven month baby has got."
—Yo también —dijo otra—. Será mejor que estar aquí calentando gratis el asiento. "Me too," another said. "It′ll be better than sitting here warming our chairs for free."
En el camino, se incorporaron otras, y cuando llegaron a la tienda de Eréndira habían integrado una comparsa bulliciosa. Entraron sin anunciarse, espantaron a golpes de almohadas al hombre que encontraron gastándose lo mejor que podía el dinero que había pagado, y cargaron la cama de Eréndira y la sacaron en andas a la calle. On the way others joined them and when they got to Erendira′s tent they made up a rowdy procession. They went in without any announcement, used pillows to chase away the man they found spending himself as best he could for his money, and they picked up Erendira′s bed and carried it out into the street like a litter.
—Esto es un atropello —gritaba la abuela—. ¡Cáfila de desleales! ¡Montoneras! —Y luego, contra los hombres de la fila—: y ustedes, pollerones, dónde tienen las criadillas que permiten este abuso contra una pobre criatura indefensa. ¡Maricas! "This is an outrage!" the grandmother shouted. "You pack of traitors, you bandits!" And then, turning to the men in line: "And you, you sissies, where do you keep your balls, letting this attack against a poor defenseless child go on? Damned fags!"
Siguió gritando hasta donde le daba la voz, repartiendo tramojazos de báculo contra quienes se pusieran a su alcance, pero su cólera era inaudible entre los gritos y las rechiflas de burla de la muchedumbre. She kept on shouting as far as her voice would carry, distributing whacks with her crosier against all who came within reach, but her rage was inaudible amongst the shouts and mocking whistles of the crowd.
Eréndira no pudo escapar del escarnio porque se lo impidió la cadena de perro con que la abuela la encadenaba de un travesaño de la cama desde que trató de fugarse. Pero no le hicieron ningún daño. La mostraron en su altar de marquesina por las calles de más estrépito, como el paso alegórico de la penitente encadenada, y al final la pusieron en cámara ardiente en el centro de la plaza mayor. Eréndira estaba enroscada, con la cara escondida pero sin llorar, y así permaneció en el sol terrible de la plaza, mordiendo de vergÜenza y de rabia la cadena de perro de su mal destino, hasta que alguien le hizo la caridad de taparla con una camisa. Erendira couldn′t escape the ridicule because she was prevented by the dog chain that the grandmother used to hitch her to a slat of the bed ever since she had tried to run away. But they didn′t harm her. They exhibited her on the canopied altar along the noisiest streets like the allegorical passage of the enchained penitent and finally they set her down like a catafalque in the center of the main square. Erendira was all coiled up, her face hidden, but not weeping, and she stayed that way under the terrible sun in the square, biting with shame and rage at the dog chain of her evil destiny until someone was charitable enough to cover her with a shirt.
Esa fue la única vez que las vi, pero supe que habían perfnanecido en aquella ciudad fronteriza bajo el amparo de la fuerza pública hasta que reventaron las arcas de la abuela, y que entonces abandonaron el desierto hacia el rumbo del mar. Nunca se vio tanta opulencia junta por aquellos reinos de pobres. Era un desfile de carretas tiradas por bueyes, sobre las cuales se amontonaban algunas réplicas de pacotilla de la palafernalia extinguida con el desastre de la mansión, y no sólo los bustos imperiales y los relojes raros, sino también un plano de ocasión y una vitrola de manigueta con los discos de la nostalgia. Una recua de indios se ocupaba de la carga, y una banda de músicos anunciaba en los pueblos su llegada triunfal. That was the only time I saw them, but I found out that they had stayed in that border town under the protection of the public forces until the grandmother′s chests were bursting and then they left the desert and headed toward the sea. Never had such opulence been seen gathered together in that realm of poor people. It was a procession of ox-drawn carts on which cheap replicas of the paraphernalia lost in the disaster of the mansion were piled, not just the imperial busts and rare clocks, but also a secondhand piano and a Victrola with a crank and the records of nostalgia. A team of Indians took care of the cargo and a band of musicians announced their triumphal arrival in the villages.
La abuela viajaba en un palanquín con guirnaldas de papel, rumiando los cereales de la faltriquera, a la sombra de un palio de iglesia. Su tamaño monumental había aumentado, porque usaba debajo de la blusa un chaleco de lona de velero, en el cual se metía los lingotes de oro como se meten las balas en un cinturón de cartucheras. Eréndira estaba junto a ella, vestida de géneros vistosos y con estoperoles colgados, pero todavía con la cadena de perro en el tobillo. The grandmother traveled on a litter with paper wreaths, chomping on the grains in her pouch, in the shadow of a church canopy. Her monumental size had increased, because under her blouse she was wearing a vest of sailcloth in which she kept the gold bars the way one keeps cartridges in a bandoleer. Erendira was beside her, dressed in gaudy fabrics and with trinkets hanging, but with the dog chain still on her ankle.
—No te puedes quejar —le había dicho la abuela al salir de la ciudad fronteriza—. Tienes ropas de reina, una cama de lujo, una banda de música propia, y catorce indios a tu servicio. ¿No te parece espléndido? "You′ve got no reason to complain," her grandmother had said to her when they left the border town. "You′ve got the clothes of a queen, a luxurious bed, a musical band of your own, and fourteen Indians at your service. Don′t you think that′s splendid?"
—Sí, abuela. "Yes, Grandmother."
—Cuando yo te falte —prosiguió la abuela—, no quedarás a merced de los hombres, porque tendrás tu casa propia en una ciudad de importancia. Serás libre y feliz. "When you no longer have me," the grandmother went on, "you won′t be left to the mercy of men because you′ll have your own home in an important city. You′ll be free and happy."
Era una visión nueva e imprevista del porvenir. En cambio no había vuelto a hablar de la deuda de origen, cuyos pormenores se retorcían y cuyos plazos aumentaban a medida que se hacían más intrincadas las cuestas del negocio. Sin embargo, Eréndira no emitió un suspiro que permitiera vislumbrar su pensamiento. Se sometió en silencio al tormento de la cama en los charcos de salitre, en el sopor de los pueblos lacustres, en el cráter lunar de las minas de talco, mientras la abuela le cantaba la visión del futuro como si la estuviera descifrando en las barajas. Una tarde, al final de un desfiladero opresivo, percibieron un viento de laureles antiguos, y escucharon plltrafas de diálogos de Jamaica, y sintieron unas ansias de vida, y un nudo en el corazón, y era que habían llegado al mar. It was a new and unforeseen vision of the future. On the other hand, she no longer spoke about the original debt, whose details had become twisted and whose installments had grown as the costs of the business became more complicated. Still Erendira didn′t let slip any sigh that would have given a person a glimpse of her thoughts. She submitted in silence to the torture of the bed in the saltpeter pits, in the torpor of the lakeside towns, in the lunar craters of the talcum mines, while her grandmother sang the vision of the future to her as if she were reading cards. One afternoon, as they came out of an oppressive canyon, they noticed a wind of ancient laurels and they caught snatches of Jamaica conversations and felt an urge to live and a knot in their hearts. They had reached the sea.
—Ahí lo tienes —dijo la abuela, respirando la luz de vidrio del Caribe al cabo de media vida de destierro—. ¿No te gusta? "There it is," the grandmother said, breathing in the glassy light of the Caribbean after half a lifetime of exile. "Don′t you like it?"
—Sí, abuela. "Yes, Grandmother."
Allí plantaron la carpa. La abuela pasó la noche hablando sin soñar, y a veces confundía sus nostalgias con la clarividencia del porvenir. Durmió hasta más tarde que de costumbre y despertó sosegada por el rumor del mar. Sin embargo, cuando Eréndira la estaba bañando volvió a hacerle pronósticos sobre el futuro, y era una clarividencia tan febril que parecía un delirio de vigilia. They pitched the tent there. The grandmother spent the night talking without dreaming and sometimes she mixed up her nostalgia with clairvoyance of the future. She slept later than usual and awoke relaxed by the sound of the sea. Nevertheless, when Erendira was bathing her she again made predictions of the future and it was such a feverish clairvoyance that it seemed like the delirium of a vigil.
—Serás una dueña señorial —le dijo—. Una dama de alcurnia, venerada por tus protegidas, y complacida y honrada por las más altas autoridades. Los capitanes de los buques te mandarán postales desde todos los puertos del mundo. "You′ll be a noble lady," she told her. "A lady of quality, venerated by those under your protection and favored and honored by the highest authorities. Ships′ captains will send you postcards from every port in the world."
Eréndira no la escuchaba. El agua tibia perfumada de orégano chorreaba en la bañera por un canal alimentado desde el exterior. Eréndira la recogía con una totuma impenetrable, sin respirar siquiera, y se la echaba a la abuela con una mano mientras la jabonaba con la otra. Erendira wasn′t listening to her. The warm water perfumed with oregano was pouring into the bathtub through a tube fed from outside. Erendira picked it up in a gourd, impenetrable, not even breathing, and poured it over her grandmother with one hand while she soaped her with the other.
—El prestigio de tu casa volará de boca en boca desde el cordón de las Antillas hasta los reinos de Holanda —decía la abuela—. Y ha de ser más importante que la casa presidencial, porque en ella se discutirán los asuntos del gobierno y se arreglará el destino de la nación. "The prestige of your house will fly from mouth to mouth from the string of the Antilles to the realm of Holland," the grandmother was saying. "And it will be more important than the presidential palace, because the affairs of government will be discussed there and the fate of the nation will be decided."
De pronto, el agua se extinguió en el canal. Eréndira salió de la carpa para averiguar qué pasaba, y vio que el indio encargado de echar el agua en el canal estaba cortando leña en la cocina. Suddenly the water in the tube stopped. Erendira left the tent to find out what was going on and saw the Indian in charge of pouring water into the tube chopping wood by the kitchen.
—Se acabó —dijo el indio—. Hay que enfriar más agua. "It ran out," the Indian said. "We have to cool more water."
Eréndira fue hasta la hornilla donde había otra olla grande con hojas aromáticas hervidas. Se envolvió las manos en un trapo, y comprobó que podía levantar la olla sin ayuda del indio. Erendira went to the stove, where there was another large pot with aromatic herbs boiling. She wrapped her hands in a cloth and saw that she could lift the pot without the help of the Indian.
—Vete —le dijo—. Yo echo el agua. "You can go," she told him. "I′ll pour the water."
Esperó hasta que el indio saliera de la cocina. Entonces quitó del fuego la olla hirviente, la levantó con mucho trabajo hasta la altura de la canal, y ya iba a echar el agua mortífera en el conducto de la bañera cuando la abuela gritó en el interior de la carpa: She waited until the Indian had left the kitchen. Then she took the boiling pot off the stove, lifted it with great effort to the height of the tube, and was about to pour the deadly water into the conduit to the bathtub when the grandmother shouted from inside the tent:
—¡Eréndira! "Erendira!"
Fue como si la hubiera visto. La nieta, asustada por el grito, se arrepintió en el instante final. It was as if she had seen. The granddaughter, frightened by the shout, repented at the last minute.
—Ya voy, abuela —dijo—. Estoy enfriando el agua. "Coming, Grandmother," she said. "I′m cooling off the water."
Aquella noche estuvo cavilando hasta muy tarde, mientras la abuela cantaba dormida con el chaleco de oro. Eréndira la contempló desde su cama con unos ojos intensos que parecían de gato en la penumbra. Luego se acostó como un ahogado, con los brazos en el pecho y los ojos abiertos, y llamó con toda la fuerza de su voz interior: That night she lay thinking until quite late while her grandmother sang in her sleep, wearing the golden vest. Erendira looked at her from her bed with intense eyes that in the shadows resembled those of a cat. Then she went to bed like a person who had drowned, her arms on her breast and her eyes open, and she called with all the strength of her inner voice:
—Ulises. "Ulises!"
Ulises despertó de golpe en la casa del naranjal. Había oído la voz de Eréndira con tanta claridad, que la buscó en las sombras del cuarto. Al cabo de un instante de reflexión, hizo un rollo con sus ropas y sus zapatos, y abandonó el dormitorio. Había atravesado la terraza cuando lo sorprendió la voz de su padre: Ulises woke up suddenly in the house on the orange plantation. He had heard Erendira′s voice so clearly that he was looking for her in the shadows of the room. After an instant of reflection, he made a bundle of his clothing and shoes and left the bedroom. He had crossed the porch when his father′s voice surprised him:
—Para dónde vas. "Where are you going?"
Ulises lo vio iluminado de azul por la luna. Ulises saw him blue in the moonlight.
—Para el mundo —contestó. "Into the world," he answered.
—Esta vez no te lo voy a impedir —dijo el holandés—. Pero te advierto una cosa: a dondequiera que vayas te perseguirá la maldición de tu padre. "This time I won′t stop you," the Dutchman said. "But I warn you of one thing: wherever you go your father′s curse will follow you."
—Así sea —dijo Ulises. "So be it," said Ulises.
Sorprendido, y hasta un poco orgulloso por la resolución del hijo, el holandés lo siguió por el naranjal enlunado con una mirada que poco a poco empezaba a sonreír. Su mujer estaba a sus espaldas con su modo de estar de india hermosa. El holandés habló cuando Ulises cerró el portal. Surprised and even a little proud of his son′s resolution, the Dutchman followed him through the orange grove with a look that slowly began to smile. His wife was behind him with her beautiful Indian woman′s way of standing. The Dutchman spoke when Ulises closed the gate.
—Ya volverá —dijo— apaleado por la vida, más pronto de lo que tú crees. "He′ll be back," he said, "beaten down by life, sooner than you think."
—Eres muy bruto —suspiró ella—. No volverá nunca. "You′re so stupid," she sighed. "He′ll never come back."
En esa ocasión, Ulises no tuvo que preguntarle a nadie por el rumbo de Eréndira. Atravesó el desierto escondido en camiones de paso, robando para comer y para dormir, y robando muchas veces por el puro placer del riesgo, hasta que encontró la carpa en otro pueblo de mar, desde el cual se veían los edificios de vidrio de una ciudad iluminada, y donde resonaban los adioses nocturnos de los buques que zarpaban para la isla de Aruba. Eréndira estaba dormida, encadenada al travesaño, y en la misma posición de ahogado a la deriva, en que lo había llamado. Ulises permaneció contemplándola un largo rato sin despertarla, pero la contempló con tanta intensidad que Eréndira despertó. Entonces se besaron en la oscuridad, se acariciaron sin prisa, se desnudaron hasta la fatiga, con una ternura callada y una dicha recóndita que se parecieron más que nunca al amor. On that occasion Ulises didn′t have to ask anyone where Erendira was. He crossed the desert hiding in passing trucks, stealing to eat and sleep and stealing many times for the pure pleasure of the risk until he found the tent in another seaside town which the glass buildings gave the look of an illuminated city and where resounded the nocturnal farewells of ships weighing anchor for the island of Aruba. Erendira was asleep chained to the slat and in the same position of a drowned person on the beach from which she had called him. Ulises stood looking at her for a long time without waking her up, but he looked at her with such intensity that Erendira awoke. Then they kissed in the darkness, caressed each other slowly, got undressed wearily, with a silent tenderness and a hidden happiness that was more than ever like love.
En el otro extremo de la carpa, la abuela dormida dio una vuelta monumental y empezó a delirar. At the other end of the tent the sleeping grandmother gave a monumental turn and began to rant.
—Eso fue por los tiempos en que llegó el barco griego —dijo—. Era una tripulación de locos que hacían felices a las mujeres y no les pagaban con dinero sino con esponjas, unas esponjas vivas que después andaban caminando por dentro de las casas, gimiendo como enfermos de hospital y haciendo llorar a los niños para beberse las lágrimas. "That was during the time the Greek ship arrived," she said. "It was a crew of madmen who made the women happy and didn′t pay them with money but with sponges, living sponges that later on walked about the houses moaning like patients in a hospital and making the children cry so that they could drink the tears."
Se incorporó con un movimiento subterráneo, y se sentó en la cama. She made a subterranean movement and sat up in bed.
—Entonces fue cuando llegó él, Dios mío —gritó—, más fuerte, más grande y mucho más hombre que Amadís. "That was when he arrived, my God," she shouted, "stronger, taller, and much more of a man than Amadis."
Ulises, que hasta entonces no había prestado atención al delirio, trató de esconderse cuando vio a la abuela sentada en la cama. Eréndira lo tranquilizó. Ulises, who until then had not paid any attention to the raving, tried to hide when he saw the grandmother sitting up in bed. Erendira calmed him.
—Tate quieto —le dijo—. Siempre que llega a esa parte se sienta en la cama, pero no despierta. "Take it easy," she told him. "Every time she gets to that part she sits up in bed, but she doesn′t wake up."
Ulises se acostó en su hombro. Ulises leaned on her shoulder.
—Yo estaba esa noche cantando con los marineros y pensé que era un temblor de tierra —continuó la abuela—. Todos debieron pensar lo mismo, porque huyeron dando gritos, muertos de risa, y sólo quedó él bajo el cobertizo de astromellas. Recuerdo como si hubiera sido ayer que yo estaba cantando la canción que todos cantaban en aquellos tiempos. Hasta los loros en los patios, cantaban. Sin son ni ton, como sólo es posible cantar en los sueños, cantó las líneas de su amargura: .I.Señor, Señor, devuélveme mi antigua inocencia para gozar su amor otra vez desde el principio. ./I. "I was singing with the sailors that night and I thought it was an earthquake," the grandmother went on. "They all must have thought the same thing because they ran away shouting, dying with laughter, and only he remained under the starsong canopy. I remember as if it had been yesterday that I was singing the song that everyone was singing those days. Even the parrots in the courtyard sang it." Flat as a mat, as one can sing only in dreams, she sang the lines of her bitterness: Lord, oh, Lord, give me back the innocence I had so I can feel his love all over again from the start.
Sólo entonces se interesó Ulises en la nostalgia de la abuela. Only then did Ulises become interested in the grandmother′s nostalgia.
—Ahí estaba él —decía— con una guacamayo en el hombro y un trabuco de matar caníbales como llegó Guatarral a las Guayanas, y yo sentí su aliento de muerte cuando se plantó en frente de mí, y me dijo: le he dado mil veces la vuelta al mundo y he visto a todas las mujeres de todas las naciones, así que tengo autoridad para decirte que eres la más altiva y la más servicial, la más hermosa de la tierra. "There he was," she was saying, "with a macaw on his shoulder and a cannibal-killing blunderbuss, the way Guatarral arrived in the Guianas, and I felt his breath of death when he stood opposite me and said: ′I′ve been around the world a thousand times and seen women of every nation, so I can tell you on good authority that you are the haughtiest and the most obliging, the most beautiful woman on earth.′"
Se acostó de nuevo y sollozó en la almohada. Ulises y Eréndira permanecieron un largo rato en silencio, mecidos en la penumbra por la respiración descomunal de la anciana dormida. De pronto, Eréndira preguntó sin un quebranto mínimo en la voz: She lay down again and sobbed on her pillow. Ulises and Erendira remained silent for a long time, rocked in the shadows by the sleeping old woman′s great breathing. Suddenly Erendira, without the slightest quiver in her voice, asked:
—¿Te atreverías a matarla? "Would you dare to kill her?"
Tomado de sorpresa, Ulises no supo qué contestar. Taken by surprise, Ulises didn′t know what to answer.
—Quién sabe —dijo—. ¿Tú te atreves? "Who knows," he said. "Would you dare?"
—Yo no puedo —dijo Eréndira—, porque es mi abuela. "I can′t," Erendira said. "She′s my grandmother."
Entonces Ulises observó otra vez el enorme cuerpo dormido, como midiendo su cantidad de vida, y decidió: Then Ulises looked once more at the enormous sleeping body as if measuring its quantity of life and decided:
—Por ti soy capaz de todo. "For you I′d be capable of anything."
Ulises compró una libra de veneno para ratas, la revolvió con nata de leche y mermelada de frambuesa, y vertió aquella crema mortal dentro de un pastel al que le había sacado su relleno de origen. Después le puso encima una crema más densa, componiéndolo con una cuchara hasta que no quedó ningún rastro de la maniobra siniestra y completó el engaño con setenta y dos velitas rosadas. Ulises bought a pound of rat poison, mixed it with whipped cream and raspberry jam, and poured that fatal cream into a piece of pastry from which he had removed the original filling. Then he put some thickened cream on top, smoothing it with a spoon until there was no trace of his sinister maneuver, and he completed the trick with seventy-two little pink candles.
La abuela se incorporó en el trono blandiendo el báculo amenazador cuando lo vio entrar en la carpa con el pastel de fiesta. The grandmother sat up on her throne waving her threatening crosier when she saw him come into the tent with the birthday cake.
—Descarado —gritó—. ¡Cómo te atreves a poner los pies en esta casa! "You brazen devil!" she shouted. "How dare you set foot in this place?"
Ulises se escondió detrás de su cara de ángel. Ulises hid behind his angel face.
—Vengo a pedirle perdón —dijo—, hoy día de su cumpleaños. "I′ve come to ask your forgiveness," he said, "on this day, your birthday."
Desarmada por su mentira certera, la abuela hizo poner la mesa como para una cena de bodas. Sentó a Ulises a su diestra, mientras Eréndira les servía, y después de apagar las velas con un soplo arrasador cortó el pastel en partes iguales. Le sirvió a Ulises. Disarmed by his lie, which had hit its mark, the grandmother had the table set as if for a wedding feast. She sat Ulises down on her right while Erendira served them, and after blowing out the candles with one devastating gust, she cut the cake into two equal parts. She served Ulises.
—Un hombre que sabe hacerse perdonar tiene ganada la mitad del cielo —dijo—Te dejo el primer pedazo que es el de la felicidad. "A man who knows how to get himself forgiven has earned half of heaven," she said. "I give you the first piece, which is the piece of happiness."
—No me gusta el dulce —dijo él—. Que le aproveche. "I don′t like sweet things," he said. "You take it."
La abuela le ofreció a Eréndira otro pedazo de pastel. Ella se lo llevó a la cocina lo tiró en la caja de la basura. The grandmother offered Erendira a piece of cake. She took it into the kitchen and threw it in the garbage.
La abuela se comió sola todo el resto. Se metía los pedazos enteros en la boca y se los tragaba sin masticar, gimiendo de gozo, y mirando a Ulises desde el limbo de su placer. Cuando no hubo más en su plato se comió también el que Ulises había despreciado. Mientras masticaba el último trozo, recogía con los dedos y se metía en la boca las migajas del mantel. The grandmother ate the rest all by herself. She put whole pieces into her mouth and swallowed them without chewing, moaning with delight and looking at Ulises from the limbo of her pleasure. When there was no more on her plate she also ate what Ulises had turned down. While she was chewing the last bit, with her fingers she picked up the crumbs from the tablecloth and put them into her mouth.
Había comido arsénico como para exterminar una generación de ratas. Sin embargo, tocó el piano y cantó hasta la media noche, se acostó feliz, y consiguió un sueño natural. El único signo nuevo fue un rastro pedregoso en su respiración. She had eaten enough arsenic to exterminate a whole generation of rats. And yet she played the piano and sang until midnight, went to bed happy, and was able to have a normal sleep. The only thing new was a rocklike scratch in her breathing.
Eréndira y Ulises la vigilaron desde la otra cama, y sólo esperaban su estertor final. Pero la voz fue tan viva como siempre cuando empezó a delirar. Erendira and Ulises kept watch over her from the other bed, and they were only waiting for her death rattle. But the voice was as alive as ever when she began to rave.
— ¡Me volvió loca, Dios mío, me volvió loca! —gritó—. Yo ponía dos trancas en el dormitorio para que no entrara, ponía el tocador y la mesa contra la puerta y las sillas sobre la mesa, y bastaba con que él diera un golpecito con el anillo para que los parapetos se desbarataran, las sillas se bajaban solas de la mesa, la mesa y el tocador se apartaban solos, las trancas se salían solas de las argollas. "I went crazy, my God, I went crazy!" she shouted. "I put two bars on the bedroom door so he couldn′t get in; I put the dresser and table against the door and the chairs on the table, and all he had to do was give a little knock with his ring for the defenses to fall apart, the chairs to fall off the table by themselves, the table and dresser to separate by themselves, the bars to move out of their slots by themselves."
Eréndira y Ulises la contemplaban con un asombro creciente, a medida que el delirio se volvía más profundo y dramático, y la voz más íntima. Erendira and Ulises looked at her with growing surprise as the delirium became more profound and dramatic and the voice more intimate.
—Yo sentía que me iba a morir, empapada en sudor de miedo, suplicando por dentro que la puerta se abriera sin abrirse, que él entrara sin entrar, que no se fuera nunca pero que tampoco volviera jamás, para no tener que matarlo. "I felt I was going to die, soaked in the sweat of fear, begging inside for the door to open without opening, for him to enter without entering, for him never to go away but never to come back either so I wouldn′t have to kill him!"
Siguió recapitulando su drama durante varias horas, hasta en sus detalles más ínfimos, como si lo hubiera vuelto a vivir en el sueño. Poco antes del amanecer se revolvió en la cama con un movimiento de acomodación sísmica y la voz se le quebró con la inminencia de los sollozos. She went on repeating her drama for several hours, even the most intimate details, as if she had lived it again in her dream. A little before dawn she rolled over in bed with a movement of seismic accommodation and the voice broke with the imminence of sobs.
—Yo lo previne, y se rió —gritaba—, lo volví a prevenir y volvió a reírse, hasta que abrió los ojos aterrados, diciendo, ¡ay reina! ¡ay reina!, y la voz no le salió por la boca sino por la cuchillada de la garganta. "I warned him and he laughed," she shouted. "I warned him again and he laughed again, until he opened his eyes in terror, saying, ′Agh, queen! Agh, queen!′ and his voice wasn′t coming out of his mouth but through the cut the knife had made in his throat."
Ulises, espantado con la tremenda evocación de la abuela, se agarró de la mano de Eréndira. Ulises, terrified at the grandmother′s fearful evocation, grabbed Erendira′s hand.
—¡Vieja asesina! —exclamó. "Murdering old woman!" he exclaimed.
Eréndira no le prestó atención, porque en ese instante empezó a despuntar el alba. Los relojes dieron las cinco. Erendira didn′t pay any attention to him because at that instant dawn began to break. The clocks struck five.
—¡Vete! —dijo Eréndira—. Ya va a despertar. "Go!" Erendira said. "She′s going to wake up now."
—Está más viva que un elefante —exclamó Ulises—. ¡No puede ser! "She′s got more life in her than an elephant," Ulises exclaimed. "It can′t be!"
Eréndira lo atravesó con una mirada mortal. Erendira cut him with a knifing look.
—Lo que pasa —dijo— es que tú no sirves ni para matar a nadie. "The whole trouble," she said, "is that you′re no good at all for killing anybody."
Ulises se impresionó tanto con la crudeza del reproche, que se evadió de la carpa. Eréndira continuó observando a la abuela dormida, con su odio secreto, con la rabia de la frustración, a medida que se alzaba el amanecer y se iba despertando el aire de los pájaros. Entonces la abuela abrió los ojos y la miró con una sonrisa plácida. Ulises was so affected by the crudeness of the reproach that he left the tent. Erendira kept on looking at the sleeping grandmother with her secret hate, with the rage of her frustration, as the sun rose and the bird air awakened. Then the grandmother opened her eyes and looked at her with a placid smile.
—Dios te salve, hija. "God be with you, child."
El único cambio notable fue un principio de desorden en las normas cotidianas. Era miércoles, pero la abuela quiso ponerse un traje de domingo, decidió que Eréndira no recibiera ningún cliente antes de las once, y le pidió que le pintara las uñas de color granate y le hiciera un peinado de pontifical. The only noticeable change was a beginning of disorder in the daily routine. It was Wednesday, but the grandmother wanted to put on a Sunday dress, decided that Erendira would receive no customers before eleven o′-clock, and asked her to paint her nails garnet and give her a pontifical coiffure.
—Nunca había tenido tantas ganas de retratarme —exclamó. "I never had so much of an urge to have my picture taken," she exclaimed.
Eréndira empezó a peinarla, pero al pasar el peine de desenredar se quedó entre los dientes un mazo de cabellos. Se lo mostró asustada a la abuela. Ella lo examinó, trató de arrancarse otro mechón con los dedos, y otro arbusto de pelos se le quedó en la mano. Lo tiró al suelo y probó otra vez, y se arrancó un mechón más grande. Entonces empezó a arrancarse el cabello con las dos manos, muerta de risa, arrojando los puñados en el aire con un júbilo incomprensible, hasta que la cabeza le quedó como un coco pelado. Erendira began to comb her grandmother′s hair, but as she drew the comb through the tangles a clump of hair remained between the teeth. She showed it to her grandmother in alarm. The grandmother examined it, pulled on another clump with her fingers, and another bush of hair was left in her hand. She threw it on the ground, tried again and pulled out a larger lock. Then she began to pull her hair with both hands, dying with laughter, throwing the handfuls into the air with an incomprehensible jubilation until her head looked like a peeled coconut.
Eréndira no volvió a tener noticias de Ulises hasta dos semanas más tarde, cuando percibió fuera de la carpa el reclamo de la lechuza. La abuela había empezado a tocar el piano, y estaba tan absorta en su nostalgia que no se daba cuenta de la realidad. Tenía en la cabeza una peluca de plumas radiantes. Erendira had no more news of Ulises until two weeks later when she caught the call of the owl outside the tent. The grandmother had begun to play the piano and was so absorbed in her nostalgia that she was unaware of reality. She had a wig of radiant feathers on her head.
Eréndira acudió al llamado y sólo entonces descubrió la mecha de detonante que salía de la caja del piano y se prolongaba por entre la maleza y se perdía en la oscuridad. Corrió hacia donde estaba Ulises, se escondió junto a él entre los arbustos, y ambos vieron con el corazón oprimido la llamita azul que se fue por la mecha del detonante, atravesó el espacio oscuro y penetró en la carpa. Erendira answered the call and only then did she notice the wick that came out of the piano and went on through the underbrush and was lost in the darkness. She ran to where Ulises was, hid next to him among the bushes, and with tight hearts they both watched the little blue flame that crept along the wick, crossed the dark space, and went into the tent.
—Tápate los oídos —dijo Ulises. "Cover your ears," Ulises said.
Ambos lo hicieron, sin que hiciera falta, porque no hubo explosión. La tienda se iluminó por dentro con una deflagración radiante, estalló en silencio, y desapareció en una tromba de humo de pólvora mojada. Cuando Eréndira se atrevió a entrar, creyendo que la abuela estaba muerta, la encontró con la peluca chamuscada y la camisa en piltrafas, pero más viva que nunca, tratando de sofocar el fuego con una manta. They both did, without any need, for there was no explosion. The tent lighted up inside with a radiant glow, burst in silence, and disappeared in a whirlwind of wet powder. When Erendira dared enter, thinking that her grandmother was dead, she found her with her wig singed and her night shirt in tatters, but more alive than ever, trying to put out the fire with a blanket.
Ulises se escabulló al amparo de la gritería de los indios que no sabían qué hacer, confundidos por las órdenes contradictorias de la abuela. Cuando lograron por fin dominar las llamas y disipar el humo, se encontraron con una visión de naufragio. Ulises slipped away under the protection of the shouts of the Indians, who didn′t know what to do, confused by the grandmother′s contradictory orders. When they finally managed to conquer the flames and get rid of the smoke, they were looking at a shipwreck.
—Parece cosa del maligno —dijo la abuela—. Los pianos no estallan por casualidad. "It′s like the work of the evil one," the grandmother said. "Pianos don′t explode just like that."
Hizo toda clase de conjeturas para establecer las causas del nuevo desastre, pero las evasivas de Eréndira, y su actitud impávida, acabaron de confundirla. No encontró una mínima fisura en la conducta de la nieta, ni se acordó de la existencia de Ulises. Estuvo despierta hasta la madrugada, hilando suposiciones y haciendo cálculos de las pérdidas. Durmió poco y mal. A la mañana siguiente, cuando Eréndira le quitó el chaleco de las barras de oro le encontró ampollas de fuego en los hombros, y el pecho en carne viva. “Con razón que dormí dando vueltas”, dijo, mientras Eréndira le echaba claras de huevo en las quemaduras. “Y además, tuve un sueño raro.” Hizo un esfuerzo de concentración, para evocar la imagen, hasta que la tuvo tan nítida en la memoria como en el sueño. She made all kinds of conjectures to establish the causes of the new disaster, but Erendira′s evasions and her impassive attitude ended up confusing her. She couldn′t find the slightest crack in her granddaughter′s behavior, nor did she consider the existence of Ulises. She was awake until dawn, threading suppositions together and calculating the loss. She slept little and poorly. On the following morning, when Erendira took the vest with the gold bars off her grandmother, she found fire blisters on her shoulders and raw flesh on her breast. "I had good reason to be turning over in my sleep," she said as Erendira put egg whites on the burns. "And besides, I had a strange dream." She made an effort at concentration to evoke the image until it was as clear in her memory as in the dream.
—Era un pavorreal en una hamaca blanca —dijo. "It was a peacock in a white hammock," she said.
Eréndira se sorprendió, pero rehízo de inmediato su expresión cotidiana. Erendira was surprised but she immediately assumed her everyday expression once more.
—Es un buen anuncio —mintió—. Los pavorreales de los sueños son animales de larga vida. "It′s a good sign," she lied, "Peacocks in dreams are animals with long lives."
—Dios te oiga —dijo la abuela—, porque estamos otra vez como al principio. Hay que empezar de nuevo. "May God hear you," the grandmother said, "because we′re back where we started. We have to begin all over again."
Eréndira no se alteró. Salió de la carpa con el platón de las compresas, y dejó a la abuela con el torso embebido de claras de huevo, y el cráneo embadurnado de mostaza. Estaba echando más claras de huevo en el platón, bajo el cobertizo de palmas que servía de cocina, cuando vio aparecer los Ojos de Ulises por detrás del fogón como lo vio la primera vez detrás de su cama. No se sorprendió, sino que le dijo con una voz de cansancio: Erendira didn′t change her expression. She went out of the tent with the plate of compresses and left her grandmother with her torso soaked in egg white and her skull daubed with mustard. She was putting more egg whites into the plate under the palm shelter that served as a kitchen when she saw Ulises′ eyes appear behind the stove as she had seen them the first time behind her bed. She wasn′t startled, but told him in a weary voice:
—Lo único que has conseguido es aumentarme la deuda. "The only thing you′ve managed to do is increase my debt."
Los ojos de Ulises se turbaron de ansiedad. Permaneció inmóvil, mirando a Eréndira en silencio, viéndola partir los huevos con una expresión fija, de absoluto desprecio, como si él no existiera. Al cabo de un momento, los ojos se movieron, revisaron las cosas de la cocina, las ollas colgadas, las ristras de achiote, los platos, el cuchillo de destazar. Ulises se incorporó, siempre sin decir nada, y entró bajo el cobertizo y descolgó el cuchillo. Ulises′ eyes clouded over with anxiety. He was motionless, looking at Erendira in silence, watching her crack the eggs with a fixed expression of absolute disdain, as if he didn′t exist. After a moment the eyes moved, looked over the things in the kitchen, the hanging pots, the strings of annatto, the carving knife. Ulises stood-up, still not saying anything, went in under the shelter, and took down the knife.
Eréndira no se volvió a mirarlo, pero en el momento en que Ulises abandonaba el cobertizo, le dijo en voz muy baja: Erendira didn′t look at him again, but when Ulises left the shelter she told him in a very low voice:
—Ten cuidado, que ya tuvo un aviso de la muerte. Soñó con un pavorreal en una hamaca blanca. "Be careful, because she′s already had a warning of death. She dreamed about a peacock in a white hammock."
La abuela vio entrar a Ulises con el cuchillo, y haciendo un supremo esfuerzo se incorporó sin ayuda del báculo y levantó los brazos. The grandmother saw Ulises come in with the knife, and making a supreme effort, she stood up without the aid of her staff and raised her arms.
—¡Muchacho! —gritó—. Te volviste loco. "Boy!" she shouted. "Have you gone mad?"
Ulises le saltó encima y le dio una cuchillada certera en el pecho desnudo. La abuela lanzó un gemido, se le echó encima y trató de estrangularlo con sus potentes brazos de oso. Ulises jumped on her and plunged the knife into her naked breast. The grandmother moaned, fell on him, and tried to strangle him with her powerful bear arms.
—Hijo de puta —gruñó—. Demasiado tarde me doy cuenta que tienes cara de ángel traidor. "Son of a bitch," she growled. "I discovered too late that you have the face of a traitor angel."
No pudo decir nada más porque Ulises logró liberar la mano con el cuchillo y le asestó una segunda cuchillada en el costado. La abuela soltó un gemido recóndito y abrazó con más fuerza al agresor. Utises asestó un tercer golpe, sin piedad, y un chorro de sangre expulsada a alta presión le salpicó la cara: era una sangre oleosa, brillante y verde, igual que la miel de menta.Eréndira apareció en la entrada con el platón en la mano, y observó la lucha con una impavidez criminal. She was unable to say anything more because Ulises managed to free the knife and stab her a second time in the side. The grandmother let out a hidden moan and hugged her attacker with more strength. Ulises gave her a third stab, without pity, and a spurt of blood, released by high pressure, sprinkled his face: it was oily blood, shiny and green, just like mint honey. Erendira appeared at the entrance with the plate in her hand and watched the struggle with criminal impassivity.
Grande, monolítica, gruñendo de dolor y de rabia, la abuela se aferró al cuerpo de Ulises. Sus brazos, sus piernas, hasta su cráneo pelado estaban verdes de sangre. La enorme respiración de fuelle, trastornada por los primeros estertores, ocupaba todo el ámbito. Ulises logró liberar otra vez el brazo armado, abrió un tajo en el vientre, y una explosión de sangre lo empapó de verde hasta los pies. La abuela trató de alcanzar el aire que ya le hacía falta para vivir, y se derrumbó de bruces. Ulises se soltó de los brazos exhaustos y sin darse un instante de tregua le asestó al vasto cuerpo caído la cuchillada final. Huge, monolithic, roaring with pain and rage, the grandmother grasped Ulises′ body. Her arms, her legs, even her hairless skull were green with blood. Her enormous bellows-breathing, upset by the first rattles of death, filled the whole area. Ulises managed to free his arm with the weapon once more, opened a cut in her belly, and an explosion of blood soaked him in green from head to toe. The grandmother tried to reach the open air which she needed in order to live now and fell face down. Ulises got away from the lifeless arms and without pausing a moment gave the vast fallen body a final thrust.
Eréndira puso entonces el platón en una mesa, se inclinó sobre la abuela, escudriñándole sin tocarla, y cuando se convenció de que estaba muerta su rostro adquirió de golpe toda la madurez de persona mayor que no le habían dado sus veinte años de infortunio. Con movimientos rápidos y precisos, cogió el chaleco de oro y salió de la carpa. Erendira then put the plate on a table and leaned over her grandmother, scrutinizing her without touching her. When she was convinced that she was dead her face suddenly acquired all the maturity of an older person which her twenty years of misfortune had not given her. With quick and precise movements she grabbed the gold vest and left the tent.
Ulises permaneció sentado junto al cadáver, agotado por la lucha, y cuanto más trataba de limpiarse la cara más se la embadurnaba de aquella materia verde y viva que parecía fluir de sus dedos. Sólo cuando vio salir a Eréndira con el chaleco de oro tomó conciencia de su estado. Ulises remained sitting by the corpse, exhausted by the fight, and the more he tried to clean his face the more it was daubed with that green and living matter that seemed to be flowing from his fingers. Only when he saw Erendira go out with the gold vest did he become aware of his state.
La llamó a gritos, pero no recibió ninguna respuesta. Se arrastró hasta la entrada de la carpa, y vio que Eréndira empezaba a correr por la orilla del mar en dirección opuesta a la de la ciudad. Entonces hizo un último esfuerzo para perseguirla, llamándola con unos gritos desgarrados que ya no eran de amante sino de hijo, pero lo venció el terrible agotamiento de haber matado a una mujer sin ayuda de nadie. Los indios de la abuela lo alcanzaron tirado bocabajo en la playa, llorando de soledad y de miedo. He shouted to her but got no answer. He dragged himself to the entrance to the tent and he saw Erendira starting to run along the shore away from the city. Then he made a last effort to chase her, calling her with painful shouts that were no longer those of a lover but of a son, yet he was overcome by the terrible drain of having killed a woman without anybody′s help. The grandmother′s Indians caught up to him lying face down on the beach, weeping from solitude and fear.
Eréndira no lo había oído. Iba corriendo contra el viento, más veloz que un venado, y ninguna voz de este mundo la podía detener. Pasó corriendo sin volver la cabeza por el vapor ardiente de los charcos de salitre, por los cráteres de talco, por el sopor de los palafitos, hasta que se acabaron las ciencias naturales del mar y empezó el desierto, pero todavía siguió corriendo con el chaleco de oro más allá de los vientos áridos y los atardeceres de nunca acabar, y jamás se volvió a tener la menor noticia de ella ni se encontró el vestigio más ínfimo de su desgracia. Erendira had not heard him. She was running into the wind, swifter than a deer, and no voice of this world could stop her. Without turning her head she ran past the salt-peter pits, the talcum craters, the torpor of the shacks, until the natural science of the sea ended and the desert began, but she still kept on running with the gold vest beyond the arid winds and the never-ending sunsets and she was never heard of again nor was the slightest trace of her misfortune ever found.